miércoles, 31 de agosto de 2011

RAZONES ECONÓMICAS PARA RECHAZAR EL ACUERDO NEOLIBERAL ENTRE EL PSOE Y EL PP


ACUERDO NEOLIBERAL PSOE-PP SIN ARGUMENTOS .
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¿Es deseable la estabilidad presupuestaria?

Razones económicas para rechazar el acuerdo neoliberal entre el PSOE y el PP
Juan Torres López

"...Abrir la puerta al sector privado

La contención del gasto público en aras de la estabilidad presupuestaria cuando al mismo tiempo, como hacen los neoliberales, se reniega de los impuestos, simplemente lleva a una consecuencia inevitable, que los estados puedan proporcionar menor cantidad de bienes y servicios públicos, de modo que así se abren de par en par las puertas al negocio que supone su provisión privada.

El acuerdo entre el PSOE y el PP para incorporar a la Constitución española un precepto que impida que los gobiernos incurran en déficit no es fruto de la casualidad.

Responde a la ideología neoliberal dominante en los últimos años que ha tratado de justificar el principio de estabilidad presupuestaria para poder tapar las vergüenzas de unas políticas neoliberales que son incapaces de generar suficiente actividad económica y empleo y la necesaria estabilidad de las economía a medio y largo plazo.

En este texto voy a presentar las razones que se dan a favor de la estabilidad, mostraré sus inconsistencias y señalaré por q [ii] ué se defiende a pesar de su falta de fundamento científico.

Los argumentos a favor de la estabilidad presupuestaria

El principio básico que domina el diseño y la aplicación de la política económica desde que se impusieron las ideas neoliberales es que los gobiernos democráticos y los bancos centrales con preferencias representativas (es decir, sujetos a la voluntad popular) tienden a generar ineficiencia y altas tasas de inflación y, por tanto, que la política fiscal (que depende directamente de la voluntad de los gobiernos y parlamentos) debe tener cada vez un papel más reducido.

Los denominados “nuevos economistas clásicos” pusieron en cuestión incluso el efecto expansivo de la política fiscal a corto plazo que tenía que ver con el llamado “efecto multiplicador”, que hace que un aumento inicial de gasto público se traduzca en un aumento final mucho mayor de la renta nacional.

En su opinión, los agentes anticipan racionalmente los fenómenos económicos gracias a que disponen de información perfecta y gratuita sobre todo lo que ocurre en el sistema económico. Gracias a ello, dicen estos economistas, los sujetos saben perfectamente los efectos de las intervenciones del gobierno y se adelantan a sus efectos.

Por tanto, como sostiene Robert Barro, cualquier déficit presupuestario ni siquiera tendría efecto alguno sobre el sistema económico porque los sujetos “sabrán” que en el futuro se establecerían impuestos para financiarlo y, llevados por su conducta racional, ahorrarían desde el principio el incremento de renta que pudiera haber producido el impulso fiscal para pagarlo en su momento.

Entonces, si ni siquiera los déficit presupuestarios, que son las actuaciones fiscales con mayor capacidad para impulsar la actividad, tienen efectos reales sobre el consumo y no generan el efecto multiplicador de la renta, lo que se deduce es que no hay razón alguna para utilizar esta forma de intervención.


En opinión de estos economistas neoliberales, hay que prescindir, pues, de un tipo de política económica, la fiscal, que, además, es muy costosa en su opinión debido al aparato administrativo que requiere, que necesita impuestos que consideran muy negativos y que causa los disturbios que cualquier intervención exógena provoca en los mercados.

El complemento indispensable a este planteamiento fue el de Robert Lucas al afirmar que, a diferencia de lo que ocurría con la política fiscal, la política monetaria podría tener efectos sustantivos sobre la actividad y, más concretamente, cuando se basara en reglas simples y de neutralidad, pues sólo entonces sería consistente con ellas el comportamiento de los agentes.

Los monetaristas que defienden esta idea añadirían, para criticar a la política fiscal, que una expansión presupuestaria aumentaría la demanda de dinero para transacciones (la que utilizamos para comprar bienes y servicios), lo que provocaría un aumento del tipo de interés que anularía el efecto expansivo del déficit presupuestario, ya que haría disminuir la inversión.


Un argumento que niegan los economistas keynesianos porque entienden que puede darse un incremento sensible en la demanda de dinero sin necesidad de cambios bruscos en los tipos de interés, lo que evitaría el posterior efecto negativo sobre la inversión. Y que, en todo caso, podría actuarse a través de la política monetaria, expandiendo el crédito, para contener los tipos de interés.

Finalmente, la argumentación neoliberal contra la política fiscal discrecional se cerraría afirmando que el incremento de renta que ocasiona una expansión fiscal aumenta las importaciones y, por tanto, empeora el saldo corriente. En condiciones de libertad de movimientos de capital (otra situación que se da como inamovible) se hace entonces necesario atraer capital y para ello hay que aumentar los tipos de interés, lo que provocará la apreciación de la moneda nacional, la pérdida de competitividad y, finalmente, la caída en la renta. Se anularía así el inicial efecto expansivo de la política presupuestaria.

Estas consideraciones y otros desarrollos teóricos de los que no voy a ocuparme ahora terminaron por constituir una suma de proposiciones teóricas sobre las que se basó el nuevo pensamiento dominante en economía y cuyas principales hipótesis y conclusiones, en relación con la política presupuestaria, pueden resumirse en las siguientes.

1. Los déficit presupuestarios generan inflación y provocan la disminución de la inversión, lo que implica que deben reducirse al máximo o hacerse desaparecer. De ahí la política comúnmente denominada de déficit cero y la continua llamada a disminuir el montante de los gastos públicos y, en particular, los que se consideran de naturaleza improductiva o vinculados a tareas sociales que se entiende que no deben formar parte de los compromisos estatales.

2. Hay que mantener una política monetaria restrictiva y para ello también hay que evitar los déficit públicos puesto que estos ejercen siempre una presión indeseable sobre la oferta monetaria.

3. Hay que evitar al máximo los impuestos, procurando disponer de sistemas impositivos neutros, es decir, que no pongan en peligro la asignación de mercado al generar desincentivos o costes innecesarios a los propietarios del capital.

4. Debe avanzarse lo más posible en el objetivo de la privatización de los recursos y empresas públicas en la medida en que se entiende que el sector privado es estable per se y de esa manera se traslada estabilidad a todo el sistema económico.

5. La regulación, restrictiva, de la oferta monetaria debe confiarse a los bancos centrales como autoridades independientes, pues esa es la única manera de lograr neutralidad en las reglas y confianza y de evitar el despilfarro de los gobiernos.


3. Los pactos de estabilidad presupuestaria en Europa.

La estabilidad presupuestaria en Europa se instaura inicialmente como un criterio de convergencia en el Tratado de Maastricht, como un principio que debería entenderse como instrumento para lograr la convergencia entre las economía que se consideró necesario para crear las condiciones adecuadas para la instauración de la moneda única.

Sin embargo, el Tratado de Amsterdam (1997) lo asumió como un objetivo de comportamiento permanente que deberían respetar todos los estados en virtud, precisamente, del pacto para la estabilidad y el crecimiento que formalmente implicó ese Tratado.

Los gobiernos quedaban obligados a elaborar programas de estabilidad presupuestaria y convergencia en los que se fijarían los objetivos y los instrumentos para lograrlos. Al mismo tiempo, el nuevo Tratado redefinía el procedimiento ya establecido en Maastricht para actuar e incluso sancionar por déficit excesivo cuando algún país no respetase las reglas establecidas, bien porque superasen el techo del 3% del PIB en déficit anual o porque no actuaran adecuadamente para mantener el volumen de deuda pública por debajo del 60% del PIB o no hicieran lo suficiente para disminuirla si ya estaba por encima de este nivel.

Las razones que se han argumentado para el mantenimiento del principio estabilidad son básicamente dos.

En primer lugar, que la unión monetaria requiere inexcusablemente disciplina presupuestaria de los países integrantes a fin de que ninguno de ellos genere efectos negativos sobre los demás, principalmente provocando subidas en los tipos de interés o tensiones inflacionistas, como he señalado antes. Se supone que, en ausencia de otras medidas de estabilización que en la unión monetaria ya no están disponibles, si un país incurre en déficits excesivos trasladará la presión sobre los tipos de interés y sobre los precios a toda la zona, debilitando a la larga el crecimiento de todos.

En segundo lugar, se entiende que obligando a los gobiernos a obedecer reglas estrictas de estabilidad presupuestaria se logra un efecto de credibilidad que a la larga incluso las haría innecesarias y que reforzaría el crecimiento a largo plazo.

Principales efectos sobre el crecimiento y el bienestar de la estabilidad presupuestaria

A continuación resumo los principales defectos del argumentario neoliberal sobre la estabilidad presupuestario y los principales efectos que tiene su aplicación en las economías de nuestro tiempo.

Rigidez

El primer efecto negativo de los pactos de estabilidad tal y como se imponen en Europa es que establecen el principio de estabilidad como un criterio limitativo que deben cumplir por igual todos los estados.

Esto implica una gran rigidez porque es evidente que no todos los países se encuentran en iguales condiciones, sobre todo, en las que tienen que ver más directamente con el bienestar social, como pueden ser las expresivas de la inversión social realizada o de las infraestructuras de todo tipo. Ni siquiera se toman en consideración variables que son elementalmente determinantes de la relación entre el gasto público y el crecimiento y el bienestar como la población, su estructura de edad, los niveles de empleo y desempleo, la población inactiva, etc.

De esta forma, la rigidez del principio de estabilidad se convierte en un instrumento que incapacita a los gobiernos y al conjunto de la unión europea para avanzar en un tipo de convergencia que no sea más que la que se expresa en los términos puramente nominales de la balanza fiscal.

Su simplismo es quizá la mejor expresión de que simplemente se trata de un postulado puramente ideológico sin fundamento científico riguroso.

Inadecuado cómputo de los retornos e ingresos que genera el gasto

El segundo efecto perturbador es que al fijar plazos anuales para cumplir el pacto de estabilidad se deja fuera cualquier tipo de consideración acerca de los efectos intertemporales de la inversión y el gasto público.

Es obvio que el gasto público (como le ocurre a la inversión privada) generalmente muestra sus resultados e incluso genera ingresos en periodos superiores al año. En esos casos, si el gasto público se computara a más largo plazo, presentarían un saldo neto lógicamente diferente y menos deficitario.

El problema es que esta dimensión intertemporal del gasto público afecta fundamentalmente a la inversión social que no suele generar retornos inmediatos sino a lo largo del tiempo y, muchas veces, a muy largo plazo.

Lo que se dificulta entonces con la estabilidad presupuestaria es que los gobiernos lleven a cabo este tipo de inversiones, lo que obviamente debilita las estructuras del bienestar de una manera especial y no sólo el alcance potencial del crecimiento.

Freno para reformas estructurales

Un tercer efecto negativo de los pactos de estabilidad europeos es paradójico: son tan inadecuados que incluso pueden impedir que se lleven a cabo las políticas que propugnan quienes los defienden.


Me refiero a que la estabilidad presupuestaria puede implicar serias restricciones a la posibilidad de que los gobiernos afronten reformas estructurales profundas (incluso como las que propone los enfoques más ortodoxos) pues estas suelen requerir normalmente inversiones extraordinarias o iniciales importantes, como ocurre, por ejemplo, en el caso de las reformas liberales de los sistemas de pensiones.

Por otro lado, el principio de estabilidad tan rígidamente aplicado impide considerar algo igualmente elemental: el gasto público se computa como la partida negativa del saldo presupuestario pero a la hora de contabilizar este último se debería tener en cuenta que una gran parte de los ingresos correlativos que genera no van a parar al estado sino a las empresas o familias.

Dudoso efecto sobre el crecimiento

Un efecto más controvertido es si la estabilidad presupuestaria contribuye positivamente al crecimiento de la actividad o si, por el contrario, la limita y frena la creación de empleo.

El escaso tiempo transcurrido hace que las evidencias empíricas sean todavía discutibles y que no puedan considerarse definitivas.

La tesis más conservadoras se fundamentan en el modelo de Barro que establecía que entre el crecimiento y el gasto hay una relación en forma de "U" invertida, de manera que, a partir de un determinado momento, más gasto público no estimula sino que disminuye el crecimiento.

La razón que tradicionalmente se ha dado para justificar esta idea es que el gasto público termina financiándose por impuestos y que si estos aumentan considerablemente se frena la actividad económica además de provocar más ineficiencias y despilfarro.

Naturalmente, el problema al que se enfrentan estas tesis es determinar en qué punto se produce la inflexión de la "U" de Barro en cada país, lo que no se ha podido descubrir, ni seguramente sea posible hacerlo.

Algunos autores han tratado de señalar indicios de que la estabilidad no haya sido retardataria del crecimiento, pero se trata de análisis que no pueden considerarse definitivos ni completamente aceptados, bien porque se puede mostrar que otros criterios son más positivos desde este punto de vista bien porque su evaluación global como "norma social" es francamente negativa como han señalado Jean Paul Fitoussi y Franceso Saraceno.

En cualquier caso, ni siquiera si se pudiera establecer que la estabilidad incentiva y favorece el crecimiento económico medido a través del PIB no estaríamos ni mucho menos ante una prueba definitiva de la bondad de la estabilidad presupuestaria porque es evidente que el crecimiento por sí mismo ni garantiza la creación de empleo, y mucho menos el de calidad, ni eso equivale a que haya más ingresos para todos los sujetos económicos ni, por supuesto, más bienestar.

Por el contrario, más bien cabría considerar que un tipo de crecimiento impulsado sin suficientes inversiones sociales (o con un nivel de estas por debajo del potencial o necesario en un momento dado) sería un modelo de acumulación bastante insatisfactorio desde el punto de vista de las necesidades colectivas y del bienestar. Como dice acertadamente Fitoussi (1996) el crecimiento económico es una cuestión filosófica antes que económica.

Fomento de los comportamientos procíclicos que provocan crisis

Otra característica relevante del principio de estabilidad es que implica comportamientos procíclicos de las finanzas públicas, es decir, que en lugar de corregir sus malos momentos los agrava. Incluso aunque el pacto se pudiera interpretar con algo más de flexibilidad, implicaría siempre una constricción constante de la capacidad de maniobra de los gobiernos.

Este es un efecto buscado, que se asume como deseado por los neoliberales porque, como señalé, parten del prejuicio ideológico de que cualquier intervención pública es indeseada.

Sin embargo, la historia económica ha demostrado y está demostrando en estos tres últimos años, que el mantenimiento de los criterios de estabilidad suponen un corsé muy negativo en momentos en que las economías sufren etapas de recesión. Y que en las etapas de bonanza este comportamiento procíclico también hace que los gobiernos no actúen adecuadamente aumentando su propio rendimiento fiscal en las etapas de bonanza económica.

Ni en fase de recesión ni de expansión es buena por principio la estabilidad presupuestaria.

Dificultad para la convergencia social

Por otro lado, la aplicación del principio de estabilidad en un marco como el de la Unión Europea da lugar a que los países que parten de una situación más atrasada o débil en el proceso de convergencia, como España, hayan tenido dificultades adicionales para alcanzarla en los aspectos más relevantes del bienestar social: empleo, protección social o infraestruturas y bienes públicos en general.


Es una evidencia, por ejemplo, que el gasto social en España ha ido disminuyendo en relación con el PIB de forma paralela a la búsqueda de la estabilidad presupuestaria, originando así pérdidas netas de bienestar claramente perceptibles como ha demostrado entre otros Vicenç Navarro.

La naturaleza procíclica de los pactos de estabilidad debilita a las economías y las expone más crudamente a los efectos negativos de los ciclo sobre el empleo y el bienestar, hace que éstos sean más recurrentes y, en general, se convierte en uno de los factores decisivos que disminuyen la capacidad de maniobra de los gobiernos cuyos efectos también son, como vamos a ver enseguida, muy negativos no sólo desde el punto de vista económico.

Errónea concepción de la naturaleza del sector público y de su función económica

El pacto de estabilidad presupuestaria se basa también en una traslación mecánica y equivocada de las bondades de la competencia empresarial al ámbito del Estado.

Se considera que, así como las empresas privadas deben descargarse en la mayor medida de lo posible de costes para poder ser más competitivas, los estados deben de actuar de igual manera, de modo que es deseable que eliminen el máximo de cargas para ser eficaz y también competitivo.

Se trata de una idea que se aplica cada vez en mayor medida a los servicios públicos de todo tipo y que está provocando su debilitamiento, su deterioro y una progresiva pérdida de cobertura, además de constantes problemas de financiación que padecen, principalmente, los sectores y clases sociales de menor renta.

Se trata de una idea equivocada en la medida en que el papel del estado no es equivalente al de las empresas y que a la postre generará efectos muy lesivos sobre el bienestar y sobre el rendimiento de las empresas (sobre todo de las pequeñas y medianas que tiene más dificultades para proveerse por sus propios medios del capital social y formar el capital humano que necesitan) puesto que disminuye la capitalización de las economías y las fuentes del crecimiento más estable y duradero -el capital social en todas sus manifestaciones- y que, al aumentar la población que va a carecer de bienes esenciales, incrementa la desigualdad y las bolsas de pobreza.

La defensa de la estabilidad presupuestaria se basa igualmente en considerar que la protección social o las normas costosas de regulación laboral son la causa de las ineficiencias y, en particular, del desempleo.


Se trata de otra idea errada puesto que, en realidad, son su consecuencia y podrían efectivamente eliminarse o disminuirse pero justo en la medida en que no se estuvieran aplicando políticas que implican un freno efectivo al empleo y a la creación de riqueza.

Abrir la puerta al sector privado

La contención del gasto público en aras de la estabilidad presupuestaria cuando al mismo tiempo, como hacen los neoliberales, se reniega de los impuestos, simplemente lleva a una consecuencia inevitable, que los estados puedan proporcionar menor cantidad de bienes y servicios públicos, de modo que así se abren de par en par las puertas al negocio que supone su provisión privada.


Y el efecto de esto último es bien sabido: menor cantidad ofrecida, precios más elevados y menos personas con posibilidad de satisfacer sus necesidades accediendo a ellos.

Prácticamente la totalidad de los trabajos científicos que han evaluado el efecto de las privatizaciones españolas han mostrado que prácticamente en ningún caso se ha mejorado el rendimiento económico y financiero de las antiguas empresas públicas.

Y teniendo en cuenta que la estabilidad presupuestaria llevará consigo esta sustitución de la provisión pública por la privada (que también necesitará financiación) y que rebaja el nivel de vida de las personas de ingresos más bajos pero que las obligará a tener que realizar más gasto de mercado, resulta que en realidad no reduce la deuda total de la economía sino, en todo caso, la pública. La privada seguirá aumentando y de esa forma el negocio de la banca privada que, en definitiva, es lo que se trata de favorecer.

Una preferencia ideológica revestida de falsos argumentos científicos

En definitiva, es bastante claro que la aplicación de políticas de estabilidad presupuestaria tienen consecuencias muy negativas sobre la marcha de la economía y sobre el bienestar mientras que está por demostrar que los pretendidos efectos positivos sobre el crecimiento y el empleo que postulan sus defensores sean una realidad.


Algo que será muy difícil que pueda conseguirse si se tiene en cuenta que para llegar a esa conclusión se parte de hipótesis completamente irrealistas y sin más base que la ideología: la existencia de mercados de competencia perfecta, la disposición información perfecta y gratuita por todos los sujetos económicos o que los mercados son estables por sí mismos, sin necesidad de ningún tipo de intervención pública (una hipótesis ésta última que debería dar vergüenza sostener cuando ha pasado lo que acaba de pasar en los mercados financieros de todo el mundo.

Si estos postulados se rechazan, porque no pueden darse en la realidad salvo en circunstancias verdaderamente excepcionales, es imposible llegar a las conclusiones liberales sobre las bondades del equilibrio presupuestario.

Pactos de estabilidad, pactos contra la democracia y el bienestar social

Además de las consecuencias puramente económicas que acabo de señalar, el principio de estabilidad presupuestaria (y más concretamente su imposición a través de mandatos constitucionales) significa en la práctica impedir que la ciudadanía pueda elegir libremente a la hora de enfrentarse a los problemas económicos de nuestra época.

Al imponerlo en cualquier momento y condición, como ahora han acordado en España el PSOE y el PP, se impide que los gobiernos puedan suscribir pactos con sus electores si no es en los términos prescritos por la ortodoxia económica dominante. Se obliga de esta forma a que las única política posibles sean las neoliberales.

Es decir, la imposición del principio de estabilidad implica que no puedan darse soluciones negociadas y, por lo tanto democráticas, al conflicto social inevitable que es consustancial con la generación y distribución de la renta y la riqueza.

La estabilidad presupuestaria se ha concebido y se está aplicando como un dogma que hace desaparecer la capacidad de maniobra mínima sobre la que se basa el gobierno democrático de la economía e impone una única opción como si fuese la única solución óptima.

Detrás de todo ello subyace una idea fundamental cuya asunción ha perfilado la política económica de nuestros días y que, entre otros, ha sido criticada recientemente por Stglitz.

Se establece que hay sólo una respuesta al problema social y que no existen ya alternativas políticas sino soluciones técnicas que no requieren negociación ni pacto, sino una adecuada implementación por parte de autoridades, como por antonomasia los bancos centrales, independientes, creíbles y que se reputan neutrales; o por la Unión Europea como una institución superior a cualquier tipo de preferencia social.

La democracia y las políticas de bienestar se basan en la posibilidad de negociación frente al conflicto social y en una idea claramente expuesta por Stiglitz (2002:16): "no existe una única política Pareto-dominante (óptima) en la que puedan estar de acuerdo todas las personas ´razonables´".

Llevar a la constitución el principio de estabilidad presupuestaria es imponer de facto una dictadura económica porque para evitar el déficit público se impone un gigantesco déficit democrático que impide que todos las personas se encuentren en igualdad de condiciones a la hora de decidir sobre los problemas económicos. Por eso podemos decir que la imposición de un principio de estabilidad presupuestaria en las condiciones en que se impone es algo radicalmente contrario al sentido más elemental de la democracia.

¿Se puede actuar de otra forma?

La historia económica demuestra que cuando los gobiernos han actuado poniendo en marcha políticas fiscales y monetarias discrecionales y combinadas han logrado mejores resultados que en los últimos años de rechazo neoliberal a la fiscalidad discrecional y progresiva.

Y el sentido común indica que afirmar que la estabilidad presupuestaria es buena por principio, en cualquier caso, es una soberana tontería. Como lo sería afirmar que una economía puede endeudarse ilimitadamente sin problema ninguno.

¿Qué adelantaría un país con tener estabilidad presupuestaria si al mismo tiempo carece del capital social y de las estructuras –físicas, educativas, sanitarias, sociales, culturales, relacionales o empresariales…- que son imprescindibles para que sus empresarios puedan crear riqueza y sus ciudadanos adquirir el imprescindible capital humano y el bienestar adecuado?

Lo importante no es garantizar en todo caso que no haya déficit.

Lo razonable y lo que proporciona progreso a una nación es disponer de la dotación de capital social necesario para satisfacer las necesidades sociales. Esta debe ser la variable de partida y no el saldo cero del presupuesto público.

Y lo que sabemos, porque la historia es indiscutible en este aspecto, es que eso no se puede conseguir sin una suficiente dotación de gasto público. Por tanto, lo primero es asegurar este y luego encontrar las vías adecuadas de financiación.

El problema que tienen las políticas neoliberales y quienes las defienden es que son incapaces de generar esa financiación por tres razones.


Primero, porque quieren evitar que las clases de mayor renta paguen impuestos. Segundo, porque provocan una gran desigualdad y eso deprime a las economías y hace que puedan generar muchos menos ingresos para las arcas del estado. Y tercero porque incentivan que el ahorro vaya a los mercados financieros en lugar de a financiar la actividad productiva. Y como son incapaces de generar ingresos no tienen más alternativa que imponer la reducción del gasto con las consecuencias que he señalado.

De hecho, el problema que está padeciendo una economía como la española en relación con la deuda (dejando al margen el inadecuado modelo de crecimiento de los últimos años) no es su cuantía sino que su financiación está a expensas de los especuladores.

La alternativa, como argumentamos Vicenç Navarro, Alberto Garzón y yo en el libro HAY ALTERNATIVAS que saldrá publicado por Aguilar próximamente, es poner en marcha otro tipo de políticas que frenen la desigualdad, que promocionen un nuevo tipo de actividad económica y se basen en una mayor justicia fiscal y social y que así procuren nuevos y mayores ingresos para no tener que reducir la dotación de los bienes y servicios de bienestar que necesita la inmensa mayoría de la población.


Es muy posible que eso requiera cierto nivel de endeudamiento, que ni siquiera tiene por qué ser muy elevado, aunque desde luego mayor al déficit cero que se impone. Pero si se aplican políticas generadoras de ingresos productivos, si se fomenta el uso razonable del ahorro y si se acaba con la especulación financiera no tiene por qué ser un escollo para alcanzar los mayores niveles de rendimiento empresarial, de bienestar social y de progreso que España necesita.


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[i] Este escrito resume ideas de mi artículo Pactos de estabilidad y Estado de Bienestar: Una nota sobre su dudosa compatibilidad. Quaderns de Política Económica. Revista electrónica - 2ª época. Nº 9, Enero- Abril 2005 . Para comodidad de los lectores de este texto, no he incorporado en él las referencias bibliográficas, que pueden encontrarse en la versión de Quaderns, pero sí la bibliografía.



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martes, 30 de agosto de 2011

UNIDAD SOCIAL CONTRA LA REFORMA NEOLIBERAL


UNIDAD SOCIAL CONTRA LA REFORMA NEOLIBERAL
LAS ORGANIZACIONES SOCIALES CONTRA LA REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN Y POR LA CONVOCATORIA DE UN REFERÉNDUM










"...Conscientes de la necesidad de trabajar por la convergencia de todas las organizaciones y plataformas que estamos contra esta reforma de la Constitución, acuerdan en particular:

Convocar concentraciones y manifestaciones los días 31 de agosto y 1 de septiembre en las distintas localidades del Estado español

Apoyar la participación en las demás concentraciones y movilizaciones que se convoquen estos días contra la reforma de la Constitución y por la convocatoria de un referéndum


Apoyar iniciativas de diferente naturaleza, en particular la recogida electrónica de firmas


Culminar con una manifestación en Madrid el próximo martes, 6 de septiembre a las 19:00 entre Cibeles y Sol.

CCOO, UGT. USO, SINDICATO DE ESTUDIANTES,, CONFEDERACION INTERSINDICAL, CONGDE, , SOCIALISMO 21, ADICAE, MESAS DE CONVEREGENCIA Y ACCIÓN, PLATAFORMA 2015, PAZ CON DIGNIDAD, CONSEJO DE LA JUVENTUD DE ESPAÑA,ASAMBLEA DE COOPERACION POR LA PAZ, HABITÁFRICA, PAZ AHORA.





1.Las organizaciones sociales abajo firmantes acuerdan manifestar públicamente su rechazo a la propuesta de reforma de la Constitución Española elaborada por los responsables de los grupos parlamentarios del PSOE y del PP, pedir a los diputados y senadores de todos los grupos parlamentarios que no la voten favorablemente y que, en el caso de que la propuesta fuera aprobada, se convoque un referéndum para su ratificación.
Consideramos que por su contenido y por sus plazos de aplicación esta reforma no va a ayudar a la reducción de los niveles actuales de déficit público que sólo puede lograrse sin deteriorar gravemente el tejido económico y social de nuestro país, mediante la promoción del crecimiento económico y el empleo, una reforma fiscal equitativa y progresiva y un permanente rigor en el uso del gasto público.

Al mismo tiempo impone una grave limitación a la autonomía de los gobiernos democráticos y a la capacidad de autogobierno presupuestario de las diferentes administraciones públicas.


Esto afectará gravemente a su capacidad de utilizar la política presupuestaria al servicio de los objetivos de la política general. Supuestamente motivada por los ataques especulativos a las deudas soberanas, la reforma introduce en nuestra máxima norma jurídica un factor económico de carácter netamente procíclico que puede llegar a impedir la acción de los gobiernos para que nuestra economía no entre, en el futuro, en una recesión.


Constituye también una amenaza permanente para las prestaciones e instituciones del Estado de bienestar, las políticas sociales y la cooperación para el desarrollo.

Si el contenido es rechazable, el procedimiento que se va a adoptar para su aprobación es inaceptable: se va a producir con la legislatura agotada, se anuncia en pleno período de vacaciones, se quiere aprobar definitivamente transcurridos sólo quince días desde que el Presidente del Gobierno la propusiera el 23 de agosto, se quiere realizar sin debate político ni social de ninguna clase y, finalmente, sin que la reforma sea sometida a referéndum.

Por todo ello y teniendo en cuenta que su contenido –la constitucionalización de la obligación de equilibrio presupuestario y límite de la deuda en las cuentas de las administraciones públicas- es una opción ideológica y política que además de ser errónea e inútil tiene un carácter marcadamente conservador, podemos afirmar que esta reforma rompe el consenso constitucional sobre el que se basó la elaboración de nuestra Carta Magna.

Ante la gravedad de este proceder, las organizaciones sociales abajo firmantes consideran necesario que la ciudadanía exprese públicamente:

1.Su rechazo a la reforma constitucional que se propone
2.La petición a los/as diputados/as y senadores/as de que no la voten favorablemente en el trámite parlamentario.
3.La exigencia de que si la propuesta es aprobada por el Parlamento sea sometida a referéndum
Para ello, las organizaciones abajo firmantes llaman a la ciudadanía y a las fuerzas políticas y sociales a que participen en las movilizaciones que se convoque.



Conscientes de la necesidad de trabajar por la convergencia de todas las organizaciones y plataformas que estamos contra esta reforma de la Constitución, acuerdan en particular:

Convocar concentraciones y manifestaciones los días 31 de agosto y 1 de septiembre en las distintas localidades del Estado español

1.Apoyar la participación en las demás concentraciones y movilizaciones que se convoquen estos días contra la reforma de la Constitución y por la convocatoria de un referéndum
2.Apoyar iniciativas de diferente naturaleza, en particular la recogida electrónica de firmas
3.Culminar con una manifestación en Madrid el próximo martes, 6 de septiembre a las 19:00 entre Cibeles y Sol
- CCOO

.........UGT

- USO

- Paz con Dignidad

- Consejo de la Juventud de España

- Sindicato de Estudiantes

- Paz Ahora

- Confederación Intersindical

- Habitáfrica

- Coordinadora de ONGs para el Desarrollo (CONGDE)

- Plataforma 2015 y +

- Asamblea de Cooperación por la Paz

- Socialismo 21

- Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (ADICAE)

- Comisión Promotora de las Mesas Ciudadanas para la Convergencia y la Acción

Madrid, 29 de agosto de 2011




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lunes, 29 de agosto de 2011

CUBA Y LA REFORMA DEL MODELO ECONÓMICO: CAUSAS Y PERSPECTIVAS

Cuba y la reforma del modelo económico
Causas y perspectivas

Salim Lamrani
Rebelión

Revisado por Caty R.


Confrontada a las sanciones económicas que Estados Unidos impone desde hace más de medio siglo, a la crisis financiera global y a un recurrente problema de productividad, Cuba se encuentra en la obligación de reformar en profundidad su sistema socioeconómico para preservar sus conquistas sociales y su modo de vida. Si los factores externos explican en parte las dificultades a las cuales se halla confrontada la sociedad cubana, resulta imposible eludir las responsabilidades internas. Como subrayó el presidente cubano Raúl Castro durante el IX Congreso de la Unión de los Jóvenes Comunistas el 4 de abril de 2010, “ la batalla económica constituye hoy, más que nunca, la tarea principal y el centro del trabajo ideológico de los cuadros, porque de ella depende la sostenibilidad y preservación de nuestro sistema social”. [1] Algunos meses después, el 18 de diciembre de 2010, en una intervención ante el Parlamento cubano, Raúl Castro tuvo un discurso más alarmista y puso al gobierno y a los ciudadanos frente a sus responsabilidades: “O rectificamos o ya se acabó el tiempo de seguir bordeando el precipicio, nos hundimos, y hundiremos”. [2] El líder histórico de la Revolución Cubana , Fidel Castro, aprobó este análisis y brindó su apoyo al proceso de actualización del modelo económico. [3] La alternativa es sencilla: el modelo económico cubano debe experimentar urgentemente cambios estructurales y conceptuales profundos so pena de desmoronamiento.

Los factores externos

El principal obstáculo para el desarrollo económico del país siguen siendo las sanciones económicas que Washington impone de modo unilateral a La Habana desde julio de 1960, las cuales afectan a todas las categorías sociales de la población cubana y en especial a las más vulnerables. Unánimemente condenadas por decimonovena vez consecutiva por 187 países en octubre de 2010, durante la reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, las sanciones económicas, además de impedir todo comercio sustancial entre las dos naciones (salvo algunas materias primas alimenticias desde 2000), revisten también un carácter retroactivo y extraterritorial. En efecto, desde la adopción de la Ley Torricelli en 1992, de la Ley Helms-Burton en 1996, así como de las nuevas restricciones que impuso la administración Bush en 2004 y 2006, el comercio con terceros países se halla fuertemente afectado. [4]


Así, desde 1992, a toda embarcación que entra en un puerto cubano se le prohíbe entrar en Estados Unidos durante seis meses, lo que origina un sobreprecio importante para Cuba, que depende esencialmente del transporte marítimo por su insularidad. Del mismo modo, desde 1996 todo empresario que invierte en Cuba en las tierras nacionalizadas en 1959 corre el riesgo de ver sus haberes congelados en Estados Unidos. Por otra parte, por ejemplo, desde 2004, cualquier constructor de automóviles, sea cual fuere su nacionalidad, debe demostrar al Departamento del Tesoro que sus productos no contienen un solo gramo de níquel cubano para poder venderlos en el mercado estadounidense. Sucede lo mismo para todas las empresas agroalimentarias que desean entrar en el mercado estadounidense. Danone, por ejemplo, tendrá que demostrar que sus productos no contienen ninguna materia prima cubana. Estas medidas retroactivas y extraterritoriales privan así a la economía cubana de numerosos capitales y a las exportaciones cubanas de numerosos mercados en todo el mundo. [5]

Por otro lado las crisis económica, financiera, energética, alimentaria y medioambiental han tenido un impacto desastroso en los países en desarrollo en general y particularmente en Cuba. La subida de los precios de las materias primas alimenticias, cuyo precio se ha duplicado desde 2007 y de las cuales depende la Isla a la altura del 83%, así como la bajada del precio de los recursos minerales que Cuba exporta (como el níquel, cuyo precio bajó más del 50%) han desequilibrado la balanza de pagos y han reducido fuertemente la liquidez disponible. Así, entre 1997 y 2009, Cuba sufrió una pérdida neta de más de 10.000 millones de dólares por la degradación de los términos del intercambio y vio su poder adquisitivo reducirse en un 15%. Por otra parte, a Cuba se le prohíbe todo acceso a los financiamientos externos del Fondo Monetario Internacional o del Banco Mundial, debido a las sanciones económicas. Los cubanos del exterior, en particular de Estados Unidos, han reducido el monto de sus remesas hacia la isla por la recesión económica. Los ingresos del turismo también han bajado por los mismos motivos. [6]

A ello se agregan las catástrofes naturales –16 ciclones en total– las cuales, entre 1998 y 2008, causaron daños por un importe superior a 20.000 millones de dólares [7] . Así, el huracán Gustav que golpeó el Caribe a finales del mes de agosto de 2008 tuvo un costo material dramático. Las provincias de Pinar del Río, Matanzas y de la Isla de la Juventud ofrecieron un espectáculo de ruina y desolación. De las 25.000 viviendas que tiene la Isla de la Juventud , 20.000 resultaron parcial o totalmente destruidas. Cerca del 45% de las casas de Pinar del Río, o sea 102.000, fueron gravemente afectadas. Fidel Castro comparó los daños que causó el ciclón a “un ataque nuclear”. [8] Por su parte, el huracán Ike de septiembre de 2008 destruyó, entre otras cosas, 323.000 viviendas, 700.000 toneladas de alimentos, una gran parte de la infraestructura eléctrica y las reservas de agua potable. [9] Por otra parte, las irregulares precipitaciones entre noviembre de 2008 y junio de 2010 afectaron a los cultivos agrícolas y redujeron las posibilidades de exportaciones de algunas materias primas alimenticias (tabaco, ron, azúcar). [10]

Todos estos factores han llevado a las autoridades a bloquear las transferencias financieras hacia el exterior a partir de 2008 con el fin de evitar la fuga de capitales extranjeros. La Habana también ha tenido que volver a negociar su deuda frente a las dificultades de pago. En cuanto al crecimiento, fue de un 2,1% para el año 2010. [11]



Notas:

[1] Raúl Castro, « Discurso pronunciado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, y Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, en la clausura del IX Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas», República de Cuba, 4 de abril de 2010. http://www.cuba.cu/gobierno/rauldiscursos/2010/esp/r030410e.html (sitio consultado el 26 de marzo de 2011).

[2] Raúl Castro, « Discurso pronunciado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la clausura del Sexto Período Ordinario de Sesiones de la Séptima Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, el 18 de diciembre de 2010, “Año 52 de la Revolución ”», República de Cuba , 18 de diciembre de 2010. http://www.cuba.cu/gobierno/rauldiscursos/2010/esp/r181210e.html (sitio consultado el 2 de abril de 2011).

[3] Agence France Presse , «Fidel Castro apoya cambios impulsados por su hermano Raúl», 18 de noviembre de 2010.

[4] Salim Lamrani, État de siège, Paris, Éditions Estrella, 2011.

[5] Ibid.

[6] Partido Comunista de Cuba , «Resolución sobre los lineamientos de la política económica y social del partido y la Revolución », Prensa Latina 18 de abril de 2011. http://www.prensa-latina.cu/Dossiers/LineamientosVICongresoPCC.pdf (site consulté le 20 avril 2011). Veáse también Andrea Rodriguez, « Alza de precio de alimentos afecta a Cuba », The Associated Press, 15 de abril de 2011.

[7] Ibid.

[8] Fidel Castro, «Un golpe nuclear», Granma, 3 de septiembre de 2008; Ronald Suárez Rivas, «Housing, the Greatest Challenge», Granma, 2 de septiembre de 2008.

[9] Marta Hernández, «Más de 320 000 casas dañadas», Granma, 11 de septiembre de 2008. Orfilio Pelaez, «Pérdidas millonarias en la vivienda», Granma, 13 de septiembre de 2008; Granma, «Cuba prioriza alimentación de damnificados por huracán Gustav», 5 de septiembre de 2008, Prensa Latina, «Cuba prosigue evaluación de daños y recuperación tras huracán Ike», 11 de septiembre de 2008; Freddy Pérez Cabrera, «Recuperar todo lo relacionado con la producción de alimentos», Granma, 11 de septiembre de 2008; EFE, «Los supermercados de La Habana presentan problemas de abastecimiento», 16 de septiembre de 2008; Wilfredo Cancio Isla, «Perdidas 700,000 toneladas de alimentos», El Nuevo Herald, 12 de septiembre de 2008; The Associated Press, «Cuba Estimates Gustav, Ike Damages at US$5 Billion», 16 de septiembre de 2008; Granma, «Información oficial de datos preliminares sobre los daños ocasionados por los huracanes Gustav e Ike», 16 de septiembre de 2008.

[10] Raúl Castro, « Discurso pronunciado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la clausura del Sexto Período Ordinario de Sesiones de la Séptima Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, el 18 de diciembre de 2010, “Año 52 de la Revolución », op.cit.

[11] Ibid.

* Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor encargado de cursos en la Universidad Paris-Sorbonne -Paris IV y en la Universidad Paris-Est Marne-la-Vallée y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula Etat de siège. Les sanctions économiques des Etats-Unis contre Cuba, París, Ediciones Estrella, 2011, con un prólogo de Wayne S. Smith y un prefacio de Paul Estrade. Contacto: Salim.Lamrani@univ-mlv.fr

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.



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domingo, 28 de agosto de 2011

CUÁNTA FALTA NOS HACE EL RESPETO

Cuánta falta nos hace el respeto


2011-08-26

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La cultura moderna, desde sus albores en el siglo XVI, está asentada sobre una brutal falta de respeto. Primero hacia la naturaleza, tratada como un torturador trata a su víctima con el propósito de arrancarle todos sus secretos (Bacon). Después, con las poblaciones originarias de América Latina. En su Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias (1562) cuenta Bartolomé de las Casas, como testigo ocular, que los españoles «en sólo 48 años ocuparon una extensión mayor que el ancho y largo de toda Europa y una parte de Asia, robando y usurpando todo con crueldad, injusticia y tiranía, habiendo sido muertas y destruidas veinte millones de almas de un país que habíamos visto lleno de gente y de gente tan humana» (Décima Réplica). Luego esclavizó a millones de africanos, traídos para las Américas, negociados como «piezas» en el mercado y consumidos como carbón en la producción.

Sería larga la letanía de la falta de respeto de nuestra cultura, culminando en los campos de exterminio nazi con la aniquilación de millones de judíos, gitanos y otras personas consideradas inferiores.


Sabemos que una sociedad sólo se construye y da un salto hacia relaciones mínimamente humanas cuando establece el respeto de unos hacia otros. El respeto, como bien lo mostró Winnicott, nace en el seno de la familia, especialmente de la figura del padre, responsable del paso del mundo del yo hacia el mundo de los otros, que surgen como el primer límite a ser respetado. Uno de los criterios de una cultura es el grado de respeto y de autolimitación que sus miembros se imponen y observan. Surge entonces la justa medida, sinónimo de justicia. Si se rompen los límites, aparece el irrespeto y la imposición sobre los demás. Respeto supone reconocer al otro como otro y su valor intrínseco, bien sea persona o cualquier otro ser.

Entre las muchas crisis actuales, la falta generalizada de respeto es seguramente una de las más graves. La falta de respeto campea en todas las instancias de la vida individual, familiar, social e internacional. Por esta razón, el pensador búlgaro-francés Tzvetan Todorov en su reciente libro El miedo a los bárbaros (Galaxia Gutenberg 2008) advierte que si no superamos el miedo y el resentimiento y no asumimos la responsabilidad colectiva y el respeto universal no tendremos cómo proteger nuestro frágil planeta y la vida en la Tierra ya amenazada.



El tema del respeto nos remite a Albert Schweitzer (1875-1965), premio Nobel de la Paz en 1952. Natural de Alsacia, era uno de los más eminentes teólogos de su tiempo. Su libro Historia de las investigaciones sobre la vida de Jesús es un clásico, por mostrar que no se puede escribir científicamente una biografía de Jesús. Los evangelios contienen historia pero no son libros históricos. Son teologías que usan hechos históricos y narrativas con el objetivo de mostrar lo que Jesús significa para la salvación del mundo. Por eso, sabemos poco del Jesús de Nazaret real. Schweitzer comprendió que el Sermón de la Montaña es histórico y es importante vivirlo. Abandonó la cátedra de teología, dejó de dar conciertos de Bach (era uno de sus mejores intérpretes) y se matriculó en la facultad de medicina. Terminada la carrera, fue a Lambarene en Gabón, en África, para fundar un hospital y servir a enfermos del mal de Hansen. Y allí trabajó, dentro de las mayores limitaciones, todo el resto de su vida.


Confesaba explícitamente: «lo que necesitamos no es enviar allí misioneros que quieran convertir a los africanos, sino personas dispuestas a hacer por los pobres lo que debe ser hecho, si es que el Sermón de la Montaña y las palabras de Jesús tienen un sentido. Lo que realmente importa es volverse un simple ser humano que, en el espíritu de Jesús, hace alguna cosa por pequeña que sea».


En medio de sus quehaceres de médico encontró tiempo para escribir. Su principal libro es Respeto ante la vida que él coloca como eje articulador de toda ética. «El bien», dice él, «consiste en respetar, conservar y elevar la vida hasta su máximo valor; el mal, en no respetar, destruir e impedir que la vida se desarrolle». Y concluye: «cuando el ser humano aprenda a respetar hasta al menor ser de la creación, sea animal o vegetal, nadie necesitará enseñarle a amar a su semejante; la gran tragedia de la vida es que muere dentro de un hombre mientras vive».


Qué urgente es oír y vivir este mensaje en los días sombríos que la humanidad está atravesando.




Leonardo Boff



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LIBIA: LOS PAÍSES OCCIDENTALES RIVALIZAN POR EL PETRÓLEO










Libia: los países occidentales rivalizan para robarse el tesoro de uno de los países más ricos en petroleo
El petroleo históricamente ha sido una razón para las guerras de conquista y el conflicto en Libia no es una excepción: los países occidentales andan a la caza del tesoro petrolero.



Internacional | Contrainjerencia | 28-08-2011 |

El petroleo históricamente ha sido una razón para las guerras de conquista y el conflicto en Libia no es una excepción: los países occidentales andan a la caza del tesoro petrolero.

Una guerra que aún no ha terminado y una nueva que ya empieza. Mientras los rebeldes libios libran feroces batallas para ocupar Trípoli, los países occidentales rivalizan para apoderarse de las reservas petroleras de este país árabe.

Entre otros Estados de África, Libia es considerada uno de los países más ricos en oro negro. Antes del comienzo del conflicto (en febrero de este año) el gobierno de Gaddafi exportaba más de un millón de barriles de petróleo diariamente, pero nada más iniciarse los ataques aéreos de la OTAN, se redujo considerablemente el suministro de este recurso.

Según varios medios, la reanudación de la exportación podría ayudar a disminuir los precios del crudo en Europa y EE. UU. De ahí que Occidente (especialmente las naciones que proporcionan apoyo a los rebeldes) intente asegurar un fácil acceso al petróleo libio a sus compañías.


Algunos analistas trazan una línea paralela entre la situación que vive Libia con la que se registró en Irak. La invasión de EE. UU. y el Reino Unido al territorio iraquí en 2003, permitió a ambos Estados anglosajones establecer un férreo control sobre sus yacimientos. Como resultado, Irak tan sólo ha podido restaurar su anterior nivel de exportaciones ocho años después de la guerra.

“El gran temor se centra en que es justo lo que hicieron en Irak. Ellos crearán una democracia que servirá a los intereses del Reino Unido, a los intereses de occidente y a los intereses de compañías petroleras. Pero no harán nada para el pueblo libio”, indicó Greg Muttitt, un experto en petróleo y política en Irak.

Las grandes multinacionales intentan a toda costa conservar y reanudar sus contratos con Libia. Pero antes de que esto suceda, los rebeldes tendrán que establecer un control firme sobre el país, ya que en las actuales condiciones, las compañías nunca enviarían a este territorio a sus empleados.

“Las potencias occidentales no lo hacen sin exigir una recompensa. ¿Por qué el jefe del Consejo Nacional de Transición se apresura en ir a París a encontrarse con el presidente francés? ¿Por qué las potencias occidentales, Tony Blair y otros muchos antes firmaron contratos con Gaddafi? Pues para explorar los pozos de petróleo”
, dijo John Rees, un activista político británico.

Los rebeldes libios esperan que los países extranjeros les ayuden a alcanzar la deseada estabilidad política, pero parece que estos persiguen otros objetivos. En este marco de conflicto de intereses se plantea una pregunta de cara a un futuro próximo: ¿Podría resultar que la competencia de las empresas petroleras por apoderarse de estos combustibles fósiles libios puedan llevar al Norte de África (e incluso al resto del mundo) a una nueva crisis basada en la avaricia por el crudo?


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GOLPE DE ESTADO FINANCIERO EN ESPAÑA. CONVOCADAS MOVILIZACIONES HOY 28-08

Golpe de Estado financiero en España















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Manifestación hoy en Madrid contra el Golpe de estado financiero




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1

01:52h. del Domingo, 28 de agosto
LAREPUBLICA.ES / TOMALAPLAZA

"Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de prioridad absoluta"

Así quedará el texto reformado en la Constitución que se aprobará de manera sumarísima. Es decir el pago a los especuladores estan por encima que la sanidad, educacion, pensiones, etc. Los especuladores primero, el pueblo las migajas.

Ante este Golpe de Estado financiero se ha convocado para hoy una manifestación en Madrid bajo el lema: “No a esta reforma de la Constitución, ni un paso atrás”. Es el lema consensuado en la asamblea extraordinaria del grupo de Economía de Sol que ha convocado una manifestación este domingo 28 en contra de la reforma de la Constitución. La marcha saldrá a las 18 horas de Atocha y se dirigirá a la Puerta del Sol, donde tendrá lugar a partir de las 20h la Asamblea General de Sol. La convocatoria coincide con la propuesta por DRY-Madrid porque se han querido sumar fuerzas. También se unen las asambleas populares de Austrias, Lavapiés, Alcorcón y previsiblemente algunas más de las que se están reuniendo a lo largo del fin de semana.


En el encuentro extraodirnario también se ha debatido una postura común frente a la reforma y se han planteado estrategias y más acciones de protesta, como una jornada ‘de lucha’el viernes 2 de septiembre (día en que el Congreso vota la propuesta de reforma de la Carta Magna) en la que todas las personas están invitadas a participar. También que los grupos de trabajo elaboren propuestas de acción concretas durante los próximos días.

Participantes del grupo de Economía han expuesto que limitar el gasto y la deuda pública, “lejos de sacarnos de la crisis, nos va a hundir“. “No permite aumentar el consumo ni generar riqueza”, han añadido.

Bajo esta premisa ha continuado una asamblea en la que han participado unas 600 personas. El GT de Economía ha explicado que en los últimos años se han privatizado más de 100 empresas públicas, lo que quiere decir que ha desaparecido una importante fuente de ingresos del estado. El paro también ha contribuido a empeorar la situación.

“En España había superávit antes de la crisis provocada por la burbuja inmobiliaria. Con la crisis se han recortado los derechos sociales y se han reducido los ingresos. Al Estado solo le quedaba la vía de emitir deuda”, han contado, “los bancos y las aseguradoras han prestado dinero y están exigiendo a los ciudadanos y ciudadanas que paguemos la crisis”.

Así, han señalado que la deuda pública española ronda el 70%, lejos del 200% de Japón y del 80% de la deuda de Francia o Alemania. “Nos piden medidas de austeridad en nuestro estado del bienestar y la deuda pública no es el problema”. En ese sentido, Economía ha resaltado que destinar presupuesto a sanidad, educación y a los servicios públicos es una inversión, no un gasto, y que algunas medidas que puede tomar el Estado es subir los impuestos de las grandes fortunas, luchar contra el fraude, acabar con los paraísos fiscales y la corrupción y luchar contra el 20% de paro.

¿Cómo se han atrevido a plantear una reforma constitucional?

Es la pregunta de uno de los participantes, que ha iniciado el debate después de la intervención de Economía. La propuesta de reforma constitucional atenta, en su opinión, contra el artículo 1 de la Constitución, que dicta que España se constituye en un Estado de derecho. “Todos contribuimos al sistema tributario según principios de igualdad y progresividad, pero le falta un principio: el sistema tributario tiene que ser suficiente para que funcione el estado social“.

En esa línea, en otra intervención han llamado la atención sobre que los recortes “no son a partir de 2020, sino que se van a empezar a aplicar ya”. Según ha estimado el grupo de Política de la Asamblea de Alcorcón, el recorte será de más de 70.000 millones de euros al año (equivalente a un 7% del PIB).

Contra una reforma de urgencia

Precisamente esta madrugada PP y PSOE, después de 24 horas de negociación, han acordado la reforma que limita el déficit público. “¿Por qué no un acuerdo rápido para reformar ley electoral?“, se ha preguntado un participante, quien ha destacado que el Movimiento 15M pide democracia participativa, y esta reforma “empeora situación democrática”. “Habría que plantear a los ciudadanos dónde queremos recortar, como en el gasto militar o en los rescates a los bancos”.

“Estamos ante una crisis de legitimidad de los representantes. El Parlamento no cuenta con legitimidad para llevar adelante esta reforma, no es lo mismo la legalidad que la legitimidad”, ha reivindicado otra persona.

Más textos sobre el techo de gasto y esta reforma de la Constitución

Al margen de lo que se dijo en la asamblea extraordinaria, enlazamos aquí algunos documentos que aportan argumentos para el análisis y el debate. Recomendamos repasar también la entrada “Sobre la reforma de la Constitución” en este mismo blog para más información.



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viernes, 26 de agosto de 2011

PP Y PSOE CONSTITUCIONALIZAN EL CAPITALISMO SALVAJE Y NEOLIBERAL

"El PP y el PSOE Constitucionalizan el capitalismo salvaje y neoliberal"



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Carta Abierta de Antonio Romero a la Ciudadanía




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2

15:08h. del Viernes, 26 de agosto
Zapatero y Rajoy atracan la Constitución y entregan el botín a los mercados.

El PP y el PSOE Constitucionalizan el capitalismo salvaje y neoliberal.

El PSOE y el PP cuentan con el 92% de los parlamentarios pero solo con el 66% de los votos, es la ley electoral, fraudulenta y canalla, la que da ese resultado.

Estimados ciudadanos:

Estimadas ciudadanas: Zapatero y Rajoy van del brazo como Santa Justa y Rufino, a cumplir con urgencia las exigencias de los mercados, de los especuladores y de las expresiones políticas de las derechas económicas de Francia y Alemania, con el aplauso del Banco Central Europeo y del Fondo Monetario Internacional. Elevar a rango constitucional el nivel de endeudamiento de las administraciones públicas es limitar el papel del Estado y de lo público y dar manga ancha, sin ningún límite, a los mercados, al capital, a la Banca. La salida a la crisis de los sectores más ultra liberales es la siguiente: Más libre empresa, más capitalismo ,menos Estado, más competencia, menos impuestos, menos subvenciones y ayudas.

Zapatero y Rajoy abre la Constitución sin que figurara en sus programas electorales, utilizando la vía parlamentaria sin convocar referéndum para que el pueblo español se pronuncie sobre esta importante reforma. Hemos de destacar que el PSOE y el PP cuentan con e l 92% de los parlamentarios pero solo con el 66% de los votos (la Constitución se aprobó, en su día, con el 88% de los votos favorables). La ley electoral, fraudulenta y canalla, es la que da ese resultado. Es una vergüenza y un escándalo que Zapatero y Rajoy abusen de su aritmética parlamentaria para meter por la puerta de atrás, por el postigo, la reforma de la Constitución con el respaldo del palanganero del acuerdo y candidatos del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Zapatero, con ayuda de la derecha y de los empresarios, atracó las pensiones, los derechos laborales, atracó el sueldo de los empleados públicos, privatizó aeropuertos, lotería nacional, entregó dinero público a la Banca y ahora llevan a cabo un golpe de estado en toda regla, contra la Constitución de 1978.



La limitación de los recursos, la crisis energética, alimentaria, ecológica, de valores, la crisis del sistema por la que atravesamos, ha hecho que el capital, que hasta ahora le ha ido bien con el papel de los estados-nación para socializar su modelo y sus valores, plantea ahora una nueva estrategia con golpes autoritarios y que faciliten la entrada de capital privado en áreas hasta ahora reservadas a los estados. La limitación del gasto público obligará a privatizar sectores económicos y empresas públicas, a recortar prestaciones sociales. Ese retroceso de lo público dejará el camino abierto en enseñanza, en sanidad, en servicios sociales, en trasporte público, en la gestión del agua, de los residuos, para la entrada del capital privado.

La Constitución debe reformarse para aumentar la calidad democrática, por ejemplo, hacer una nueva ley electoral donde cada voto valga igual. Un referéndum vinculante para temas de especial trascendencia, iniciativa legislativa popular con menos firmas y obstáculos para que los ciudadanos la utilicen, trasparencia del gasto público, un poder judicial controlado por la ciudadanía, un debate sobre monarquía o república, dar rango constitucional al “no a la guerra” y a la no presencia de bases militares extranjeras, acceso a las televisiones públicas y privadas y un abanico de peticiones que realiza, para una democracia real, el movimiento 15M. En materia de derechos económicos, sociales y ambientales: establecer un mandato constitucional para crear una banca pública, impulsar una fiscalidad mas proporcional para que pague más el que más tiene, poner fin a la vergüenza de más de 60 paraísos fiscales en el mundo, que funcionan como la caja B del capitalismo. No puede haber viviendas vacías y familias sin vivienda. Impulsar la reforma agraria integral, la renta básica, los derechos medioambientales y la lucha contra la contaminación acústica. Limitar los salarios altos y la defensa de la sanidad pública y de la enseñanza pública.

Con esta reforma, el PSOE y el PP dan un giro pro capitalista a la Constitución de 1978, incluyendo un nuevo artículo que al parecen ya han pactado en el título VII de la Constitución, título que se ocupa de la organización y distribución de la riqueza nacional.

La Hacienda está subordinada al interés general y a la iniciativa pública. Se establece la participación en la empresa y los organismos públicos como la Seguridad Social. Todo ello sin olvidar la atención a la modernización y desarrollo de los sectores económicos, sobre todo de los más desfavorecidos. Se permite la planificación económica, y la creación de haciendas locales. Y se determinan cuáles son los bienes de dominio público. Esto permitirá establecer los mecanismos de financiación de las comunidades autónomas así como el Fondo de Compensación Territorial. Los gastos del Estado deben presentarse en unos presupuestos. Los presenta el Gobierno para que sean aprobados por las Cortes Generales. Además, el Gobierno podrá emitir deuda pública y contraer crédito. Todos los gastos e ingresos, y la gestión económica del Estado estarán fiscalizados por el Tribunal de Cuentas.

Blindar constitucionalmente el nivel de endeudamiento de las administraciones públicas; blindar la monarquía, hacer una reforma autoritaria, sin referéndum, muestra la verdadera cara del bipartidismo y el poder de los mercados que tienen en su nómina actuando a favor de sus intereses, a Zapatero, a Rajoy, a Rubalcaba, al bipartidismo corrupto que sufrimos en España. Es hora de que se vaya tejiendo una respuesta social desde abajo, contundente, que abra camino a nuevos horizontes de paz, de igualdad, de más calidad democrática, de valores republicanos y de gestión democrática de los recursos. Que diga NO a este golpe de estado de los mercados y de sus lacayos.

ANTONIO ROMERO RUIZ

EXPARLAMENTARIO DE IU, PRESIDENTE DE HONOR DEL PCA Y COORDINADOR DE LA RED DE MUNICIPIOS POR LA III REPÚBLICA



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EL CAPITALISMO SALVAJE TOMA LAS CALLES


Tala y quema como la nueva normalidad: el capitalismo salvaje toma las calles
David Harvey · · · · ·

14/08/11





El Daily Mail los llamó “adolescentes nihilistas y salvajes”; jóvenes enloquecidos de todos los ámbitos de la vida correteando por las calles e irreflexiva y desesperadamente lanzando ladrillos, piedras y botellas a los policías mientras aquí saqueaban y allá encendían hogueras, jugando con las autoridades al gato y al ratón en una carrera de “agarra-todo-lo-que-puedas” mientras se 'twitteaban' para acudir de un objetivo a otro.



Me llamó la atención el uso de la palabara “salvaje” (feral). Me recordó cómo los communards en el París de 1871 eran retratados como animales salvajes, como hienas que merecían ser ejecutadas sumariamente en nombre de la santidad de la propiedad privada, la moral, la religión y la familia, algo que sucedió poco después con frecuencia. Pero entonces la palabra me llevó a otra asociación: a Tony Blair atacando a los “medios de comunicación salvajes” (feral media) que le habían alojado cómodamente en el bolsillo izquierdo de Rupert Murdoch sólo para ser sustituido cuando Murdoch se sacó de su bolsillo derecho a David Cameron.



Veremos por supuesto el inevitable debate histérico entre quienes se inclinan a ver los disturbios como una cuestión de pura, desbridada e inexcusable criminalidad, y quienes ansían contextualizar los hechos contra el telón de fondo de una mala política: el racismo continuo, la persecución injustificada de los jóvenes y las minorías, el desempleo masivo entre los jóvenes, la creciente privación social y una miope política de austeridad que nada tiene que ver con la economía y sí con la perpetuación y consolidación del poder y la riqueza personales. Algunos puede que incluso lleguen a acercarse a condenar tímidamente las características alienantes de los trabajos carentes de sentido de estos jóvenes, características también de su vida cotidiana en el medio del inmenso, pero mal distribuido, potencial para el florecimiento humano.





Con suerte, se formarán comisiones de investigación que repetirán lo que se dijo de Brixton y Toxteth en los años de Thatcher. Y digo “con suerte”, porque los instintos salvajes del actual Primer ministro parecen más inclinados a permitir el uso de los cañones de agua, lanzar los gases lacrimógenos y las balas de goma mientras pontifica grandilocuentemente sobre la pérdida de valores morales, el declive del civismo y el triste deterioro de los valores familiares y la disciplina entre la juventud descarriada.



Pero el problema es que vivimos en una sociedad en la que el capitalismo mismo se ha convertido en algo desenfrenadamente salvaje. Políticos salvajes mienten a su costa, banqueros salvajes saquean las cuentas públicas hasta dejarlas vacías, directores ejecutivos, operadores de fondos de inversión libre y genios de la arquitectura financiera se apoderan de la riqueza, las compañías de teléfonos y tarjetas de crédito cargan misteriosos costes en las facturas de todo el mundo, los tenderos inflan los precios, y, en la cima de la pirámide, los estafadores y artistas del timo juegan el trile en los escalafones más altos del mundo político y empresarial.



Una economía política de desposesión masiva está a la orden del día, una economía política de prácticas depredadoras que han llegado hasta el robo a plena luz, particularmente de los más pobres y vulnerables, de la gente común y de los más desprotegidos legalmente. ¿Todavía cree alguien que es posible encontrar a un capitalista honesto, a un banquero honesto, a un político honesto, a un tendero honesto o a un agente de policía honesto? Sí que existen. Pero sólo como una minoría a la que todos los demás contempla como estúpidos. Espabílate. Consigue beneficios fáciles. ¡Defrauda y roba! Las posibilidades de que te cojan son mínimas. Y en cualquier caso, hay un sinfín de maneras de blindar la riqueza personal de los costes de un proceso por malversación empresarial.



Lo que digo puede sonar chocante. La mayoría de nosotros no lo ve porque no quiere. Ciertamente, ningún político se atreve a decirlo y la prensa sólo tendrá espacio para cubrir de desprecio a quien sostenga esta opinión. Pero me atrevo a pensar que quienes participaron en los disturbios saben exactamente a lo que me refiero. Ellos sólo están haciendo lo que todos los demás, aunque de otra manera: más descarada, más visible y en las calles. El thatcherismo desencadenó los instintos salvajes del capitalismo (los “espíritus animales” del emprendedor, cómo los llamaban con cierto apuro) y no ha surgido nada para frenarlos desde entonces. La tala y quema es abiertamente el lema de las clases dirigentes casi en todas partes.



Ésta es la nueva normalidad en que vivimos. Esto es de lo que la próxima gran comisión de investigación debería ocuparse. Cualquiera, no sólo los alborotadores, debería ser llamado a declarar. El capitalismo salvaje debería ser juzgado por crímenes contra la humanidad así como por crímenes contra la naturaleza.



Tristemente, esto es lo que los inconscientes participantes en los altercados no puede ver o pedir. Todo conspira para prevenirnos de verlo y también de pedirlo. Esta es la razón por la que el poder político se viste a toda prisa con la toga de la superioridad moral y la razón untuosa, para que nadie pueda verlo como lo que es sin ella: algo irracional, estúpido y corrupto.



Pero hay varios rayos de esperanza en el mundo: los movimientos de indignados en España y Grecia, los impulsos revolucionarios en Latinoamérica, los movimientos campesinos en Asia, todos ellos son comienzos de ver más allá del enorme engaño con el que el capitalismo mundial, depredador y salvaje, ha cubierto el mundo. ¿Cuánto tiempo nos llevará al resto darnos cuenta y reaccionar? ¿Cómo podemos comenzar otra vez de nuevo? ¿Qué dirección deberíamos de tomar? Las respuestas no son fáciles. Pero una cosa sabemos con seguridad: sólo podemos obtener las respuestas correctas haciendo las preguntas correctas.



David Harvey es un geógrafo, sociólogo urbano e historiador social marxista de reputación académica internacional. Entre sus libros traducidos al castellano: Espacios de esperanza (Akal, Madrid, 2000) y El nuevo imperialismo (Akal, Madrid, 2004). Actualmente, es Distinguished Professor en el CUNY Graduate Center de Nueva York. Su último libro es A Brief History of Neoliberalism [traducción castellana: Breve historia del neoliberalismo , Madrid, Akal, 2007]. Mantiene un más que recomendable blog: Reading Marx's Capital blog.



Traducción para www.sinpermiso.info: Àngel Ferrero


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RECOGIDA DE FIRMAS EN PETICIÓN DE REFERENDUM PARA RATIFICAR LA REFORMA CONSTITUCIONAL


http://actuable.es/peticiones/pide-referendum-ratificar-reforma-la-constitucion?utm_source=action_alert&utm_medium=email&alert_id=lRfIpgExwN_mfIhTMYkBg


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jueves, 25 de agosto de 2011

UN REFERENDUM NECESARIO SOBRE LA REFORMA CONSTITUCIONAL QUE LIMITA EL DÉFICIT


Un referéndum necesario

Economia política, Estado del Bienestar, Política Catalana, Política Española

Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario PÚBLICO, 25 de agosto de 2011


Este artículo señala la necesidad de que la medida de limitar el gasto público que el presidente Zapatero propone que se inscriba en la Constitución Española, medida que ha sido apoyada por el Partido Popular, se debata a nivel de todo el país, con la participación de toda la población a través de un referéndum vinculante. La importancia de esta medida –que dificultaría la corrección del enorme déficit de gasto público social (que constituye la mayoría del gasto público) que existe en España- exige que se convoque tal referéndum, lo cual es posible si el 10% del Senado o el 10% del Congreso lo solicitan. La aprobación de tal medida sin la participación de la mayoría de la ciudadanía significaría no solo mantener el gasto público social por habitante más bajo de la UE-15 sino reproducir la insuficiencia que existe en la democracia española.
Resultado de una Transición inmodélica de la dictadura a la democracia (realizada bajo el enorme dominio de las fuerzas conservadoras herederas del régimen dictatorial anterior), el sistema democrático español es escasamente representativo, no sólo por estar basado en un proceso electoral muy poco proporcional (que se aleja mucho del principio de que cada ciudadano debiera tener la misma capacidad de decisión en la gobernanza del país), sino también por el escasísimo espacio que se ofrece a la ciudadanía para participar en las decisiones públicas que afectan el bien común. La democracia queda limitada en España a votar cada cuatro años sin que se le ofrezca a la ciudadanía la oportunidad de participar en referéndums vinculantes y otras formas de democracia directa que permitieran una mayor capacidad de incidencia de los ciudadanos en el quehacer común. Es cierto que hay posibilidades de hacer referéndums a nivel del Estado central, pero no es ni fácil ni frecuente, como demuestra la escasez de referéndums que ha habido en España durante el periodo democrático. La única expresión de desaprobación que los representados tienen a su alcance es dejar de votar o votar por opciones distintas cada cuatro años. Ello es un indicador de lo enormemente limitada que es la democracia española.
Hemos estado viendo recientemente cómo partidos gobernantes (tanto a nivel central como autonómico) están aprobando medidas altamente impopulares, que no estaban incluidas en sus propuestas electorales, y que se están llevando a cabo supuestamente por mandato de los mercados financieros, a quienes nadie ha elegido. El 82% de la ciudadanía estaba en contra, por ejemplo, del retraso de la edad de jubilación; el 86% en contra de la congelación de las pensiones; el 68% en contra de los recortes del gasto sanitario, y así un largo etcétera, lo cual no fue un obstáculo para que la mayoría de las Cortes españolas aprobaran tales medidas. Una consecuencia de ello es la enorme distancia que se está creando entre representados y representantes, con la pérdida de legitimidad de los últimos. No es de extrañar que la clase política dominante esté considerada por la población como el tercer gran problema que tiene el país.

Y estamos a punto de ver otro caso en el que una decisión de enorme trascendencia (la reforma de la Constitución, para garantizar un límite al gasto público) se está proponiendo por la dirección de los dos partidos mayoritarios, medida que no estaba en el programa electoral de ninguno de ellos (y que afectará negativamente a la calidad de vida de la mayoría de la población). Y ello sin que se haya consultado al pueblo español, argumentándose, además, que el Estado –como ha dicho en varias ocasiones Rajoy (el dirigente político español que ha promocionado tal medida de limitación de gasto público con mayor frecuencia)– no puede vivir por encima de sus posibilidades. En realidad, España se gasta mucho menos en su sector público (del cual, el capítulo más grande es el del Estado del bienestar) de lo que debiera por su nivel de desarrollo económico. El PIB per capita de España es ya el 94% del promedio de la UE-15, mientas que el gasto público social por habitante (que incluye gasto en pensiones, en sanidad, en educación, en servicios domiciliarios a personas con dependencia, en escuelas de infancia, en servicios sociales, en ayudas a las familias, en vivienda social, entre otros) es sólo el 74% del promedio de la UE-15. Si fuera el 94% (como debiera ser), nos gastaríamos 66.000 millones de euros más en nuestro Estado del bienestar de lo que nos gastamos ahora.
El problema del sector público (del cual el mayor componente es el Estado del bienestar) no es que sea excesivo, sino que está poco desarrollado. España está a la cola de la Europa social (su gasto público social por habitante es el más bajo de la UE-15). Como resultado de ello, sólo uno de cada diez españoles adultos trabaja en los servicios públicos (primordialmente en los servicios públicos del Estado del bienestar). En Suecia, sin embargo, es uno de cada cuatro. Si en España fueran cuatro, se crearían casi cinco millones de puestos de trabajo, eliminándose el desempleo.
Y no nos engañemos. Lo que desean las fuerzas conservadoras, lideradas por Merkel y Sarkozy en la UE, y por Rajoy en España (y ahora por Zapatero), es salir de la crisis a base de reducir todavía más los ya escasamente financiados estados del bienestar de los países periféricos de la eurozona, incluyendo España. De ahí su propuesta de escribir en piedra (poniéndolo en la Constitución) la limitación del gasto público exigiendo una eliminación del déficit público. Su aplicación a España significaría un obstáculo para la corrección de su enorme déficit social. Exigir limitaciones de tal gasto (en un contexto de escaso crecimiento y de reducción de impuestos) no es sólo un suicidio económico (pues se pierde la oportunidad de estimular la economía), sino también una condena a mantener subfinanciado el Estado del bienestar español.
Los ingresos al Estado español son de los más bajos de la eurozona, representando sólo un 34% del PIB (el promedio de la UE-15 es un 44%, y en Suecia un 54%) y ello resultado de una política fiscal sumamente regresiva que favorece enormemente a las rentas superiores a costa de las rentas del trabajo (en las que se incluye a la mayoría de la ciudadanía). De ahí el bajo gasto público, incluyendo el social. Querer frenar este gasto significa, en la práctica, congelar (por mucho que lo nieguen los que proponen tal medida) cualquier corrección de este enorme déficit.
De ahí que se necesite una movilización popular para que tal medida pueda ser confirmada o rechazada por la población española, de la cual deriva todo el poder del Estado. Es importante que a los representantes se les recuerde este principio básico de cualquier democracia.


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LO QUE ESTÁ PASANDO EN LONDRES


LO QUE ESTÁ PASANDO EN LONDRES


Por Francisco Garrido, Agro-Ecologista
"...El Reino Unido es el séptimo país done más ha crecido la desigualdad desde los años ochenta según un informe de la OCDE del 2011..."

"...Londres es la ciudad con más desigualdad del mundo desarrollado. La décima parte más rica acumula 273 veces más renta que la décima parte más pobre de la población londinense. Se trata de las 933336 libras esterlinas de los ricos contra las escasas 3.420 de los pobres..."



El tres de agosto, muy pocos días antes del comienzo de los disturbios, la marca de moda Desigual eligió Londres para presentar su nueva colección diseñada por Christian Lacroix, fue en la elegante y carísima Oxford Street.


Ignoro si la firma española sabia que Londres es en este momento la capital desarrollada con mayor nivel de desigualdad social. Seguramente no. Lo que probablemente si conocía Desigual era un sondeo realizado y publicado por MasterCard que situaba a Londres como la capital financiera del mundo.


Le acompañan ciudades como Nueva York, Chicago, Singapur, Shangai, Tokio, Dubai, Seúl o Sao Paulo. Estas ciudades son las verdaderas patrias donde viven y operan la clase financiera dirigente mundial.


Pero en ellas, y en especial en Londres, viven otras gentes que todos los días ven, y sufren, como viven estas gentes , como derrochan, como explotan. La desesperada espiral de violencia que padece en estos momentos Londres, algo tiene que ver con esto.


La tasa de desempleo del reino Unido estas algo por encima del 10%. Pero los jóvenes menores de 25 años la tasa de paro es de un 21% en todo el Reino Unido, en algunos barrios de Londres, como Tottenham, done han empezado los disturbios, es superior al 25%.

Las políticas de la Big Society de Cameron han recortado en más de un 50% las ayudas sociales sobre las que se mantenían gran parte de la población desempleada.
¿Explican esas tasas de paro y pobreza la violencia que se ha desatado? No. La violencia social o colectiva esta más relacionada con la desigualdad que con la pobreza. Es algo muy conocido tanto por la sociología como por la psicología social en los estudios sobre las causas de los conflictos. Y en lo tocante a la desigualdad los datos son demoledores.


El Reino Unido es el séptimo país done más ha crecido la desigualdad desde los años ochenta según un informe de la OCDE del 2011 ( el coeficiente de Gini del 0,34). Entre Mayfair y cualquiera de los distritos que se encuentran más allá de la zona 3 se está creando una distancia social que parece configurar mundos respectivamente extraños.


En el 2010, Javier Callejo en un artículo sobre Londres ya advertía : “Unos van en Ferrari o Rolls Royce desde la puerta de su casa a la esquina. Otros, tienen que recorrer en bicicleta trayectos de más de diez kilómetros para acudir al centro de trabajo, ante la imposibilidad de costearse el abono del caro transporte público.


Se trata del acceso a la virtud ecológica por la imperiosa necesidad económica”.El coste medio semanal de una vivienda en Londres está ya por encima de las cuatrocientas libras.


Londres es la ciudad con más desigualdad del mundo desarrollado. La décima parte más rica acumula 273 veces más renta que la décima parte más pobre de la población londinense. Se trata de las 933336 libras esterlinas de los ricos contra las escasas 3.420 de los pobres.


Danny Dorling, profesor de Geografía Humana de la Universidad de Sheffield Londres afirma que esta tasa de desigualdad nos recuerda la existente en las sociedades esclavistas. En Londres tanto en la parte superior de la renta (los más ricos) como en la parte inferior (lo más pobres) las cifras son superiores en un 10% al resto de las islas británicas.


La proporción de hombres que mueren antes de los 65 años es un 20% % superior en Londres a la media británica. La tasa de embarazo de menores de edad un 50% superior en Londres al promedio del Reino Unido.

La capital financiera del mundo es también la capital de las desigualdades del mundo desarrollado. Las londinenses y los londinenses pobres, y jóvenes, y negros, y…; esos centenares de miles que van en bicicleta no por que sean ecologistas sino por que son pobres, tienen que cruzarse o que limpiar , si trabajan, todos los días con lujosos coches, con mansiones descomunales, con joyerías deslumbrantes, y con los templos financieros donde se vende y se compra la sangre y la savia del mundo.


Algunos de esos, los más desesperados, quizás lo mas jóvenes, son los que han montado en Londres un aquelarre de fuego y rabia para que el mundo se entere.


Que nadie se engañe sobre lo que pasa en Londres pues es lo mismo que yo, quizás tu y tu, soñamos muchas noches cuando la insoportable repugnancia de la injusticia borra el dulce sabor de la esperanza.


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martes, 23 de agosto de 2011

UN PARLAMENTO MORIBUNDO MODIFICARÁ LA CONSTITUCIÓN PARA LIMITAR EL DÉFICIT

Las redes sociales exigen un referéndum: #yoquierovotar

Un Parlamento moribundo cambiará la Constitución





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17:25h. del Martes, 23 de agosto
IU ha avisado este martes de que "no es aceptable" que "un Parlamento moribundo" tramite una reforma de la Constitución para fijar un límite de déficit y ha adelantado que su formación exigirá que esa modificación sea sometida a referéndum porque, desde su punto de vista, supone "la amputación del Estado de bienestar".

"Es un tema suficientemente serio como para que sea sometido a referéndum", ha sañalado el portavoz de IU en el Congreso, para quien unas Cortes "que prácticamente tienen convocadas ya las elecciones decidan sobre algo tan importante". Y es que, en su opinión, la reforma constitucional que propugnan los dos partidos mayoritarios plantea una disyuntiva a los ciudadanos: "O Estado con Estado de bienestar o Estado en el que funciona únicamente la ley de la selva o la ley del mercado".

Por todo ello, IU exigirá que la modificación constitucional si finalmente se lleva a término, tenga que someterse luego al aval de los ciudadanos. La Carta Magna prevé que los cambios constitucionales que no obligan por sí mismos a ser ratificados en referéndum se sometan a este tipo de consulta si así lo reclama un diez por ciento de los miembros del Congreso o el Senado, una cifra a la que no llega la suma de todos los partidos minoritarios.

Las redes sociales piden un referéndum


A su vez, partidarios de que la reforma constitucional para incluir el límite de déficit se apruebe contando con referéndum entre los ciudadanos se han movilizado en Twitter y en apenas tres horas han hecho de#yoquierovotar uno de los temas más citados.

Ese tipo de reforma, según establece la propia Constitución, sólo requiere referendum en caso de que así lo solicite el 10% de los miembros de alguna de las dos cámaras. Por ahora, sólo los portavoces de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, y de Iniciativa per Catalunya, Nuria Buenaventura, han expresado su intención de formalizar esa exigencia.

La previsión del Gobierno es que los parlamentarios partidarios del referendum no lleguen a ese 10%, porque en caso de tener que convocarlo no daría tiempo de aprobar la reforma antes del final de la legislatura.

Cayo Lara pide también un referéndum

Para el Coordinador General de IU, Cayo Lara, "tras más de un año de recortes sociales, salariales y laborales, Zapatero anuncia llevar el déficit 0 a la Constitución. Esa propuesta del PP de la que Rubalcaba, se reía, la exige el BCE al servicio de la especulación financiera. Roba más soberanía nacional, impide orientar las políticas económicas a los Gobiernos e hipoteca el futuro. La sumisión a los mercados no tiene límites. El último regalo envenenado de ZP con apoyo del PP, si no lo paramos".



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lunes, 22 de agosto de 2011

"VEINTE AÑOS DE REFORMAS A LOS OJOS DE LOS RUSOS"


El 72% ha experimentado en alguna ocasión el deseo de "pasar por las armas" a todos los corruptos y especuladores

El 80% de los rusos rechaza el capitalismo





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El 72% ha experimentado en alguna ocasión el deseo de "pasar por las armas" a todos los corruptos y especuladores




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00:35h. del Lunes, 22 de agosto
Víktor Trushkov / Pravda

Traducido del ruso por Josafat S.Comín

Recientemente se publicaron los resultados de un estudio sociológico pormenorizado: “Veinte años de reformas, a ojos de los rusos”. Los investigadores del Instituto de Sociología de la Academia de Ciencias de Rusia (IS ACR) en colaboración con una representación de la Fundación “Friedrich Ebert” en la Federación Rusa, llevaron a cabo un estudio sociológico en abril de 2011, con una muestra representativa de todos los territorios y regiones económicas del país, así como de Moscú y San Petersburgo. Fueron entrevistadas 1750 personas, mayores de edad en representación de 11 grupos sociales de población: Obreros de fábricas, minas y la construcción, profesionales de carreras técnicas e ingeniería, intelectuales de humanidades (científicos, profesores de universidad, maestros de escuela, profesores de secundaria); empleados de comercio, de la esfera de servicios, de transporte y comunicaciones; funcionarios, pequeños y medianos empresarios, militares y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad; habitantes de zonas rurales, jubilados en zonas urbanas; estudiantes universitarios; desempleados. La investigación se llevó a cabo en 58 núcleos de población y el conjunto de los encuestados fue proporcional a la población de las megalópolis, de las ciudades medias, de las ciudades pequeñas y de los pueblos.

El mérito del trabajo de investigación aún es mayor si tomamos en cuenta que cogieron como base empírica los resultados del estudio que se llevó a cabo por el Instituto de Estadística de la Academia de Ciencias en 2001: “La nueva Rusia, 10 años de reformas”.

Por cuanto la investigación se produjo siguiendo el mismo modelo de muestreo, utilizando una serie de preguntas tipo (indicadores), en el presente informe se presenta la oportunidad de realizar un análisis comparativo, que no solo arroja luz sobre el estado actual de la conciencia social, sino también sobre las tendencias de su desarrollo, y las particularidades de su manifestación en diferentes etapas de las reformas. Estamos refiriéndonos a los dos periodos en la vida del país: los años 90 y la primera década del 2000.

La tarea científica de esta concienzuda investigación se plantea del siguiente modo por sus responsables (director del colectivo de investigadores y del IS de la ACR, M.Gorshkov, y como responsable consultor, el director de la delegación rusa de la Fundación F.Ebert en Rusia, el doctor R.Krumm): “En un corto espacio de tiempo cambió prácticamente todo: el sistema económico y político, el gobierno, el modo de vida acostumbrado etc. Por eso es especialmente relevante volver la mirada a los acontecimientos de hace 20 años, y ver como son percibidos por las actuales generaciones de rusos. También es de excepcional importancia analizar el modo en que esos cambios influyeron en la vida de nuestros conciudadanos, en su bienestar material y social, en sus posibilidades de autorrealización, en la evolución de su percepción cosmovisiva, en su identificación nacional, en su visión del mundo que les rodea, en le papel y lugar en la vida de la sociedad, del Estado, de los institutos democráticos y sus normas, etc”.

El conocer el informe analítico permite tomar conciencia del enorme material empírico que allí aparece reflejado. Los 169 esquemas y gráficos que acompañan la investigación permiten hacerse una idea del volumen de los datos empíricos que han tenido que analizar los investigadores. Lógicamente, los datos sociológicos concretos recogidos por los sociólogos, ofrecen la posibilidad de hacer varias lecturas de los mismos. Los autores del informe se han esforzado por abordar los acontecimientos de un modo objetivo, “auparse por encima de los intereses” de diferentes grupos sociales que conforman la Rusia actual. Ponen mucho celo en evitar las generalizaciones, en las que pudieran darse valoraciones negativas del sistema social, que se ha formado en estos 20 años de restauración capitalista. Incluso, para mantener ese conformismo en relación con aquellos, en cuyas manos se encuentran las riendas de la economía y política en la Rusia contemporánea, los sociólogos se permiten en ocasiones cierto eclecticismo metodológico. Un ejemplo claro de esto lo encontramos en la selección del muestreo: como ya hemos señalado anteriormente; los sociólogos parten de la base de que en la Rusia actual, los grupos sociales importantes están representados por los obreros, técnicos e ingenieros, intelectuales de humanidades, pequeños empresarios, etc. Sin embargo en el informe publicado no aparecen las relaciones entre los grupos sociales mencionados (en particular, entre obreros y empresarios) y los procesos y fenómenos políticos y sociales.

La elección del fundamento metodológico y la interpretación teórica del material empírico, es sin duda prerrogativa de los investigadores. Pero eso en modo alguno nos priva de nuestro derecho a analizar desde nuestra perspectiva ese riquísimo conjunto de datos sociológicos que arroja el informe: “Veinte años de reformas a ojos de los habitantes de Rusia”. Y por eso hemos decidido aprovechar nuestro derecho profesional y ciudadano de ofrecer hoy al lector esta primera publicación, en la que de un modo algo distinto que en el informe analítico, -no desde el punto de vista del positivismo, sino del materialismo histórico- se analiza ese material empírico que se presenta a la opinión pública en el trabajo conjunto del Instituto de Sociología de la ACR y de la Fundación Ebert. Cada una de las publicaciones que tenemos previstas se concentrará en una de las problemáticas socio-políticas concreta.


Este ciclo que se propone, no persigue en modo alguno reescribir un informe alternativo. Simplemente nos permitimos escoger del informe “Veinte años de reformas a ojos de los habitantes de Rusia”, aquellos aspectos de la investigación que ayuden a entender mejor, a la clase de trabajadores por cuenta ajena del trabajo físico e intelectual, sus intereses principales, incompatibles con el modo de vida capitalista, y ayuden a las masas de trabajadores a introducirse en la concepción marxista-leninista. Distancia generacional El año 2011 no guarda ningún parecido con un poste fronterizo. Y ni siquiera las elecciones parlamentarias de sexta legislatura en ciernes, harán que se parezca. Y sin embargo el 2011 cumple a la perfección el papel de mojón. Nos separan 20 años, no solo del golpe de estado “gorbachovo-yelsiniano”, también de la contrarrevolución, o lo que es lo mismo de la sustitución de un sistema político-social por otro, opuesto. Lo interesante de estos veinte años que han pasado, no es que la cifra acabe en cero. Dos décadas son un intervalo generacional. Hoy van a pasar a la reserva de las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia, unos chavales, que no conocieron el Poder Soviético: Son en el sentido más riguroso, hijos de la contrarrevolución burguesa de 1991, coetáneos de la restauración capitalista. Y que decir de los que acaban la universidad o una diplomatura. Los atributos materiales de su existencia antes de aquel agosto del 91, eran los pañales y los chupetes. Su socialización primaria, es decir, las primeras normas de conducta que aprendieron, el saber como coger la cuchara o la pronunciación de su primera frase con sentido, las aprendieron ya en la “época moderna”. Todo esto son también productos del modo de vida capitalista, impuesto al país hace 20 años. Dos décadas suponen un periodo histórico significativo. Transcurridos 20 años desde la Gran revolución Socialista en la Unión Soviética, se celebraron –de acuerdo a la Constitución estalinista- las primeras elecciones al Soviet Supremo de la URSS, mediante voto directo y secreto. En su intervención en un acto electoral el 11 de diciembre de 1937, I.Stalin dijo: “El socialismo no solo es algo que estamos construyendo, se ha convertido en un modo de vida, en costumbre del día a día del pueblo. Hace 10 años aún podían caber discusiones sobre si podemos construir o no el socialismo. Hoy eso ya no es motivo de debate. Ahora es una cuestión de hechos concretos, de la vida misma, de la cotidianidad, que atraviesa toda la vida del pueblo. Es lo que llamamos socialismo con hechos. En nuestros campos trabajan la tierra sin latifundistas ni terratenientes. Dirigen los trabajos gente del pueblo. Eso es lo que llamamos socialismo”. El sistema político y social soviético, solo necesitó 20 años para sentar las bases de la construcción del socialismo. ¿Les han bastado 20 años a los vencedores de aquella contrarrevolución burguesa de agosto, para consolidar el modo de vida capitalista en Rusia? Parece que sí. Como demuestran los datos del Instituto de Estadística, en el país hay cerca de 950 mil empresarios, es decir gente, que poseen medios de producción, grandes y medianos, sobre el principio de la propiedad privada; el 0,2% de la población del país es dueño del 70% de la riqueza nacional; 101 empresarios rusos tienen bienes por valor de más de mil millones de dólares. En el campo bajo el letrero de granjas, unos centenares de hombres de negocios son propietarios de latifundios, que en nada tienen que envidiar por su extensión a las haciendas de los mayores terratenientes de la Rusia zarista.

“20 años después de la Gran Revolución Socialista de Octubre la mayoría absoluta de la población en la principal de las encuestas sociológicas, -las elecciones generales- respaldó el curso socialista del Poder Soviético. ¿Qué ocurre hoy? Veamos la respuesta que dan en el estudio “Veinte años de reformas, a ojos de los rusos”: “en la sociedad todavía es objeto de discusión, la cuestión de si había alternativas a las reformas que se emprendieron, de si se podían haber elegido otras vías para su puesta en práctica. Entre las alternativas posibles a las “reformas de Gaidar”, los rusos mencionan en primer lugar, el desarrollo de las relaciones de mercado, pero sin democracia política (a menudo la definen como variante “china” o “chilena”, llegando al 29%9, y también la reforma de la sociedad manteniendo las bases de la construcción socialista, sin la privatización masiva, ni la liberalización del mercado (25%)”.

Los sociólogos también dirigen nuestra atención sobre un grupo numeroso, aunque se esté reduciendo: “aquellos que consideran que no debieron emprenderse las reformas” en el 2005 representaban el 21% de los encuestados, mientras que ahora se decantaron por esa postura el 8%. Pero los autores del estudio matizan: “La reducción de esta variante de protesta se ve compensada por el crecimiento de aproximadamente el mismo número de encuestados que no saben o no contestan (del 11% al 21%)”. Ese cambio en la opinión pública los investigadores lo explican por el sustancial aumento de la proporción de encuestados, que simplemente desconocen qué había antes de las “reformas” y cómo estas se llevaron a cabo: Por ello es especialmente relevante la siguiente conclusión de los autores del informe: “El porcentaje de rusos, que consideran que las reformas se realizaron de modo correcto, sigue siendo excepcionalmente pequeño (6%)”.

¿Pudiera ser que estas valoraciones negativas de estos 20 años de reformas sean consecuencia de la actual crisis económica? Los sociólogos del instituto de sociología de la ACR afirman lo contrario: “Si analizamos el modo en que los rusos valoran la situación que atraviesa hoy el país, y lo comparamos con la fase más aguda de la crisis económica global, la imagen que obtenemos es la estar volviendo gradualmente a la norma”. Como prueba se nos muestra la gráfica 1 (en la que, al igual que en el resto de gráficas” la suma es inferior al 100%, al no ser contabilizadas las respuestas del apartado NS/NC).

Por lo demás, si analizamos los datos del estudio desde el punto de vista de la relación de la población de Rusia hacia el modo de vida capitalista, lo que reflejan es el rechazo a este, por la inmensa mayoría de los habitantes de Rusia. La situación la consideran normal, y en consecuencia, el modo de vida satisfactorio, solo uno de cada cuatro de los encuestados en 2011, cuando se intenta inculcar a la fuerza en la conciencia social la idea de que la crisis ya está superada: al mismo tiempo ¾ partes de los encuestados califican la situación en Rusia como problemática, de crisis, o catastrófica. Difícilmente estos resultados se puedan considerar de respaldo al sistema social, que se basa en la omnipotencia de la propiedad privada. Creo que para aclarar la relación de los rusos hacia el capitalismo, se podrían introducir ligeras variaciones en la metodología, utilizada por los sociólogos: agrupar las valoraciones “problemática, de crisis, o catastrófica”. No es una diferencia cualitativa: a fin de cuentas, no parece que sea relevante, el que una parte de los encuestados califique la realidad capitalista como de “crisis”, y otra como “catástrofe”. Lo que estamos estudiando, de momento, es si rechazan nuestros compatriotas el sistema capitalista, y no el saber si los rusos han sido llevados hasta “un sentimiento que refleja un estado de agresión interior” en el cual los encuestados mostraban deseos de “matar a tiros a todos los corruptos y especuladores, por culpa de los cuales, la vida en el país es como es” (en el informe “Veinte años de reformas, a ojos de los rusos”, esa respuesta también está contemplada). El agrupar esas dos valoraciones (de crisis y catastrófica) permite de un modo más exacto comprender la percepción del sistema capitalista a lo largo de toda la etapa de “reformas”. Para eso podemos utilizar los datos de la investigación “de series temporales largas”, en las que los sociólogos, mueran la valoración que hace la población de Rusia de la situación que ha atravesado el país entre 1994 y 2011.

De esa tabla se deduce, que en todo ese tiempo de “construcción capitalista” no ha habido ningún año, en que la mayoría de nuestros compatriotas valorase como “normal” el modo de vida capitalista. Incluso en el momento álgido de los “felices años 2000”, por cada cuatro encuestados que valoraban la situación como normal, había cinco, que respondían que relacionaban el orden burgués con “crisis o catástrofe”. En todo el periodo estudiado, solo hubo dos años, en que los disconformes con la situación fuesen menos de 2/3 partes de los rusos. Cada dos años, cuando se efectuaban mediciones sociológicas, más del 80% de los ciudadanos de la Federación de Rusia manifestaban su insatisfacción por la situación en la vida económica y social. Por tanto tenemos pleno fundamento para asegurar que la mayoría de nuestros compatriotas rechaza, de un modo estable, el capitalismo.

“Piensa primero en tu país”

Al abordar el estado social y psicológico de la sociedad rusa, los investigadores del IS de la ACR, centran su atención en la polarización de la sociedad. Sobre su base, -se señala en el estudio- se asienta el nivel de vida de los distintos grupos sociales: “La diferencia en las condiciones de bienestar material genera en la sociedad rusa contemporánea, no solo diferencias en el acceso a diversos bienes materiales, sino también, en cierto modo, un sentimiento de pertenencia a dos mundos diferentes: uno, en el que puedes sentirte seguro de ti mismo, puedes controlar tu vida y contar con el apoyo de los que te rodean, y otro, de exclusión social, caracterizado por una existencia dependiente, de alienación, sin un soporte social, sin poder sentirse seguro de uno mismo, y sin ningún tipo de esperaza en el futuro. No cabe duda, de que cada uno de estos polos, que siguen distanciándose, se forma su propio sistema de valores. Aquello, que tradicionalmente se asocia con los valores positivos, que están presentes en la mayoría de los rusos. Entre esos valores, los sociólogos señalan el sentimiento de solidaridad. A esa mayoría que valora la solidaridad, se contrapone una minoría de la sociedad, que está compuesta mayoritariamente por personas, que en su mayoría pertenecen a ese 20% de la población más acomodada. Recordemos, que según datos del Instituto de Sociología, en sus manos se concentra más del 48% del efectivo de la masa monetaria del país. El modo de vida burgués de esta parte de la sociedad ha conducido a que no solo se haya convertido en la principal protagonista de las relaciones de competencia, sino también en su víctima. El individualismo se ha convertido en norma de conducta de los representantes de ese 20% de la sociedad. Esa es la polarización que han consignado los autores del estudio “Veinte años de reformas, a ojos de los rusos”.

La encuesta ha venido a reflejar en la práctica esa oposición entre colectivismo e individualismo. Esta dinámica que han establecido los sociólogos, viene una vez más a demostrar que la mayoría de los rusos rechazan los valores básicos burgueses. Por lo demás, los autores del estudio “Veinte años de reformas, a ojos de los rusos”, no son partidarios de concluir que la mayoría de nuestros compatriotas rechace los fundamentos capitalistas del modo de vida. Para eso son investigadores de buena fe. Por eso especial relevancia adquiere una de las conclusiones clave del estudio: “Las valoraciones que hacen los rusos de la situación en el país están relacionadas en primer lugar no con su propia situación personal, sino con el hecho de cómo perciben la dinámica de la situación económica en el país, el retraso de Rusia con respecto a los países más desarrollados, las perspectivas de desarrollo del país en los próximos años (remarcado por los autores del estudio. Nota del autor)”.

Esto es un testimonio muy importante. Viene a confirmar, que en estos 20 años de reformas, en los que el régimen burgués se ha esforzado a fondo por inculcar el individualismo, no ha podido resolver esta tarea estratégica. Cuando se habla de la situación en el país, los rusos la valoran ante todo, a través del prisma de los intereses sociales. Los intereses personales, por regla general, continúan siendo considerados como algo secundario. Por lo que se ve, no termina de agarrar la concepción burguesa del mundo en el alma de nuestros compatriotas.

Como corroboración de esta conclusión aparece el análisis sociológico del sentimiento de injusticia del propio sistema capitalista en Rusia: los autores del estudio encasillan ese sentimiento entre los “negativos”. Pero al mismo tiempo señalan, que ese “sentimiento” (“de injusticia por todo lo que ocurre alrededor”. –V.T.) que refleja la falta de legitimidad a ojos de los rusos del propio orden que se ha establecido en Rusia, lo han experimentado en abril de 2011, cuando menos la mayoría absoluta de todos los rusos (mas del 90%), de los que el 46% lo experimentan a menudo (remarcado por los autores del estudio.-V.T.). Teniendo en cuenta el papel de la justicia/injusticia en la cultura rusa, en la que juega las veces de “carcasa” de la autoconciencia nacional, esto es una “llamada de atención” muy importante, que habla bien a las claras de la insatisfacción en este terreno. De un modo más amplio, ese sentimiento de de injusticia por todo lo que acontece alrededor, está presente entre los representantes del grupo social de mayores de 50 y especialmente de 60 años. (55% y 66% respectivamente), entre la población pobre y de menores ingresos (55% entre aquellos con unos ingresos inferiores a la mitad de los ingresos medios, y un 51% en aquellos con unos ingresos que en general no superan la media, es decir de unos 9000 rublos)… Lo más interesante sin embargo, no es tanto la localización, como la dinámica del sentimiento de injusticia por lo que ocurre a su alrededor en los últimos años”.

Salta a la vista que esa sensación de injusticia por lo que ocurre alrededor tiene una dinámica, que es bastante cercana a la dinámica del sentimiento de solidaridad. La fuerte relación entre estos sentimientos cívicos es excepcionalmente importante, precisamente por el hecho –como señalan los autores del estudio- de que nuestros compatriotas valoran los fenómenos sociales y sus procesos, no tanto por el prisma de lo individual, como del interés colectivo.

En cuanto a la dinámica del sentimiento de injusticia, los autores del estudio, señalan que el comienzo de la década del 2000 se significó por un fuerte descenso de aquellos, que experimentaban a menudo ese sentimiento de desigualdad. Sin embargo los últimos años de nuevo arrojan un crecimiento, y bastante notable, de la difusión de ese sentimiento”. Señalan que ese sentimiento de injusticia ante lo que sucede alrededor, no solo destaca notablemente por su relativa gran difusión, sino también por esa pequeña pero constante proporción de aquellos, que no lo han experimentado nunca (en todo el periodo de observación, ese indicador nunca ha pasado del 10%). Significativa es la conclusión a la que llegan los investigadores del Instituto de Sociología: “Esto demuestra no solo el que a ojos de los rusos el sistema de relaciones sociales que se ha formado en Rusia sea ilegítimo, también demuestra la deslegitimación del gobierno a ojos de una parte significativa de nuestros compatriotas, que se está produciendo en los últimos años (remarcado por los autores del estudio.-V.T.)”. A los sociólogos les alarma la amplia distribución del “sentimiento de vergüenza por el estado actual del país (remarcado por los autores del estudio.-V.T.). La vergüenza por la situación del país, en unas condiciones de relativa estabilidad y fortaleza en el plano internacional y de una en general exitosa y estable fase a su paso por el punto álgido de la crisis económica global de los últimos años, está ligada con la negación del “orden de las cosas” que se ha establecido en Rusia, de las “normas del juego” etc., que resultan para la gente, no solo injustas, sino vergonzosas. La legitimidad de esa interpretación viene corroborada por el hecho, de que ese sentimiento de vergüenza por el país está íntimamente relacionado con el sentimiento de injusticia por todo lo que sucede alrededor, y con que no se puede seguir viviendo así. En la práctica estos tres sentimientos conforman internamente un componente unido del modo de pensar de un grupo significativo de rusos. Solo un 3% no experimentan nunca ninguno de los tres sentimientos mencionados.”

Es difícil no estar de acuerdo con esta interpretación de los datos sociológicos concretos, incluso si su entonación tiene un cierto carácter de reserva. Lo principal aquí es que se señala de un modo exacto la interrelación e interdependencia de los sentimientos que no son compatibles con la actitud burguesa ante la vida.

Los autores del estudio hacen hincapié en la descripción objetiva de los encuestados, que presentan con mayor frecuencia ese sentimiento: “El papel más importante entre ellos lo juega la edad: el 46% de los que lo experimentan a menudo, son gente de más de 50 años, además este grupo de edad representa más de la mitad (52%), y entre aquellos, que presentan de un modo constante los tres componentes de ese bloque unido de sentimientos negativos (?) al mismo tiempo. Sin embargo, entre la juventud ese sentimiento de vergüenza por el país y todo ese bloque de sensaciones en el que se incluye, están presente de un modo amplio. Baste decir, que el sentimiento de vergüenza por su país lo experimenta de un modo firme, uno de cada cuatro rusos, menor de 25 años y que solo un 30% en este grupo de edad, no lo experimenta prácticamente nunca (con un 27% que no experimenta nunca ninguno de esos tres sentimientos negativos mencionados)”. El conocer la estructura de edad de aquellos que sienten vergüenza por el estado actual de Rusia, por supuesto tiene gran interés: Pero aún sería más enriquecedor conocer, cómo se distribuyen esos sentimientos de vergüenza por la situación del país y de injusticia en los diferentes grupos de profesiones y situación financiera. Esa información (de la que sin duda disponen los autores del informe), sin duda enriquecería la imagen de las principales clases de la sociedad rusa en la actualidad.

No se puede seguir viviendo así

El mérito notable del estudio “Veinte años de reformas, a ojos de los rusos”, consiste en que en su campo de visión, han estado no solo los procesos y fenómenos que ya habían sido antes objeto de la atención social. Los investigadores intentan llegar a ver cómo hace su trabajo “el topo de la historia”. Quizá lo importante aquí no sean tanto los indicadores cuantitativos, como las tendencias.

En esa serie de procesos habría que encasillar la difusión del sentimiento de que ya no se pude seguir viviendo así. Está claro, que ni de lejos, todo el que haya respondido afirmativamente a esa pregunta, está dispuesto a tomar parte activa y decidida en los actos de protesta. Aquí, lo más importante es constatar esa tendencia. Es precisamente la que demuestra la posibilidad de transformar las ideas en fuerza material, es decir el proceso de crecimiento de los sentimientos y las ideas, hasta convertirse en acciones prácticas. En el análisis que ofrece el estudio del Instituto de Sociología de la ACR, se muestra la dinámica de la propagación de ese sentimiento de que “no se puede seguir viviendo así”. Los sociólogos reparan en que ese sentimiento de que no se puede seguir viviendo así, aparece fuertemente ligado con el sentimiento de vergüenza por la actual situación del país.: En ese sentido, en el informe se señala que: “si antes estos eran principalmente grupos de población de bajos ingresos, ahora se ha visto aumentada la representación de ese grupo por capas de población acomodada, y la relevancia estadística de la relación del sentimiento de que no se puede seguir viviendo así, con los ingresos o la edad, es simplemente incomparable con el papel de las particularidades del modo de entender la vida de los encuestados, y más concretamente con la presencia en ellos de una constante sensación de injusticia y de vergüenza por lo que ocurre en el país. Como resultado, incluso en el grupo de menores de 30 años, uno de cada cinco siente que no se puede seguir viviendo así”. Los portadores de ese sentimiento, en opinión de los sociólogos, se distribuyen uniformemente en todos los tipo de núcleos poblacionales. Por ejemplo, en las megalópolis, su porcentaje representa un cuarto de la población. Pienso que precisamente con ese sentimiento aparece ligado otro (“negativo”, como lo definen los autores del estudio) sentimiento: “el deseo de pasar por las armas a todos los corruptos y especuladores, por culpa de los cuales, la vida en el país, es la que es”. Hay que pensar, que los sociólogos no pretendían aquí sacar a la luz a los extremistas, sino determinar el grado de decisión a realizar con hechos (que no tienen por que ser ni extremistas, ni radicales, en la mayoría de los casos) ese convencimiento de que no se puede seguir viviendo así. Lo que obtenemos es el siguiente cuadro: a menudo experimentaban “el deseo de pasar por las armas a todos los corruptos y especuladores, por culpa de los cuales, la vida en el país es la que es”, el 34% de los encuestados, y un 38%, en ocasiones. Nunca han experimentado ese sentimiento un 28% de los encuestados.

Hay que decir, que los indicadores cuantitativos de las respuestas a esa pregunta, no conviene en general tomarlos en consideración: no se puede creer en que a una persona, que no haya tenido esa amarga sensación de que no se puede seguir viviendo así, de repente le surja “el deseo de pasar por las armas a todos los corruptos y especuladores, por culpa de los cuales, la vida en el país, es la que es”. Pero según los datos del estudio, son un 29% los que a menudo tienen el sentimiento de que “no se puede seguir viviendo así”. El deseo de “pasar por las armas a todos los corruptos y especuladores (la alianza del capital con la burocracia, que se encuentra en el gobierno) aparece en el 34% de los encuestados. Además conviene tener en cuenta (y los autores del estudio aluden a eso) que en los últimos tiempos la fórmula “de que no se puede seguir viviendo así”, recoge adhesiones, no solo de los detractores del sistema capitalista, también de sus partidarios. basta con recordar a los activistas del no registrado “Partido de la Voluntad Popular”. La significación de estos datos sociológicos hay que buscarlos en otro sitio. Atestiguan en un caso, la incapacidad de esa alianza entre capital y burocracia para gobernar de modo que puedan garantizar la consolidación de toda la clase gobernante, y por otro lado, no solo evidencian el rechazo al capitalismo por parte de la sociedad rusa, sino también la disposición, que va cobrando fuerza, de convertir ese rechazo a la explotación del hombre por el hombre, en fuerza material.

El estudio sociológico “Veinte años de reformas, a ojos de los rusos” ofrece un enriquecedor material para la reflexión. Especialmente útil para los comunistas. Sería una lástima, imperdonable, el que se convirtiese únicamente en objeto de estudio obligatorio para las tesinas de estudiantes del doctorado y los “roedores” de crítica.

Fuente: http://gazeta-pravda.ru/content/vie...



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