viernes, 29 de julio de 2011

ENTREVISTA AL LIDER DEL PARTIDO COMUNISTA DE LA FEDERACIÓN RUSA

Entrevista al líder del Partido Comunista de la Federación Rusa

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22:29h. del Miércoles, 27 de julio
Josafat S. comín / La República

Faltan pocos meses para que llegue primero ese 4 de diciembre en que tendrán lugar las elecciones parlamentarias, para seguidamente acometer la batalla por las presidenciales, sin que se haya despejado todavía la incógnita de si repetirá Medvéded como candidato, o volverá a presentarse Putin. A finales de diciembre se cumplirán 20 años desde aquel fatídico 1991 en que vimos desaparecer la Unión Soviética y las esperanzas que esta para muchos representaba.

Por eso es lógico que nos hagamos la pregunta: ¿Hay alguna posibilidad real de que el Partido Comunista retome el poder por la vía de las urnas? ¿Hasta que punto es creíble? ¿Que pasaría entonces?

Mi respuesta sería moderadamente optimista. Al fin y al cabo vale la pena recordar que el PCFR ha seguido siendo en todos estos años de restauración capitalista, el partido comunista -de la región europea- con mayor apoyo en las urnas (si exceptuamos al Partido Comunista de la República de Moldavia, que ha estado los primeros 8 años de este nuevo siglo al frente del gobierno y pese a estar hoy en la oposición, sigue siendo la fuerza más votada).La diferencia estriba en que evidentemente una victoria en Moldavia poco o nada cambiaría en la geopolítica mundial, pero si Rusia volviese a tener un gobierno comunista se abriría un nuevo escenario en la arena internacional.

Tampoco podemos olvidar que en las presidenciales del 96 el propio Ziugánov derrotó a Yeltsin, aunque la historia acabase en pucherazo…

Mucho han cambiado las cosas en estos 15 años. Los nuevos poderes económicos están mucho más afianzados. Ese famoso “oligarcado”, como les gusta decir en Rusia, compuesto por 15 clanes oligárquicos, controla de modo omnímodo las riendas del poder, el económico y en consecuencia el político y el mediático. Soplan tiempos de bonanza para los nuevos amos, mientras fluya el petróleo y el gas al precio que lo viene haciendo en los últimos años.

¿Controla el partido comunista algún medio audiovisual, algún canal que emita a nivel nacional o alguna emisora de radio? Me temo que la respuesta es no, ni remotamente. Las únicas herramientas de las que dispone para hacer frente a ese control absoluto de los medios que tiene el “oligarcado” (incluyendo los medios públicos) son las ediciones de “Pravda” y “Soviétskaya Rossía”, que con una tirada de algo más de cien mil ejemplares y una media de 4 números a la semana poco pueden hacer…

Evidentemente los medios no pueden ignorar por completo al que ha sido y sigue siendo durante estas dos décadas principal partido de la oposición (con un suelo electoral del 13% y un techo del 25%). De vez en cuando no les queda más remedio que entrevistar a los dirigentes del partido. Es cierto que al menos en la televisión pública se ha notado en estos 2 ó 3 últimos años un trato más correcto con relación al partido y ahora es habitual poder ver como entrevistan con cierta regularidad a Ziugánov. Al fin y al cabo les conviene guardar las apariencias y representar cierta normalidad democrática.

Lo que no es tan habitual es que los principales periódicos de la prensa burguesa entrevisten al líder comunista. Por eso voy a traducir, de modo resumido, algunas de las preguntas y respuestas de la entrevista aparecida en “Kommersant” hace unos días. A diferencia del medio televisivo, aquí el periodista ataca directo desde la primera pregunta. Las respuestas de Ziugánov, creo ayudarán a que cada uno se responda a esas preguntas que nos hacíamos al principio:

¿A qué aspira el PCFR, a confirmar una vez más su título de “número dos” o a ganar de verdad las elecciones?

Aspiramos a ganar. Y podemos presentar hechos que lo corroboran. Como por ejemplo en las elecciones regionales de marzo en la región de Nizhni Nóvgorod, en la ciudad de Arzamás, obtuvimos el 55%. Superamos al “partido del poder” en un 27%. Y eso que había de alcalde un impresentable, como igual de impresentable fue el comportamiento de la policía. En la región de Tver ganamos a “Rusia Unida” en casi todas las ciudades.

Pero ahora le va a tocar enfrentarse a todo un “Frente Popular”…

¿Y cuantos de esos “frentes” hemos visto ya? Ya no sé si esta será la séptima u octava “chaqueta” que se pone el gobierno, en estos últimos 20 años, cada vez que le toca responder por todo aquello que ha hecho. En cuanto ha llegado el momento de rendir cuentas, se han asustado. Después de las elecciones regionales de marzo, están inquietos: han entendido que se han quedado con el culo al aire. Por eso ahora han decidido “tapárselo” con este nuevo “Frente”.


Es posible que esté en lo cierto con respecto a “Rusia Unida”. Pero ese “Frente” va a estar encabezado por Vladímir Putin, y su popularidad supera en mucho a la suya.

Denme un tercio, o incluso un cuarto de ese tiempo del que goza Putin en los medios de comunicación y entonces veríamos quién es más popular. ¿Quienes son esos dirigentes del “Frente”? Yekaterina Lajóva, que en la época de Yeltsin comandaba la “sección femenina”. Frants Klintsevich, quien también fuese persona de confianza de Yeltsin. O el mismo Alexánder Shojin, líder sindical de los oligarcas… Esa es la “retaguardia” del “Frente”. Y además ¿dónde se ha visto que un gobierno se convierta en “Frente”? el gobierno es un órgano ejecutivo, que se encarga de resolver los problemas del día a día.

A la gente de la calle toda esa gente que menciona no les interesa. Para ellos lo importante es saber con quién está Putin. Si él está con el “Frente Popular” y con “Rusia Unida”, significa que hay que respaldar a esas organizaciones. Y por cuanto en Vladímir Putin confía del orden del 70% de los ciudadanos, la victoria de “Rusia Unida” está prácticamente garantizada. Y si a alguno le asoman dudas, la televisión le ayudará a hacer la elección correcta.

Putin siempre ha estado y sigue estando al lado de “Rusia unida” y eso no ha evitado el desgaste de esta en las últimas elecciones regionales. Y además su índice de popularidad en absoluto es del 70%, sino del 43%. Así que el destacamento de partidarios de Putin se ha visto casi reducido a la mitad. Naturalmente, “RU” con ayuda del “aborregamiento televisivo de la población”, todavía puede recibir una cifra considerable de votos. Pero eso por si mismo no significa una victoria política. Es la fuerza de la inercia, pero de una inercia que pierde fuerza. Además si realmente a nuestros ciudadanos no les interesase lo que ocurre en el país, como usted insinúa, no seguiría viniendo a nosotros. Y lo hacen como modo de protesta contra ese supuesto “Frente Popular”. Entienden perfectamente que ese “Frente” representa y defiende los intereses de los habitantes de las urbanizaciones de lujo de la carretera Rubliovo-Uspienskoye. Es el “Frente” que les defiende de los 40 millones de jubilados que sobreviven con una pensión miserable, que les defiende de los médicos y profesores con salarios irrisorios, que les defiende de los 13 millones de minusválidos que se han quedado sin trabajo, y de los jóvenes que han terminado sus estudios y no pueden encontrar un trabajo digno.

Supongamos que reciben el apoyo de la gente. ¿Qué viene luego?

Luego viene el trabajo diario, minucioso. Hemos publicado nuestro programa de modernización socialista en una tirada especial de “Pravda” de 5 millones de ejemplares. No debemos dejar pasar ni un día para que todo el mundo conozca y se familiarice con ese programa. Es un programa que incluye 11 programas sectoriales, y diez direcciones capaces de asegurar un desarrollo seguro del país. Un programa de medidas anticrisis de plena actualidad, siendo que seguimos inmersos en la crisis global en la que se encuentra el planeta desde el 2008. Pero lo principal es el trabajo con la gente. El trabajo diario de explicación de nuestras propuestas, objetivos. Sembrar la seguridad, la esperanza de que se puede corregir esta vida, hacerla más limpia, más honrada, más justa. Dar a la gente un sentido de perspectiva, de futuro.

Llevan años asustando a la gente en los medios, que si cometas que viene a la tierra, que si el calendario maya anuncia el fin del mundo, que va a desviarse el eje de la tierra, que nos invadirán las fuerzas del mal. La gente comienza a tener miedo de todo lo que les rodea, a encerrarse en sí mismos, a perder la voluntad y la capacidad de actuar. La gente se atomiza, la sociedad se desintegra, se pierden los valores, los puntos de referencia. Al poder eso le interesa, para disponer a su antojo de esa masa humana. Nosotros luchamos por todo lo contrario, por la unión de la gente, por la capacidad del pueblo de manifestar su creatividad, por el aumento de la autoconciencia, por la creencia en un futuro mejor.

No le interesan a nuestra gente los programas, como hace tiempo que dejaron claro los sociólogos. Y los partidos tampoco les interesan, no confían en ellos. La gente está cansada de la política. Y los problemas personales en la mayoría de los casos no se han agudizado hasta el punto en que la gente coja en diciembre y vaya a votar, con el sentimiento de protesta, por cualquier otro partido con tal de que no sea “Rusia Unida”.

No es cierto. La gente está cansada de la politiquería, de la mentira, del cinismo. En la sociedad se está vislumbrando una evidente demanda de justicia social, de un gobierno responsable. Aparte de eso, lo que estamos viendo hoy, es como el planeta protesta contra el neoliberalismo, el sector especulativo, la explotación sin precedentes, contra el enriquecimiento de un reducido círculo de elegidos y el empobrecimiento de la mayoría... Algunos países han hecho sonar la alarma, otros proponen hacer algo para llevar a cabo políticas justas para las personas y para la naturaleza. Son las políticas de izquierda que están llamando a todas las puertas y ventanas. Dice usted que no todos van a votar por nosotros el día de mañana. Posiblemente. Pero pasado mañana saldrán con nosotros a la calle.

En su programa se proclama la igualdad de derechos de todos los tipos de propiedad, incluyendo la privada, pero por otra parte el programa de modernización socialista proclama la nacionalización de prácticamente todo el sector real de la economía.

No es así. Lo que proponemos es llevar a cabo un referéndum, cuyo resultado nos permitan nacionalizar únicamente el sector de la industria de extracción de materias primas y una serie de sectores estratégicos, que sin una gestión sólida impiden que un país pueda permanecer unido y con perspectivas de futuro. Eso afecta a los ferrocarriles, a la red eléctrica, a los oleoductos, a las comunicaciones y al Complejo Militar Industrial (CMI). Además habría que nacionalizar la producción de bebidas alcohólicas. Son esos los sectores donde el estado debe tener el paquete de control y determinar las políticas.

El estado empezará controlando el “CMI”. Luego para mayor operatividad y fiabilidad necesitará hacerse con el control de muchas empresas relacionadas con este sector. Y así en cinco, diez años, según su programa todo será propiedad del estado como en la época soviética.

En la URSS ciertamente el 96% de la propiedad era estatal. Y eso es totalmente equivocado. Cuando estábamos en el “Gosplan” (Ministerio de planificación) y fijábamos el precio de un bocadillo en Yereván (Armenia), eso era una estupidez. La completa estatización de todo lo habido y por haber es la causa de la derrota de la URSS y el PCUS. Por eso en nuestro programa se recoge que el sector privado pueda participar en todas las esferas de la producción.

Sí, pero su programa le reserva solo el comercio y la pequeña empresa. Y eso con el derecho que se reservaría el estado a fijar los precios de los principales bienes de consumo.

No fijar, pero sí regular. ¿Pero tanto le preocupa el destino de todos aquellos que han saqueado al pueblo, de los Berezovski, Abramóvich y demás? Sí, les va a tocar devolver lo robado. Y el pueblo es algo que sin duda aprobará. Llevaremos a cabo una consulta popular, un referéndum para que el pueblo dictamine su voluntad. ¿Adivina que saldrá?

¿Considera usted que Putin es ese líder capaz de sacar al país de su estad actual?

No está capacitado en absoluto para hacerlo. Sus intereses de clan y personales siempre se acaban imponiendo sobre los intereses populares y del estado.

“Tenemos posibilidades de sacar más del 50% de los votos” Usted y su partido lleva diciendo lo mismo desde hace más de diez años, y hasta ahora solo han tenido una victoria en las legislativas en el 95.

Aquel año la gente “recuperó la vista”. “Los “reformadores” les engañaron de un modo cruel e implacable. Y cuando Putin llegó, la gente recuperó la esperanza, al ver a una persona joven, sobria, pensó que podría arreglar la situación, desarrollar el país. Si repasáramos el primer discurso de Vladímir Putin en el parlamento, yo estamparía mi firma debajo de mucho de lo que allí se decía. Pero luego no terminó nunca de salirse de esa senda corrupta, sucia, demente, de Yeltsin. No se ha creado nada. Para “tirar a la escoria por el retrete” (frase célebre de Putin tras la tragedia de Beslán. N de la T) al menos hay que construir retretes. Ahora el gobierno no se somete a ninguna norma ni ley. Siguen sin organizar unas elecciones limpias. Por eso no tienen ningún interés en enfrentarse a nosotros en debates electorales. Ni Yeltsin, Ni Putin, ni Medvédev, han querido nunca debatir con nosotros.

Fuente: http://www.kommersant.ru/doc/1685893



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