domingo, 24 de marzo de 2013

Primeras reflexiones después del X Congreso de CC.OO.





 HA FALTADO ENTRE OTRAS UNA CRÍTICA MÁS ROTUNDA A LA CONSTRUCCIÓN EUROPEA Y A LAS CONSECUENCIAS DEL PAGO DE LA DEUDA


Primeras reflexiones después del X Congreso de CC.OO.

Se ha perdido la ocasión de ir más lejos en nuestras propuestas, en especial, una apuesta por la banca pública, o la mayor participación de la afiliación.



SALCE ELVIRA. Secretaria Confederal de I+d+i del 9º al 10º Congreso 19/03/2013

Acaba de celebrarse el Décimo Congreso Confederal de CCOO, acontecimiento importante, tanto para los afiliados y afiliadas como para el conjunto de la clase trabajadora, al tratarse del primer sindicato del país. Es por ello que los documentos aprobados y la estrategia que se lleve a cabo en el futuro va a tener repercusiones sociales, políticas y económicas importantes en los próximos años.




La acción sindical va estar marcada en el próximo periodo por un momento socioeconómico de extrema gravedad, en la que coinciden la insoportable crisis económica y social, la corrupción que mina los pilares básicos de la democracia, y el desapego y la falta de credibilidad de las instituciones, tanto políticas como sindicales.




Los seis millones de personas en paro, el aumento de la pobreza y la exclusión social, que hacen de España el estado con mayor desigualdad en la distribución de la renta en la Unión Europea, exige políticas valientes, claras y a la ofensiva del movimiento sindical y de la izquierda en general.




A todo lo anterior hay que añadir el recorte de derechos laborales producto de las tres últimas reformas del Estatuto de los Trabajadores, que destruye la mayoría de las conquistas de la clase obrera, y los ataques sistemáticos a la sanidad, educación, desahucios, etc. etc.




En las ponencias aprobadas, hay avances en las alternativas que permitan hacer frente a estas agresiones y también insuficiencias. Entre los primeros, se ha enriquecido del texto original con la inclusión de enmiendas, en su inmensa mayoría del Sector Crítico, que recogen la necesidad de una renta mínima para todos los ciudadanos, el aumento de las prestaciones al desempleo, y la necesidad de luchar contra las empresas privadas de colocación, entre otras.




Sin embargo, y según mi opinión, se ha perdido la ocasión de ir más lejos en nuestras propuestas, en especial en lo referente a una apuesta decidida a medio y largo plazo por una banca pública. No entiendo las resistencias del ponente argumentando para su rechazo que, lo importante no es quien tiene la propiedad sino su función y la eficacia en la gestión, o incluir una mínima crítica al Acuerdo de Pensiones y la necesidad de aumentar la cobertura de estas, así como el compromiso de mayor participación en las decisiones que se tomen por parte de la afiliación, o una crítica más rotunda a la construcción europea y a las consecuencias del pago de la deuda.




Para finalizar me gustaría sugerir unas primeras reflexiones para el futuro:




1. El sindicato de CC.OO debe ser cada vez más abierto a la sociedad y adaptado a los nuevos cambios, atendiendo a los sectores y colectivos más desestructurados y en aumento, llegando a todas estas pequeñas empresas fruto de la externalización y de la precariedad, en las que no se respetan ni los mínimos derechos.




2. Abrir un debate continuado y no dogmático con los trabajadores y trabajadores, debatiendo nuestras propuestas y alternativas y aceptando sus sugerencias, construyendo juntos la alternativa y consultando antes de la toma de decisiones importantes que les afecten.




3. Continuar y ampliar la “política de Alianzas” abriéndonos a nuevos sectores y colectivos para la defensa de los derechos, lo público y la democracia, implicando a los jóvenes de forma prioritaria. El punto de partida para una política sindical de alianzas en el momento actual debe ser el reconocimiento de la existencia de zonas de intersección en la actuación de los sindicatos, de los partidos de la izquierda y de las organizaciones sociopolíticas preocupadas por los derechos sociales.




4. Apuesta decidida por un sindicalismo sociopolítico, seña de identidad de CC.OO desde su fundación, donde el salario indirecto, la lucha contra las privatizaciones y el reparto de la riqueza, debe ser objetivo estratégico de nuestra actuación y más necesario que nunca.




5. Aceptar y mimar la pluralidad interna, con respeto a la discrepancia como fórmula colectiva de construcción de la opinión, hemos de ser conscientes de la clase trabajadora es plural y diversa y nosotros y nosotras no podemos sino aspirar a representar también esa diversidad en nuestro sindicato. Difícilmente podemos ser creíbles hacía afuera si no se empieza a practicar en casa, aunque sea más complicado gestionarla y esto no es cuestión del tamaño de las direcciones sino del talante y la voluntad de quién en cada momento tiene la responsabilidad de hacerlas funcionar.




6. Actualizar y concretar qué se entiende por “diálogo social”, mitificado en los últimos tiempos, y el margen, a mi modo de ver casi inexistente, que tenemos para llegar a alcanzar acuerdos que cambien realmente la situación, con un gobierno como el actual y una patronal incapaz de cumplir ninguno de los acuerdos a los que se ha llegado.




Estas son unas primeras y rápidas pinceladas. Tiempo habrá de profundizar en otras muchas, necesarias y urgentes, que permitan poner al día el sindicalismo en España, herramienta imprescindible para la igualdad, la solidaridad y el cambio hacia una sociedad más justa

No hay comentarios:

Publicar un comentario