sábado, 24 de diciembre de 2011

SAMPEDRO, PREMIO NACIONAL DE LAS LETRAS












Sampedro, Premio Nacional de las Letras
– 14 diciembre, 2011

Carlos Berzosa.
Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense.
A sus noventa y cuatro años José Luis Sampedro ha recibido con todo merecimiento el Premio Nacional de las Letras. Ha tardado en llegar, pero si algo hay que destacar de Sampedro es que es un maestro del lenguaje, tanto oral como escrito. Su manejo del idioma castellano, su conocimiento, su erudición, hace que sus escritos tengan un estilo literario más que notable, y su oratoria es tan deliciosa que nos deleita hasta un punto realmente magnífico, de manera que el escucharle resulta un verdadero placer. Sampedro triunfa con el uso de la palabra.

Un buen premio a un gran novelista, dramaturgo, y profesor y maestro de la economía. ©Antonio Lafuente del PozoAhora bien, conviene subrayar que Sampedro que tan buen uso hace del lenguaje, no solamente se recrea en él y le da importancia a la forma, sino al fondo. Consigue con ello que en sus novelas y escritos de economía lo importante no sea solamente cómo lo dice sino qué es lo que dice. Su ingenio es muy grande y en sus enseñanzas de economía siempre destacaban los ejemplos tan afortunados que ponía para facilitar la comprensión de lo que decía.


En la mención que se hace en la concesión del premio también se destaca su compromiso moral con los problemas de la sociedad. Esto me parece muy importante, pues Sampedro que tiene suficientes méritos literarios para recibir este premio es una persona comprometida con valores morales y éticos. Ha sido desde hace muchos años un referente intelectual y moral de los que hace falta tener en una sociedad. En estos últimos meses también ha sido un referente para el movimiento del 15-M. De modo que vemos como un nonagenario es aplaudido por los jóvenes y adorado por ellos.
En estos años de cambio y de penumbra en los que los derechos de los ciudadanos se pisotean por el poder de los mercados, que no es otro que el de los especuladores, y de las finanzas, voces como las de Sampedro son más necesarias que nunca. Los ciudadanos asistimos con cierta impotencia a contemplar cómo se pisan nuestros derechos. Aunque protestemos, nos manifestemos y hagamos huelgas, el poder económico avanza como una apisonadora con el fin de no dejar rastro de los derechos, que,frutos de muchas luchas, se han alcanzado en los países desarrollados.

Pero Sampedro también ha sido una voz que se ha alzado, desde hace mucho tiempo, contra el hambre y la pobreza en el mundo, contra tantas privaciones que coexisten con la opulencia y contra las grandes desigualdades que se dan en la economía mundial.

El poder económico, responsable de la crisis actual y de tantas privaciones que se dan en pleno siglo XXI, cuenta, además, con la complicidad de muchos economistas que, revestidos con el ropaje de la academia, y amparados en el virtuosismo académico, sirven al final a los grandes intereses económicos y políticos. Frente a esta ciencia convencional, que cambia sus paradigmas a lo largo del tiempo, se rebela Sampedro catedrático de Estructura Económica de la Universidad Complutense y académico de la Real Academia Española. Títulos académicos no le faltan a este profesor inconformista, heterodoxo y que ha sabido nadar contra corriente. Pero que es una persona que dice lo que piensa, y además sabe reflexionar y pensar muy bien, y nos provoca, a su vez, para que seamos capaces de pensar por nosotros mismos.

En estos años en los que nos invade el paradigma del pensamiento único, en el que se mantiene, entre otras cosas, la eficiencia de los mercados, que ha sido cuestionado por la historia, tener en cuenta el pensamiento económico de este autor y el análisis estructural que elaboró y difundió es más necesario que nunca. Se trata de tener en cuenta que es necesario repensar la economía en su dimensión social, para no caer en la creencia de que una disciplina resulta ser más científica si se convierte en una rama de las matemáticas y se hace prisionera del planteamiento estrecho de los economistas neoclásicos.

El análisis estructural que Sampedro desarrolló para analizar la realidad económica se basaba en la idea de totalidad del objeto que previamente hemos acotado como tema de estudio, y en la interdependencia de las partes que componen esa globalidad. La economía no se basa, por tanto, en el análisis de partes separadas, como si no tuvieran nada que ver unas con otras, sino en las relaciones básicas de las diferentes partes que configuran la estructura económica. El análisis cuantitativo es necesario para entender el funcionamiento de la estructura económica, pero no es suficiente, lo que determina que tengamos que acudir al análisis cualitativo.

En suma, un buen premio de las Letras a un gran novelista, dramaturgo, y profesor y maestro de la economía. Uno de los grandes pensadores de la posguerra que este país ha tenido, y que sigue en activo, a pesar de su edad, hablando y escribiendo con la lucidez que le caracteriza.




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