sábado, 19 de enero de 2013

Gobierno farsante....


Gobierno farsante....Pedro Montes, Economista




Este gobierno no tiene legitimidad alguna por los múltiples engaños y el gran desprecio mostrado a los ciudadanos. Pero, todavía como burla adicional, trata de justificar sus acciones recurriendo a una palabrería huera, pretendiendo cubrir sus agresiones a la inmensa mayoría en beneficio de minorías poderosas con mentiras y falaces argumentos.



Las palabras del presidente de la junta de Galicia, Feijóo, exponen claramente este mendaz comportamiento. Dijo hace unos días: “El gobierno no ha respetado su programa pero ha cumplido con su deber”. O sea, nos ha tomado el pelo en las cosas concretas, en lo objetivable, pero en algo tan abstracto como el “deber” de no se sabe qué ha estado a gran altura. En suma, así nos lo vende Feijóo, tenemos un riguroso y valiente gobierno, que ha sacrificado sus compromisos por atender a los deberes que “España” le ha impuesto.



Hay otros ejemplos que completan el intento de vender una imagen de gobierno responsable cuando sólo se trata de un gobierno brutal, reaccionario y peligroso , que no tiene como objetivo más que proteger los intereses y la ideología de los sectores más retardatarios y derechistas de la sociedad española, nunca saciados.





Así, ante la casi inexorabilidad de un “rescate” por la “troika”, que humillará al gobierno y será un estigma para nuestro país, el gobierno juega con el mensaje de que lo pedirá o dejará de hacerlo teniendo en cuenta los intereses generales del país. Por supuesto, no se sabe cuáles son esos intereses, pues no es fácil que Botín y Amancio Ortega compartan problemas e inquietudes con los desahuciados, por poner un ejemplo obvio. Pero eso de los intereses generales queda bien en boca de los ministros del gobierno, una forma fácil de escurrir el bulto y revestirse de legitimidad.



Ante cada medida, a cual más brutal, injusta e inútil, el gobierno aduce que los sacrificios de hoy son la garantía del bienestar de mañana. Que los retrocesos ponen las bases de la mejora, que el hundimiento de la economía nos prepara para su recuperación, que la acumulación del paro es el paso ineludible para la creación de empleo. Y así, una y otra vez, tomando a los ciudadanos como tontos sin remedio, insultándolos, y pretendiendo además aparecer como un gobierno fiable y competente.



Le hablan Rajoy de la posibilidad (ya real) de alcanzar los 6 millones de parados y su respuesta es que intentará que ello no ocurra. Ningún compromiso. Cuando así sea, sólo les bastará añadir que hicieron todo lo posible para que no ocurriese. Como cuando ante las proyecciones sombrías de los organismos internacionales nos afirman que intentarán que no se cumplan. Todo ello además siempre, cuidando los intereses generales del país y el bienestar de todos.



Como dice su majestad, redondeando ese discurso farsante ante un país hundido, descompuesto y degradado: bobos, todos unidos, todos remando en la misma dirección con ilusión y esperanza.



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