lunes, 28 de febrero de 2011

TEA PARTY, EL FASCISMO POSIBLE EN EE.UU.

Tea Party ¿es el fascismo posible en EEUU?


Artículos de Opinión | Vicenç Navarro | 28-02-2011 |
Para responder a esta pregunta tenemos primero que definir qué queremos decir con el término fascismo, cogiendo como referencia las tres experiencias que han tenido lugar en Europa, el nazismo en Alemania, el fascismo en Italia y el fascismo en España. En los tres tipos de fascismo encontramos características comunes: un nacionalismo extremo, de bases étnicas y racistas, con una visión imperialista que conlleva un canto a la violencia y a la fuerza física, con un componente anti-intelectual muy distintivo, carente de sensibilidad democrática, que requiere el control de los medios de comunicación necesarios para eliminar a los adversarios, teniendo como misión la propaganda del ideario fascista, que tiene como objetivo crear un nuevo orden jerárquico, profundamente conservador, que sustituya al sistema actual. En tal ideario, las clases con intereses distintos e incluso antagónicos desaparecen para ser homogeneizadas bajo la categoría de pueblo, un pueblo que se considera asignado por una fuerza sobrehumana (ya sea Dios, el destino, o la historia) a regir el mundo.

Estos movimientos fascistas en Europa fueron en realidad financiados por los mundos empresariales alemán, italiano y español para parar las reformas democráticas que estaban afectando a sus intereses. De ahí que el movimiento fascista considerase a tales reformistas como los traidores del país, los anti-patria, y toda una serie de nombres y adjetivos que justificaran su marginación e incluso eliminación. En todos aquellos fascismos, la alianza del movimiento del partido fascista con el mundo empresarial, así como con la Iglesia y el Ejército, fueron claves para la promoción de su ideario político, liderado por una persona (el Führer, el Duce, o el Caudillo) al que se le atribuyen características sobrenaturales (en España a Franco se le definió como “el dedo de Dios”) y que encarna el nuevo orden.


Creo haber resumido las características del fascismo (detallado con mayor extensión en el capitulo “Qué es el fascismo” en mi libro El subdesarrollo social de España. Causas y consecuencias. Anagrama. 2006). Pues bien, muchas de estas características (excepto el caudillismo) están presentes en el Tea Party de EEUU. Existe un superpatriotismo extremo, de carácter racista e imperialista (el 98% de los miembros del Tea Party son blancos), que considera al pueblo blanco estadounidense como el escogido por Dios para llevar a cabo la civilización del mundo, que ha sido traicionado por la Administración Obama y sus programas reformistas, considerándose víctimas de tal traición, por lo que abogan por su eliminación y su destrucción. Profundamente dogmático y anti-intelectual, este movimiento es fundamentalista en su religiosidad y valora la fuerza física y la promoción de valores militares y religiosos.

Y tal como ocurrió con el fascismo europeo, el Tea Party está ampliamente financiado por grandes grupos empresariales, tales como los hermanos Koch, dos de las personas más ricas de EEUU; Dick Armey, el jefe de uno de los mayores lobbies empresariales, conectado con el partido Republicano; Robert Rowling y Trevor Ree-Jones, magnates de la industria petrolífera; Rupert Murdoch, el magnate mediático (propietario de la cadena Fox y del Wall Street Journal, ambos de ultraderecha), entre muchos otros. Tales medios de información y persuasión son meramente propagandísticos, sin ningún intento de incluso aparecer equilibrados en su reportaje. Muy semejante, por cierto, a Intereconomía o al “periodismo” de Losantos en España. Son enormemente agresivos, encaminados a destruir al adversario, considerado como el enemigo.

El Tea Party tiene el apoyo de las iglesias fundamentalistas y la simpatía de los cuadros medios de las Fuerzas Armadas. Odian al Presidente Obama, que reúne todas las características que ellos aborrecen: es negro, intelectual y liberal (que en EEUU quiere decir socialdemócrata). Sus dirigentes (como también ocurrió en Alemania, Italia y España) proceden en su mayoría de la burguesía y pequeña burguesía (que en EEUU se llama Corporate Class), aún cuando la proyección que el Tea Party intenta dar es la de ser un movimiento arraigado en la clase trabajadora, de características anti-establbishment. Tal proyección, sin embargo, contrasta con el análisis de la composición de su liderazgo, así como con su ideario económico.

En cuanto a lo primero, basta ver la lista de sus mayores candidatos, Rick Scott, el candidato del Tea Party en Florida, es director de una empresa sanitaria con afán de lucro (que quedaría afectada por las reformas sanitarias del Presidente Obama), y que fue llevado a los Tribunales por evasión tributaria; Rand Paul, otra voz muy visible en Tea Party, es un médico oftalmólogo, director de otra empresa sanitaria, también afectado por la reforma sanitaria de Obama; Carl Paladino, el hombre del Tea Party en Nueva York, es uno de los especuladores inmobiliarios más conocidos en aquel estado. Hay excepciones a esta norma a las que el Tea Party da la máxima visibilidad para dar esta imagen de populismo. Así, el esposo de una de las cabezas más visibles, Sarah Palin (que fue empresaria antes de ser Gobernadora del Estado de Alaska), es un sindicalista (que, por cierto, militó durante muchos años en un partido que pedía la independencia de Alaska), y de clase trabajadora. Es uno de los sindicalistas que aparece más en sus medios. Ni que decir tiene que el Tea Party es profundamente anti-sindicalista. Otra persona en la dirección del Tea Party es Christine O’Donnell, que es una trabajadora desempleada que el Tea Party ha promocionado meteóricamente.

El ideario económico del Tea Party es ultraliberal, en una defensa exacerbada de los intereses del mundo empresarial. El eje de todas sus propuestas es reducir al mínimo el tamaño y el rol del Estado (excepto en el sector militar), siendo el mantenimiento de la bajada de impuestos a las rentas más altas, que el Presidente Bush aprobó -y que el Presidente Obama quiere eliminar-, el eje de su propuesta económica. Esta medida supondría un beneficio para el 1% de la población, la más rica, de 3,8 billones de dólares. Esta medida va acompañada de la propuesta de reducir drásticamente los impuestos, lo cual explica su atractivo entre las clases populares. Su base electoral es, sobre todo, además de grupos empresariales, las clases medias en apuros económicos y sectores de la clase trabajadora no cualificada blanca. Esta popularidad y movilización popular anti-estado consigue movilizar a sectores populares, en parte, como resultado de la desmovilización y desmoralización de las izquierdas, causada por la excesiva moderación de la Administración Obama. Hoy la ultraderecha está movilizada y las izquierdas están desmovilizadas en EEUU.

Una última observación. El Tea Party tiene mucho en común con la ultraderecha española, afincada primordialmente en el PP, y muy en particular con la rama aznarista, que procede históricamente del aparato del estado dictatorial. Intereconomía, la Fox o programas de Losantos son intercambiables, aún cuando Intereconomía expresa en su programa España en la memoria una postura promotora del fascismo español (con homenajes al “carnicero de Andalucía”, el General Millán Astral) que debido a su alianza con Hitler sería visto con desagrado en la Fox. El eje Franco-Hitler-Mussolini es muy impopular en EEUU, que luchó en una guerra (la II Guerra Mundial) contra el nazismo y el fascismo. De ahí que el Tea Party, aún cuando tenga elementos comunes con el fascismo europeo, adopte formas muy distintas en su expresión y mensaje. En realidad, lo que hemos visto es la transformación de la ultraderecha europea en una ultraderecha más americanizada, como el Tea Party, intentando distanciarse de sus raíces fascistas o nazis, con la excepción, como siempre, de la ultraderecha española. Spain is different.

Por lo demás, semejanzas no quiere decir similitudes. Y la historia nunca se repite en términos idénticos. Pero en el momento de mayor crisis económica que el mundo ha sufrido desde la Gran Depresión, es importante no ignorar las lecciones que nos ha dado la historia y una constante en aquella como en esta situación es la amenaza que representan para las democracias los movimientos de ultraderecha, fascistas o fascistoides, que naturalmente no se presentan como tales, y que tienen características específicas según el país en el que existen. De ahí la importancia de conocer no sólo sus peculiaridades nacionales, sino sus elementos comunes.

Mario Vargas Llosa y el Tea Party

Por último, acabo de leer el artículo de Mario Vargas Llosa en El País de ayer (24.10.10) titulado “Las caras del Tea Party”, que me motiva a añadir estas notas a mi artículo, para mostrar claramente el significado que para tal autor significa la libertad. En esta columna de El Plural de la semana pasada, señalé el error que significa considerar a Mario Vargas Llosa como el campeón de los derechos humanos y de la libertad, que muchos medios en España lo han considerado. En mi artículo mostré la selectividad en su denuncia de los derechos humanos (permaneciendo con un silencio ensordecedor cuando tales violaciones ocurren en gobiernos neoliberales como el gobierno de Uribe, de Colombia) o su interpretación de libertad (limitándose a definir como libertad, la libertad de los poderes económicos y financieros en la defensa de sus intereses). Pues bien, esta interpretación aparece claramente en su defensa del Tea Party en el citado artículo. Aún cuando reconoce los muchos puntos negativos que tal movimiento tiene (es imposible ignorarlos), concluye definiéndolo como un “movimiento algo sano, democrático y profundamente libertario”, añadiendo Mario Vargas Llosa, que tiene “un sentimiento justo anti-estado que merece ser incorporado a la agenda política, pues apunta a problemas reales que enfrentan la cultura democrática”. Me pregunto como los halagadores de este autor interpretarán este apoyo (del supuesto defensor de los derechos humanos y de la libertad) al movimiento más reaccionario que existe hoy en EEUU, claramente promovido por intereses empresariales afectados negativamente por las reformas del Presidente Obama, movimiento que defiende abiertamente los intereses del capital y de las rentas superiores, tal como he señalado en mi artículo, opuestos a cualquier tipo de intervención pública que afecte sus intereses. Esto es, tal como yo indiqué en mi artículo anterior, lo que el Premio Nobel de Literatura entiende por libertad y por derechos humanos. Tengo que asumir que los múltiples aduladores que llenaron páginas y páginas aplaudiendo tal compromiso, no comparten tal entendimiento con el autor.

Por otra parte, los españoles sabemos como el fascismo español se presentó como un movimiento anti-establishment también, a fin de captar el apoyo de las clases populares, con buena dosis de libertarianismo en su narrativa, tomando incluso los colores negro y rojo del anarquismo español como los suyos. Y vimos después qué hicieron cuando gobernaron. El fascismo, repito, fue el movimiento que promovido por las estructuras de poder económico, oligárquico y financiero, intentaron parar las reformas que afectaron sus intereses. Y de ahí las semejanzas (a pesar de las muchas diferencias) con el Tea Party de EEUU.

Fuente: http://www.vnavarro.org/?p=5377


Leer más...

LUCHA DE CLASES EN WISCONSIN

Guerra de clases en Wisconsin
Jeffrey Sommers · · · · ·

27/02/11





Presentamos al gobernador Scott Walker. Al mes de haber asumido el cargo ya estaba dispuesto a establecerse como el nuevo sheriff en la ciudad, repitiendo en el Estado de Wisconsin, las fórmulas de la presidencia de Ronald Reagan. Siguiendo el guión a la letra, Scott Walker emuló a Reagan en su primer ataque, enfrentándose a los trabajadores. Pero el momento cumbre de Walker (al quebrar la resistencia del sindicato de controladores de tránsito aéreo) ha demostrado haber sido un exceso. Walker, quien se presenta como un personaje sacado de un reparto de Frank Capra, se encontró con que las recetas de Reagan producen resultados diferentes en la actualidad. Después de 30 años de declive económico, los trabajadores de los Estados Unidos reconocen la quiebra de estas políticas, y se están defendiendo.

Todos hemos visto las cifras. Mientras que la economía estadounidense ha crecido en los últimos tres decenios, la mano de obra ha sido golpeada en la barbilla. Al mismo tiempo, los gerentes de corporaciones y los de los sectores FIRE han visto crecer sus ingresos por múltiplos, a menudo subsidiados por los contribuyentes, aun cuando sus acciones irresponsables dejaron un caos económico a su paso. Todo el tiempo, los trabajadores han sido sermoneado sobre cómo son los responsables de la crisis económica del país y cómo los ricos deben seguir capturando más y más rentas para que la economía prospere. Incluso si no les gusta, les dicen a los trabajadores, invocando a Margaret Thatcher, "no hay alternativa."

La semana pasada, sin embargo, los trabajadores públicos sorprendieron a todos, incluso a sí mismos y a sus dirigentes sindicales al tomar la iniciativa en estas manifestaciones y obligar al liderazgo del sindicato de maestros a seguirles.

El pasado martes, los maestros de la capital anunciaron su intención de salir a la calle y llevar a sus estudiantes consigo. En Milwaukee, la ciudad más grande de Wisconsin, los profesores desafiaron las invocaciones de los administradores de escuelas y sus propios sindicatos de permanecer en el trabajo. El miércoles pasado marcharon en Madison, en tal número que su dirigencia sindical se vio obligada a unírseles. Así, 35 distritos escolares tuvieron que cerrar, a medida que miles de maestros y otros trabajadores del sector público caminaban hacia el centro de la ciudad.

Francamente, la mayoría de las protestas de las últimas décadas, si bien organizadas por personas bien intencionadas, han sido muy aburridas. Salimos a la calle por causas buenas, sí, pero prefiriendo estar en otro lugar; y hemos puesto en duda la eficacia de todo el ejercicio, por lo general secretamente, pero a veces abiertamente. Esta vez es diferente. Para los veteranos de las protestas en las últimas décadas, esta vez había un ambiente totalmente diferente. La escena ha sido, al mismo tiempo, creativa, de buen humor, alegre y pacífica, pero también, enojada. Este movimiento no tuvo portavoces: la gente se organizó, tomó decisiones sobre el terreno, y actuó consecuentemente, y sus acciones e instintos dieron resultado, si vemos los acontecimientos posteriores.

El alcance del movimiento es amplio. A los estudiantes y profesores y otros empleados públicos se les se unieron bomberos y policías, cuyos derechos de negociación colectiva no están bajo amenaza inmediata y que, por lo tanto, se hicieron presentes en demostración de una notable solidaridad. Juntos, han adoptado una nueva alianza y han puesto de lado una historia de antagonismo que data de los años 1960. En este nuevo mundo, los policías ofrecen comida y café a manifestantes estudiantiles sentados en el suelo de la rotonda del Capitolio. Los bomberos, que llegan vestidos con sus trajes oscurecidos por el hollín o en faldas escocesas, tocan sus gaitas en apoyo a sus hermanos empleados públicos y estudiantes. Envolverse en la bandera -¿quien más puede hacerlo sin verse cínico o tonto?- los bomberos han devuelto este poderoso símbolo a la clase obrera organizada.

Ya el sábado, el número de manifestantes se había incrementado a más de 60.000, mientras que los adherentes del Tea Party del gobernador pudieron reunir apenas unos cuantos miles. Esto a pesar de contar con el apoyo de financeros multimillonarios como los hermanos Koch que crearon gigantescas páginas web, como "Stand for Walker", implorando a los wisconsineses a salir a las calles para apoyar al gobernador.

Pero, a pesar de toda esta buena energía y del éxito obtenido, no todo está bien. Los trabajadores están seriamente divididos. La derecha política ha hecho grandes inversiones para poner a los empleados del sector privado en contra de sus contrapartes del sector público. Y lo han logrado. Después de tres décadas de guerra contra los sindicatos del sector privado, sólo el 7% de los trabajadores no públicos están protegidos. Como era de esperar, esto se ha traducido en una erosión casi completa de los programas de salud, anteriormente en manos y planes de pensiones de los que alguna vez disfrutaron.

Y como resultado, los trabajadores del sector privado estadounidense se han visto forzados a aceptar horarios de trabajo al estilo japonés. Sus planes de salud les brindan atención de calidad inferior, a menudo teniendo que navegar por soporíferas burocracias, sólo para que les digan "cobertura denegada". Sus empleadores ya no pagan las pensiones. La mayoría está por su propia cuenta a la hora de la jubilación. O si tienen suerte, pueden tener un empleador generoso que aporta la mitad hacia un plan 401k [sistema de ahorro para la jubilación. N. de la R.] que sólo alimenta a los operadores de Wall Street, mientras que nunca obtiene rendimiento suficiente para financiar su jubilación.

En resumen, es otra vez la temporada de caza. Brevemente, en 2008, esta frustración se dirigió contra los republicanos. Sin embargo, los demócratas no sacaron ningún beneficio tangible para los trabajadores desde que asumieron el poder y, ahora, la derecha ha sabido desviar la ira de la clase trabajadora, de Wall Street hacia los profesores y los empleados públicos. Hábilmente ejecutada, la táctica ha llevado a los trabajadores del sector privado sin beneficios a culpar a todo aquel que sí tiene beneficios como la causa de su privación. En lugar de ver las ganancias que ofrecen los sindicatos, los trabajadores del sector privado se han tragado la noción de que estos beneficios, de alguna manera, fueron obtenidos a costa suya – al mismo tiempo que hacen caso omiso del engorde que continúa sin disminuir en Wall Street.

La nueva guerra de clases, como de hecho es percibido este conflicto, no es entre los trabajadores y el capital, sino entre los trabajadores del sector público y los del sector privado, éstos últimos azuzados por multimillonarios derechistas como los hermanos Koch. Uno puede incluso imaginarse al señor Burns, de Los Simpsons, tramando algo así, en su caricaturesca representación del capital; pero esto es la vida real, y pocos parecen reconocer la ironía.


El feriado del lunes fue quizás la última de las grandes protestas de esta semana, ya que, cuando convocan a decenas de miles de personas, no son sostenibles. Los trabajadores públicos están bajo la presión de sus empleadores y los sindicatos de maestros, para regresar a trabajar. Si el Gobernador Walker se niega a transigir, la única arma que queda en el arsenal de los trabajadores es una huelga general y no se sabe si existe suficiente decisión para poner en marcha una. Este movimiento se inició por las acciones de Scott Walker y probablemente terminará por ellas. El siguiente paso hacia una huelga general dependerá de sus decisiones en los próximos días y si va en busca de un compromiso o de inflamar aún más a los trabajadores, al atacar su derecho democrático a organizarse


Walker, hijo de un predicador, siempre ha sido ciego a las sombras de gris. Sus acciones pasadas sugieren un camino fundamentalista por delante.


Jeffrey Sommers es codirector del Baltic Research Group en el ISLET y profesor visitante en la Stockhol School of Economics de Riga.

Traducción para www.sinpermiso.info: Antonio Zighelboim


Leer más...

domingo, 27 de febrero de 2011

GADAFI YA NO ES PUEBLO. QUE EL MIEDO AL IMPERIO NO NOS PARALICE

Gadafi ya no es pueblo
Que el miedo al imperio no nos paralice


Pascual Serrano y Juan Carlos Monedero
Rebelión


No demos ni una sola baza al imperio y sus comparsas para frenar las revoluciones de América, de Egipto, de Túnez, de Libia. Mubarak, Ben Ali, Gadafi, escogieron un camino contrario a los intereses de sus pueblos y fueron arrastrados por el viento popular. Los líderes de América Latina, que han demostrado estar con sus pueblos, deben encontrar su lugar con esos pueblos árabes que se levantan. Por que la lucha por la emancipación es una.




Los levantamientos populares que se están sucediendo en los países árabes abren sin duda la peligrosa posibilidad de que despierten, e incluso faciliten, la intervención de las potencias occidentales vía OTAN, con la consecuente tragedia de ocupación, crimen y atropello a la soberanía que caracteriza las intervenciones de la Alianza y los Estados Unidos. Es evidente que en río revuelto pueden suceder muchas cosas. Sin embargo, ese temor no debe impedirnos a quiénes, como el Che, nos indignamos ante cualquier injusticia y contra cualquier persona en cualquier lugar del mundo, apoyar los movimientos populares que se rebelan contra tiranos. Y los gobernantes de los tres países árabes donde en este momento más lejos han llegado las rebeliones lo son. Tan tiranos como amigos de los gobernantes europeos, con quiénes tan buenos negocios tenían cuando el pueblo aún no había empezado a hablar.



Tampoco faltan quienes piensan que, detrás de los levantamientos, se encuentra la mano del imperio, interesado, como siempre, en desestabilizar y tomar el control del país y de sus recursos, repitiendo para ello el esquema que tan bien conoce de las revoluciones de colores. Por supuesto que Estados Unidos y sus escuderos europeos estarían encantado de tomar ese control, e incluso en estos momentos, caben pocas dudas de que descansan sobre las mesas de los gobiernos estudios que permitan legitimar esa ocupación. Para saber de esos planes, basta conocer la manipulación sobre los acontecimientos en Libia, algo que ya ha quedado al descubierto. En las primeras veinticuatro horas de su llegada a Tripoli el periodista de Il Manifesto Maurizio Matteuzzi comprobaba que muchos de los acontecimientos difundidos por los medios occidentales -y también por árabes como Al Jazzira y Al Arabiya-, no se correspondían con la verdad. No existían las fosas comunes en Tadjoura, no era cierto que el distrito de Fascilum y otros distritos de la capital hubieran sido bombardeados. No era cierto que el aeropuerto de Mitiga hubiera sido tomado por los rebeldes. Informaciones falsas que no ayudan a entender las razones profundas del pueblo libio para mostrar su rebeldía ante quien hace mucho abandonó la pelea de los pueblos árabes –tergiversaciones que, a veces, pueden haber tenido la voluntad de informar –el caso de los medios que, a día de hoy, tienen ganada su credibilidad-, pero que sabemos que, de manera más general, tienen la única voluntad de confundir y preparar el camino a la intervención de la OTAN–tarea constante de los medios tradicionales al servicio de los intereses creados-.

Sin embargo, la amenaza del control de las grandes potencias no puede ser razón para condenar a los pueblos árabes al yugo de unos gobernantes déspotas y corruptos. En la parábola de Buda y la casa en llamas, Bertolt Brecht narra la historia de una familia cuya vivienda está ardiendo. Mientras los vecinos les increpan para que la abandonen y se salven de morir abrasados, la familia no deja de preguntarse sobre el futuro que les espera fuera de la casa, si el frío les amenazará, si conseguirían otro techo, si podrían alimentarse. El miedo al futuro les paralizaba y les impedía abandonar una muerte segura. Es verdad que el vacío de poder y la desestabilización planea sobre esos países y la región, pero es de ese modo como siempre se produjeron las revoluciones. El vacío de poder puede ser aprovechado por los militares, por un líder mesiánico, por el imperio, pero también podría serlo por el pueblo que ha tenido el coraje de romper su obediencia y desafiar al poder.

De modo que de eso se trata, de que mientras algunos poderes están al acecho, también lo estén los hombres y mujeres de Túnez, Egipto, Libia, Yemen, Bahrein, Jordania, Argelia o Marruecos, para no permitir que nadie que no les represente ocupe ilegítimamente el gobierno. Y con ese pueblo debemos estar quiénes siempre denunciamos las dictaduras de los países árabes, esas que vendían a precio de saldo los recursos naturales del país a las potencias europeas a cambio de ser mantenidas en el poder con la excusa de que contenían la amenaza islámica. Ahora hemos visto que quien de verdad amenazaba esos regímenes era la sed de justicia de un pueblo.

Muy inteligentemente los gobiernos europeos han abandonado a los dictadores una vez comprobado que no pueden seguir manteniendo la farsa. Sería un error imperdonable que fuera la izquierda quien, temerosa de la garra del imperio, se refugiara en el mal menor. El vacío de poder está llegando, y con el pueblo movilizado se abre una etapa constituyente con un pueblo soberano al que le corresponde dibujar los contornos de su organización social y política. Sabemos que en muchos centros de poder se estarán maniobrando para colocar a un candidato que permita mantener el saqueo y la corrupción. La propuesta del presidente español de inventar un plan Marshall de reconstrucción de Libia o trasladar el modelo de la transición española al mundo árabe son las penúltimas mentiras de un occidente que prefiere seguir negociando con élites en vez de con el pueblo y sus representantes legítimos. Ni el dinero privado de ese Plan Marshall, que entregaría Libia a las grandes empresas, ni una transición que se hicera por las cúpulas y olvidase al pueblo pueden solventar las décadas perdidas en el mundo árabe. Muy al contrario, sería un retroceso que traicionaría las esperanzas depositadas por los pueblos que están rompiendo con sus yugos. Ayudemos a los pueblos a que sean ellos los que, de una vez, tomen el destino de sus países, lejos de repetir el saqueo de las empresas transnacionales y los grupos que las representan.

No son pocos los rebeldes alzados en los pueblos árabes que miran a los procesos emancipadores de América Latina en busca de ejemplo. Es momento de que las revoluciones latinoamericanas acompañen a las revoluciones árabes. Un sueño internacionalista por la base, lleno de dificultades pero también lleno de esperanzas. Esos mismos dictadores, sostenidos por los gobiernos europeos, han sido expulsados de la historia por mujeres y hombres que quieren tomar las riendas de su destino. No demos ni una sola baza al imperio y sus comparsas para frenar las revoluciones de América, de Egipto, de Túnez, de Libia.

Mubarak, Ben Ali, Gadafi, escogieron un camino contrario a los intereses de sus pueblos y fueron arrastrados por el viento popular. Los líderes de América Latina, que han demostrado estar con sus pueblos, deben encontrar su lugar con esos pueblos árabes que se levantan. Por que la lucha por la emancipación es una. Pueblos que han tomado la palabra. Y la palabra del pueblo es la única palabra que reconocerán los rebeldes allá donde se alzan.


Leer más...

CRECE EL APOYO A LOS SINDICALISTAS EN WISCONSIN ANTE LA OFENSIVA DE LOS CONSERVADORES REPUBLICANOS DE EE.UU.

Crece movimiento de apoyo a sindicalistas de Wisconsin
Mientras el gobernador de Wisconsin, el republicano Scott Walter, prosigue con su plan contra el movimiento sindical, a nivel nacional crece hoy el apoyo a los agremiados estadounidenses



Internacional | Prensa Latina | 27-02-2011 |

A medida que otros gobernadores republicanos conservadores impulsen similares acciones contra los sindicatos como parte de sus políticas de reducción presupuestaria y de enfrentamiento al presidente Barack Obama, la repulsa avanza en el país.

En varias ciudades miles de trabajadores apoyan la causa de sus colegas con vigilias y protestas contra quienes pretenden despojarlos de su derecho a negociar contratos laborales, entre otros derechos.

¡Nadie silenciará nuestras voces! ¡No tenemos el lujo de poder perder! Digan al pueblo en Wisconsin, ¡somos uno solo!, exhortó Art Pulaski, líder de la Federación del Trabajo de California a una multitud de trabajadores que llegaron a Los Ángeles con velas y pancartas de todo el estado.

Un grupo de 160 sindicalistas de Los Ángeles, por ejemplo, viajó esta semana a Wisconsin para apoyar a sus colegas.

También hay agitación en Indiana y Ohio, regiones que tienen propuestas de leyes que limitarían los derechos laborales.

En las muestras de aliento que se extienden ya a cerca de 27 estados es común escuchar a los agremiados expresar que "las negociaciones colectivas son una forma de democracia"; "no culpen a los trabajadores de la avaricia de Wall Street".

Mientras tanto, el movimiento desencadenado en la Asamblea Legislativa de Madison, Wisconsin, es interpretado, además, como la preparación del escenario político para las elecciones de 2012, ante la posibilidad de que los republicanos frenen a los sindicatos que apoyan a demócratas.

La situación ya registra un impacto a nivel nacional, reflejado en que el 61 por ciento de los estadounidenses rechaza los proyectos de leyes antisindicales impulsadas por varios gobernadores republicanos, reveló el miércoles un estudio de la encuestadora Gallup y el diario USA Today.

El sondeo destacó que la mayoría de los estadounidenses se opone de forma enérgica a limitar el poder de los gremios, y sólo un 33 por ciento está de acuerdo.

Varios sindicatos y organizaciones nacionales respaldaron las manifestaciones y amenazaron con aumentar las huelgas si los republicanos insisten en sus proyectos.

Leer más...

LA RED DE MUNICIPIOS POR LA TERCERA REPÚBLICA SE EXTIENDE EN NAVARRA CON LA ADHESIÓN DE ALTSASU

Su Ayuntamiento aprueba una moción y se une a la Red de Municipios por la Tercera República

El municipio navarro de Altsasu, de 8.000 habitantes, pide la Tercera República





--------------------------------------------------------------------------------






--------------------------------------------------------------------------------


14:12h. del Domingo, 27 de febrero
A petición de Unidad Cívica Navarra por la República en el pleno del Jueves 24 de febrero del 2011 del Ayuntamiento de Altsasu , población navarra de 7660 habitantes , se aprobó con 8 votos a favor de los grupos Nbai(4 de Nabai), IUN-NEB(1 de IU), ANV(3 de ANV) , 2 votos en contra de UPN y dos abstenciones del PSE, la adhesión a los Ayuntamientos por la III República que se concreta en los siguientes puntos:

PRIMERO.- Impulsar un proceso constituyente hacia la República, utilizando todos los mecanismos democráticos y pacíficos que prevé la Constitución Española en sus artículos del 166 al 169.

SEGUNDO.- Hacer llegar la presente iniciativa a Las Cortes Generales, a las Comunidades Autónomas y a los Ayuntamientos, así como a la Unión Europea y a la Comunidad Internacional para su reconocimiento y estudio, para que transcurra por los cauces democráticos, y para que se hagan eco las instituciones constitucionalmente competentes.

TERCERO.- Declaramos agotado el modelo de Estado actual, y llamamos a la ciudadanía a demandar la reforma de la Constitución, y la convocatoria de un referéndum, donde sean los ciudadanos y las ciudadanas los y las que decidan con votos democráticos, la forma de Estado que prefieren para el Estado Español.

CUARTO.- Hacer llegar el presente Acuerdo a los Medios de Comunicación de Navarra y de ámbito estatal.



--------------------------------------------------------------------------------

Leer más...

jueves, 24 de febrero de 2011

¿QUÉ PASA CON LIBIA? DEL MUNDO ÁRABE A AMÉRICA LATINA

. ¿Qué pasa con Libia?.
Del mundo árabe a América Latina
VS 0 | | sección: web | 24/02/2011
Santiago Alba Rico y Alma Allende (Rebelión)

--------------------------------------------------------------------------------


Tengo la impresión de que un gran proceso emancipatorio mundial puede verse abortado por la implacable ferocidad de Gadafi, la intervención estadounidense y la poca clarividencia de América Latina. Describiría así la situación: en una zona del mundo ligada de nuevo por fuertes solidaridades internas y de la que sólo se esperaba letargo o fanatismo ha surgido una oleada de levantamientos populares que amenaza con hacer caer, uno detrás de otro, a todos los aliados de las potencias occidentales en la región. Con independencia de las muchas diferencias locales, estos levantamientos tienen algo en común que, por cierto, los distingue radicalmente de las “revoluciones” rosadas y naranjas promovidas por el capitalismo en la órbita ex-soviética: demandan democracia, sí, pero lejos de estar fascinadas por Europa y los EEUU son depositarias de una larga, arraigada, radical tradición anti-imperialista forjada en torno a Palestina e Iraq. No hay en los levantamientos populares árabes ni asomo de socialismo, pero tampoco de islamismo ni -lo más importante- de seducción eurocéntrica: se trata al mismo tiempo de una revuelta económica y de una revolución democrática, nacionalista y anticolonial, lo que abre de pronto, cuarenta años después de su derrota, una inesperada oportunidad para las izquierdas socialistas y panarabistas de la región. La América Latina progresista, cuyos pioneros procesos emancipatorios constituyen la esperanza del anti-imperialismo mundial, debería apoyar en estos momentos al mundo árabe sin reservas, adelantándose a la estrategia de las potencias occidentales, desbordadas por los acontecimientos y a las que Gadafi está dando la oportunidad de un regreso -militar quizás, pero sobre todo propagandístico- como paladín de los derechos humanos y la democracia. Ese discurso es poco creíble en esta zona del mundo, donde Fidel y Chávez gozan de un enorme crédito popular, pero si América Latina se alinea, por activa o por pasiva, con el tirano, no sólo los contagiosos avances populares, que lamen ya Europa y se han trasladado a Wisconsin, se verán irremediablemente detenidos, sino que se producirá una nueva fractura en el campo anti-imperialista que los EEUU, siempre vigilantes, relojeros del mundo, aprovecharán para recuperar el terreno perdido. Algo de eso puede estar ya ocurriendo como resultado de una combinación de desconocimiento y de anti-imperialismo esquemático y sumario. Los pueblos árabes, que vuelven a la escena de la historia, necesitan el apoyo de sus hermanos latinoamericanos, pero es sobre todo la relación de fuerzas mundial la que no puede permitirse una vacilación por parte de Cuba y Venezuela sin que Cuba y Venezuela sufran también las consecuencias y las sufran con ellos América Latina y las esperanzas de transformación a nivel planetario.



Podemos alegar que sabemos poco de lo que ocurre en Libia y sospechar de las condenas occidentales, mediáticas e institucionales, de los últimos días. Podemos quedarnos en eso. Los imperialistas son más inteligentes. Ellos, que tienen muchos intereses concretos en la zona, han defendido hasta el final a sus dictadores, pero cuando han comprendido que eran insostenibles los han dejado caer y han elegido otra estrategia: apoyar procesos democráticos controlados, seleccionar minorías postmodernas como motor de cambios limitados y desplegar sin pudor, a sabiendas de que la memoria es corta y los reflejos de la izquierda muy inmediatos, un nuevo arco iris de retórica democrática. Habrá que oponerse a cualquier injerencia occidental, pero no creo, sinceramente, que la OTAN vaya a invadir Libia; lo que sí me parece es que esta amenaza, apenas apuntada, tiene el efecto de enredar y emborronar el campo anti-imperialista, y esto hasta el punto de hacernos olvidar algo que sí deberíamos saber: quién es Gadafi. Olvidarlo puede producir al menos tres efectos terribles: romper los lazos con los movimientos populares árabes, dar legitimidad a las acusaciones contra Venezuela y Cuba y represtigiar el muy dañado discurso democrático imperialista. Todo un triunfo, sin duda, para los intereses imperialistas en la región.

Gadafi ha sido durante los últimos diez años un gran amigo de la UE y de EEUU y de sus dictadores aliados en la zona. Baste recordar las incendiarias declaraciones de apoyo del Caligula libio al depuesto Ben Ali, a cuyas milicias muy probablemente proporcionó armas y dinero en los días posteriores al 14 de enero. Baste recordar también la dócil colaboración de Gadafi con los EEUU en el marco de la llamada “guerra anti-terrorista”. La colaboración política ha ido acompañada de estrechos vínculos económicos con la UE, incluida España: la venta de petróleo a Alemania, Italia, Francia y EEUU ha sido paralela a la entrada en Libia de las grandes compañías occidentales (la española Repsol, la británica British Petroleum, la francesa Total, la italiana ENI o la austriaca OM), por no hablar de los suculentos contratos de las constructoras europeas y españolas en Trípoli. Por lo demás, Francia y EEUU no han dejado de proporcionarle armas para que ahora mate desde el aire a su propio pueblo, siguiendo el ejemplo de la Italia imperial desde 1911. En 2008 la ex secretaria de estado Condoleeza Rice lo dejó muy claro: “Libia y Estados Unidos comparten intereses permanentes: la cooperación en la lucha contra el terrorismo, el comercio, la proliferación nuclear, África, los derechos humanos y la democracia”.

Cuando Gadafi visitó Francia en diciembre de 2007, Ayman El-Kayman resumió la situación en un párrafo que reproduzco aquí: “Hace casi diez años, Gadafi dejó de ser para el Occidente democrático un individuo poco recomendable: para que le sacaran de la lista estadounidense de Estados terroristas reconoció la responsabilidad en el atentado de Lockerbie; para normalizar sus relaciones con el Reino Unido, dio los nombres de todos los republicanos irlandeses que se habían entrenado en Libia; para normalizarlas con Estados Unidos, dio toda la información que tenía sobre los libios sospechosos de participar en la yihad junto a Ben Laden y renunció a sus 'armas de destrucción masiva', además de pedirle a Siria que hiciese lo mismo; para normalizar las relaciones con la Unión Europea, se transformó en guardián de los campos de concentración, donde están internos miles de africanos que se dirigían a Europa; para normalizar sus relaciones con su siniestro vecino Ben Alí, le entregó a opositores refugiados en Libia”.

Como se ve, Gadafi no es ni un revolucionario ni un aliado, ni siquiera táctico, de los revolucionarios del mundo. En 2008 Fidel y Chávez (junto a Mercosur) denunciaron justamente la llamada “directiva de la vergüenza” europea que reforzaba la ya muy severa persecución en Europa de la humanidad desnuda de las pateras y los muros. De todos los crímenes de Gadafi, quizás el más grave y el menos conocido es su complicidad en la política migratoria de la UE, particularmente italiana, como verdugo de emigrantes africanos. Quien quiera una amplia información sobre el tema puede leer Il Mare di mezzo, del valiente periodista Gabriele del Grande, o acudir a su página web, Fortresseurope, donde se recogen algunos documentos espeluznantes. Ya en 2006 Human Rights Watch y Afvic denunciaban los arrestos arbitrarios y torturas en centros de detención libios financiados por Italia. El acuerdo Berlusconi-Gadafi de 2003 puede leerse completo en la página de Gabriele del Grande y sus consecuencias se resumen sucinta y dolorosamente en el grito de Farah Anam, fugitiva somalí de los campos de la muerte libios: “Prefiero morir en el mar que regresar a Libia”. A pesar de las denuncias que hablan de verdaderas prácticas de exterminio -o precisamente por ellas, que demuestran la eficacia de Gadafi como guardián de Europa- la Comisión Europea firmó en octubre una "agenda de cooperación” para la "gestión de los flujos migratorios” y el "control de las fronteras", válido hasta el 2013 y acompañado de la entrega a Libia de 50 millones de euros.

La relación de Europa con Gadafi ha rozado la sumisión. Berlusconi, Sarkozy, Zapatero y Blair lo recibieron con abrazos en 2007 y el propio Zapatero lo visitó en Trípoli en 2010. Incluso el rey Juan Carlos se desplazó a Trípoli en enero de 2009 para promocionar a las empresas españolas. Por otro lado, la UE no dudó en humillarse y disculparse públicamente el 27 de marzo de 2010 a través del entonces ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, por haber prohibido a 188 ciudadanos libios la entrada en Europa a raíz del conflicto entre Suiza y Libia por la detención de un hijo de Gadafi en Ginebra acusado de maltratar a su personal doméstico. Aún más: la UE no emitió la menor protesta cuando Gadafi adoptó represalias económicas, comerciales y humanas contra Suiza ni cuando efectuó un llamamiento a la guerra santa contra este país ni cuando declaró públicamente su deseo de que fuera barrido del mapa.

Y si ahora estos amigos imperialistas de Gadafi -que ven cómo el mundo árabe se voltea sin su intervención- condenan la dictadura libia y hablan de democracia, entonces nosotros vacilamos. Aplicamos las plantillas universales de la lucha anti-imperialista, con sus teorías de la conspiración y su paradójica desconfianza hacia los pueblos, y pedimos tiempo para que se disuelva la nube de polvo que levantan las bombas lanzadas desde el aire -a fin de estar seguros de que debajo no hay un cadáver de la CIA. Eso cuando no apoyamos directamente, como el gobierno de Nicaragua, a un criminal cuyo contacto más liviano sólo puede manchar para siempre a cualquiera que se reclame de izquierdas o progresista. No es la OTAN quien está bombardeando a los libios sino Gadafi. “Fusil contra fusil” es la canción de la revolución; “misil contra civil” es algo que no podemos aceptar y que, aún antes de hacernos preguntas, debemos condenar con toda energía e indignación. Pero hagámonos también las preguntas.

Porque si nos hacemos preguntas, las respuestas que tenemos -por pocas que sean- demuestran además de qué lado deben estar en estos momentos los revolucionarios del mundo. Ojalá caiga Gadafi -hoy mejor que mañana- y América Latina comprenda que lo que ocurre en estos momentos en el mundo árabe tiene que ver, no con los planes maquiavélicos de la UE y EEUU (que sin duda maniobran en la sombra), sino con los procesos abiertos en Nuestra América, la de todos, la del ALBA y la dignidad, desde principios de los años 90, siguiendo la estela de la Cuba de 1958. La oportunidad es grande y puede ser la última para revertir definitivamente la actual relación de fuerzas y aislar a las potencias imperialistas en un nuevo marco global. No caigamos en una trampa tan fácil. No despreciemos a los árabes. No son socialistas, no, pero en los dos últimos meses, de manera inesperada, han dejado al desnudo la hipocresía de la UE y los EEUU, han expresado su deseo de una democracia auténtica, lejos de todo tutelaje colonial, y han abierto un espacio para poner en dificultades desde la izquierda los intentos de reconversión, también territorial, del capitalismo. Es la América Latina del ALBA, la del Che y Playa Girón, cuyo prestigio en esta zona estaba intacto hasta ayer, la que tiene que apoyar el proceso antes de que el relojero del mundo vuelva a hacer girar las manillas hacia atrás y a su favor. Los países capitalistas tienen “intereses”; los socialistas sólo “límites”. Muchos de esos “intereses” estaban con Gadafi, pero ninguno de esos “límites” tiene nada que ver con él. Es un criminal y además un estorbo. Por favor, compañeros revolucionarios de América Latina, los compañeros revolucionarios del mundo árabe están pidiéndo que no lo sostengáis.



Leer más...

23-F, LO QUE ESCONDEN A LA OPINIÓN PÚBLICA (1 y 2)














Extracto de la conferencia "Misterios en torno al golpe del 23-F" dada en la Facultad de Sociología de la UCM el día 9 de marzo de 2010 por el historiador Jesús Palacios (autor de "23-F: el golpe del CESID") y por el coronel Diego Camacho (exmiembro del CESID).
Este extracto pertenece a la grabación más extensa realizada por el periodista Rafael Palacios:
http://www.rafapal.com/
http://vimeo.com/10062546
http://vimeo.com/10057409

Categoría:
Noticias y política

Etiquetas:
23-F Diego Camacho Jesús Palacios operación de Gaulle Tejero golpe Estado Armada rey CESID Leer más...

"TODOS LOS ROSTROS", EL RECUERDO DE MILLONES DE HOMBRES Y MUJERES QUE SOÑARON CON TRANSFORMAR EL MUNDO

La memoria de los vivos
Millones de hombres y mujeres, hoy anónimos y desconocidos, soñaban con transformar el mundo
Publicado el Martes 4 de enero de 2011, a las 13:15














La memoria de los vivos
Repatriation of Children At End GCE Barcelona 1939.
Foto: tomada del blog Todos los rostros.


Paco de Jerez – Todos los Rostros

Este no es el relato hagiográfico de las épicas hazañas de reconocidos próceres públicos o de valerosos hombres de guerra. Los lectores apresurados no encontrarán aquí retribución alguna para su impaciente desasosiego. Las letras que encadenadas se suceden desde ahora, son antagónicas con la premura y enemigas de la ostentación. Responden a un único propósito: contribuir al general reconocimiento de la memoria de tantos millones de hombres y mujeres, hoy anónimos y desconocidos. En algún momento de sus azarosas vidas, todos ellos soñaron con transformar el mundo pero la Maldad, el Terror y la Intolerancia, el fascismo y el nazismo patrio y foraneo, truncaron para siempre sus anhelos, aniquilaron sus existencias y borraron todo rastro de su pasado. Nacieron en miles de aldeas, pueblos y ciudades distintos; hablaron decenas de lenguas diferentes; tuvieron padres, hermanos o hijos; concibieron nuevas canciones, idearon relatos y narraciones y protagonizaron revoluciones y gestas políticas y bélicas. Pero nada sabemos de ellos.

Fueran o no asesinados en cunetas o paredones, sobrevivieran o no a torturas, palizas y malos tratos, todos ellos acabaron inexorablemente engullidos por los torbellinos del tiempo. El recuerdo de sus imperecederas peripecias vitales se ha desvanecido entre las brumas del Vacío y la Nada. Hemos relegado sus proezas, hemos arrinconado sus ejemplos, hemos postergado sus tribulaciones y hemos omitido sus quebrantos. Sólo algunos de entre los pocos supervivientes pudieron transmitirnos el testimonio difuminado de sus padecimientos. Ernesto Sempere Villarrubia fue uno de ellos. Pero otros miles, decenas de miles de ellos, fueron víctimas de un olvido eterno.

Para paliarlo en alguna medida, he oficiado de atrevido escribidor y he querido imaginar un posible encuentro entre Sempere y uno de estos anónimos desconocidos, dando forma así a un sucedido ignoto, vislumbrando una de tantas tragedias inextinguibles e invisibles, tan ficticia como probablemente real. Vaya pues desde aquí, este mi homenaje a los hombres y mujeres sin rostro, desde el blog de "Todos los Rostros".




La Memoria de los Vivos
“La vida de los muertos está en la memoria de los vivos”. Cicerón

Los años, el tiempo, el sinvivir de la prisa y los espejismos del presente socavan el cimiento del robusto edificio en el que habita nuestra memoria y lo fracturan, trasuntándolo en un destartalado chamizo, que se blanquea día a día en el yeso y la cal del olvido. De justicia es, pues, que nuestros más vívidos recuerdos sirvan para restaurar su fortaleza y que podamos apuntalar sus pilares con el dulce sentir de las gratas remembranzas a las que nos lleva la melancolía.

Por eso, cuando aún escuchamos el eco de las canciones y de los versos de Ernesto Sempere y nos sigue estremeciendo la alegre resonancia de su inquebrantable amor a la vida, sus ocho hijos, sus ocho hijas, sus quince nietos, y ante todo Otilia Luján, su esposa, nos seguimos reuniendo a la sombra de su añoranza para afianzar nuestra comunión, compartir reminiscencias, relatar chascarrillos de su factura y visitar cada una de las gratas estancias que dan forma a la entrañable morada que se yergue –sólida— con la sola evocación de su figura.

Y no falta en el relato de los acontecidos, el frecuente recurso a la narración del enigmático suceso que toda la familia –treinta y tres almas— pudo vivir y de alguna forma protagonizar hace ya para dos años, en ocasión del aniversario del jubiloso patriarca de la estirpe.

En aquel entonces, y reunidos todos para el momento festivo en la casa toledana de Cardiel de Los Montes que como solar del linaje fue adoptada en los años 60 del pasado XX, vimos como tras la sobremesa, bullanguera por la presencia de la patulea infantil, el pater familias nos rogaba silencio y demandaba nuestra atención. Con cierto misterio nos pidió anuencia, obediencia y confianza y nos solicitó que saliéramos al exterior, llenando la cardieleja Plaza del Ayuntamiento (bien llamada Plaza de España) con nuestra presencia y nuestros mudos interrogantes.

Al poco de nuestra espera –inexplicable acertijo—, un autocar de carretera de esos de diez metros y con colores, marcas y anagramas que ya no recuerdo pero que lamento no haber fijado en mi caletre, hizo su aparición en las inmediaciones de nuestro provisional vivac.

La tarde estaba limpia y luminosa y no hacía demasiado frío para estar tan bien metido noviembre. Ernesto padre (hay un Ernesto hijo, y un Diego Ernesto nieto) nos pidió, con una guitarra en la mano, una caja llena de linternas y una especie de jarrón decorado en esmalte, que ocupáramos el vehículo, el cual, en medio de la general extrañeza y por su reducida capacidad, parecía atestado de un ruidoso gentío. En su interior, y aposentados en sus butacas pudimos ver cómo Ernesto corría todas y cada una de las cortinillas, incluida una que separaba a modo de telón la zona de pasajeros con el puesto de conducción, impidiendo en todo caso la visión frontal y lateral y obscureciendo el interior del autobús como si fuera el más lóbrego de los pozos. Nos pareció que allá, a lo lejos y tras el impenetrable y tenebroso paño, el chofer mascullaba en una jerga que se asemejaba al ¿rumano?.

Al segundo, el abuelo hizo aparición volviendo a reclamar nuestra atención y nuestro silencio para dar explicación a la incógnita. Y lo que nos contó fue una suerte de argumentos tan casuales y casi tan inconcebibles que sólo pudieron ser creídos por su propia inverosimilitud. Así, nos hizo viajar en el tiempo y en el espacio retrocediendo mentalmente a finales de 1936, meses después del inicio de la guerra civil, y al momento de su fuga del hogar paterno para recalar por conciencia y por creencia en la 88ª Brigada Mixta, de inspiración anarquista.

Nos narró que se hizo compañero y salvavidas mutuo y recíproco — tras varias y cruentas acciones de guerra— de un tal Anselmo, miliciano ciudarealeño de la cuerda de Durruti. Anselmo, al parecer hombre ilustrado, puso al corriente al entonces adolescente Ernesto de sus correrías y tropelías al inicio de la guerra cuando el asentamiento del republicano frente extremeño, que pretendía ser respuesta, freno y tumba de la relampagueante guerra de columnas inventada por Franco y Queipo.

En el marasmo del inmovilismo de la posterior guerra de trincheras, Anselmo fue a parar al Monasterio de Guadalupe, antiguo cenobio requisado y convertido en hospital de retaguardia por las milicias. En una de tantas chácharas en nido de ametralladoras al abrigo del rumrum y panpan del fuego de cobertura, Anselmo contó que el claustro aún conservaba casi íntegra la biblioteca y que en la misma, tras muchos días de aburrimiento entre latines y misales, había encontrado un texto manuscrito, con letra clara y redondilla y firmado y signado por un tal Modesto Lafuente en 1838.

Tras la lectura del escrito, intitulado según parece y creía recordar “Florilegio de hallazgos y curiosidades de la antigüedad hispana en la biblioteca de la Real y Serenísima Abadía de Guadalupe”, o algo parecido, el autor (años más tarde confirmado como asentado historiador de los hechos de nuestros mayores) hacía repaso de cuanto de anecdótico o extraño encontrara en los legajos en pergamino y encuadernaciones en reseca piel de cordero que se hallaban en los anaqueles del centenario edificio. Y entre ello, Anselmo pudo leer y memorizar, para más tarde remembrar con Ernesto, algunas de las peregrinas alusiones al libertador caudillo lusitano-vettón Viriato trascritas por Lafuente tras toparse con ellas en originales arábigos, que a modo de traducciones del latín de un ya perdido para siempre libro de Apiano, el historiador pudo leer y nunca más volvió a hallar, ya que Don Modesto fue preso por giris cristinos o isabelinos de Cáceres al inicio del mil y ochocientos treinta y nueve al ser confundido con un agente carlista del general Maroto. La captura del afamado “espía” fue celebrada por los guardias isabelinos con la quema de su material de lectura, y el acaso sólo salvó inadvertidamente para extraños y propios el Florilegio, que quizá hubiera debido por su falta de mérito ser canjeado por cualquiera de las antiguallas que se convirtieron en flamante tea.

Anselmo pudo leer en las letras de Don Modesto que Viriato, a diferencia de otros muchos caudillos lusitanos y vettones, no fue incinerado por sus clientes y adeptos sino que, armado y pertrechado, fue sepultado en secreto en una cueva de considerable amplitud bajo una enorme laja de piedra granítica junto a una loma en las cercanías de una elevación llamada Monte de Venus, en aquel entonces ignoto paraje de paradero desconocido.

Entre conversaciones varias centradas en el misterio de la tumba de Viriato y en su alucinador ejemplo como un Espartaco celtibérico y adalid de la lucha contra el imperialismo de la época, y tras escaramuzas frecuentes y graves heridas en el frente, Ernesto –con un cascote de granada en la rodilla— vio desvanecida la pista de Anselmo pues fue evacuado a un hospital de Ciudad Real, donde hallado por su padre, también Ernesto, quedó integrado en un Batallón de Ingenieros, el 36º de Obras y Fortificación. Perdida la guerra y el progenitor, Ernesto nunca volvió a cruzar los pasos con Anselmo en sus largos años de penar por las prisiones y los batallones de forzados del General, hasta que la casualidad quiso que tras una larga pausa de mutuo asombro por los insospechados surcos que traza el tiempo en los semblantes, se reencontrarán y reconocieran en un humeante bar de Hinojosa de San Vicente en los años 70.

Anselmo contó a Ernesto que vivía en un chozo ubicado en un lugar de difícil y casi críptico acceso, en una parcela que un vecino apiadado de su solitaria miseria le había cedido, la cual se encontraba a mitad de camino, o no, quién sabe, en un cuadrado o trapecio virtual que pudiera tener como vértices los pueblos serranos de El Real, Castillo de Bayuela, Garciotún y Nuño Gómez, todos ellos toledanos. Y le dijo que, sin oficio ni beneficio, su único horizonte desde hacía ya veinte años era la búsqueda, sin descanso y sin fruto del sepulcro del lusitano. Anselmo y Ernesto, de tapadillo, vertieron lagrimas por los muchos camaradas ausentes y murmuraron viejas canciones ácratas mientras refrescaban tinto peleón de Lucillos. En el interín, Ernesto se cuidó de que Anselmo comiera (muy desnutrido estaba el aprendiz de Schulten) y le donó el peculio íntegro que en ese momento portaba en el monedero.

Y ése fue el último día que pudo ver y hablar con Anselmo, ya que el iluminado desapareció como sal en día de lluvia y nunca más se dio con sus huellas, a pesar de recorrer Ernesto para su localización los mesones y bares de toda la sierra de San Vicente. Y el misterio continuó hasta el inicio del año 2004.

En febrero, Ernesto recibió un aviso del juez de paz de El Real, el cual portaba una caja con una urna y un sobre cerrado a conciencia. La urna contenía las cenizas del loco Anselmo, encontrado muerto en una cuneta de la carretera de lleva a San Román desde Hinojosa. El sobre fue abierto por Ernesto en la intimidad de su casa solariega de Cardiel, junto a la presencia de la abuela Otilia, siempre reconfortante por la tristeza del fúnebre momento. En su interior se encontraba una medalla al valor en acción de guerra con la estrella roja del Ejercito Popular de la República, un trozo de un mapa de carreteras con un lugar de la sierra marcado con un punto o más bien un agujero, y una antigua moneda, de un tono verde herrumbroso, liada con varias vueltas de la cinta tricolor de la medalla. En su única cara visible pues el reverso era un manchón indescifrable, la moneda reflejaba claramente la silueta de un verraco, en todo punto igual o similar al que hoy mismo puede contemplarse en la plaza de Castillo de Bayuela que se encuentra junto al Club de Pensionistas.

Y aquí, Ernesto calló en el relato de su historia, sobrecogido por el recuerdo del amigo desaparecido y de tantos y tantos otros que se fueron quedando en las fosas y entre las rejas de un país convertido en gigantesco penal. Y permaneció largos minutos en silencio entre un mudo y contenido llanto, que fue respetado por grandes y chicos en abierta estupefacción.

Al poco, el autobús frenó, y Ernesto, descorriendo el telón frontal nos invitó a bajarnos en mitad de una nada irreconocible que, entre monte bajo, chaparral, encinas y retamas, decoraba nuestro nuevo escenario. Sin decir palabra y resollando por el esfuerzo, el abuelo Ernesto nos invitó por medio de perentorias señas a seguirle por una trocha deslavazada que se adivinaba en el terreno. Anduvimos más de veinte minutos a través de hondos regueros y empinados cerrillos, en una orografía ciertamente difícil, entre protestas de los chiquillos y sorpresa de los mayores, que se veían obligados a superar con espíritu deportista los numerosos tapiales de piedra de la zona con los que nos cruzamos. Ante el asombro de todos, tras un velo de retamas y bajo el natural dosel de una espesa arboleda de encinar nos encontramos con una gran piedra en forma de gigantesca boina y rodeada de pequeños brotes de chaparros. Tras recorrerla en todo su perímetro, seguimos al abuelo Ernesto hasta uno de sus extremos. Agachándose, procedió a apartar una mata de chaparro seco y desgajado que en él se encontraba y nos ofreció a la vista un sombrío agujero de poco menos de un metro de anchura por el que con obediencia casi religiosa y en medio de la máxima quietud, fuimos bajando a una profundidad inmedida entre el estupor y la parálisis general, alumbrados por las escasas candelas de potencia de los focos portátiles que llevábamos.

Y allí, mudos de espanto, pudimos contemplar un amplio espacio en el que, a modo de gruta natural pero reforzado en sus límites exteriores por gruesos sillares de piedra trabajados por el hombre, en su centro exacto se hallaba un sepulcro de piedra serrana, horadado antropomórficamente, sin tapa ni losa que lo recubriera. Viejos caracteres, similares pero no del todo iguales a letras latinas, horadaban los laterales del rústico sarcófago y en su interior reposaban los restos humanos de un antiguo guerrero, recubierto de cotas de planchas de hierro y yelmo de bronce, armado con la corta espada ibérica y protegido con un pequeño escudo circular que parecía estar amarrado a su torso.

El caudillo lusitano o vettón, pues de Viriato se trataba naturalmente, dormía el milenario sueño de los que dignamente y con honor habían luchado por la libertad de los suyos. Por ello, en perpetuo sigilo y con la máxima reserva, todos fuimos a rendirle nuestro homenaje y pleitesía, sintiéndonos extrañamente transportados entre neblinas espirituales a un lejano pasado que se nos hacía a cada momento más cercano y perturbador.

Entre la general omisión de la palabra y la parquedad de nuestros movimientos, nadie se alarmó cuando, emocionado, el abuelo Ernesto procedió ceremoniosamente a depositar el jarrón esmaltado, en realidad la urna funeraria con las cenizas de Anselmo, en el interior del sarcófago, entre los pies esqueletizados del rebelde. A continuación, tomó la guitarra, su propia guitarra, y la reclinó a la vera del sepulcro para de seguido extraer del interior de la caja de linternas una fina placa de mármol negro huecograbada, en la que pudimos leer y reconocer de un somero vistazo algunos de los versos de su “Canto a la Sierra de San Vicente”. Enlazados todos en un encadenado abrazo, algunos sollozábamos y otros, sobrecogidos, sonreían con incontenible euforia.

Tras unos minutos de recogimiento, el abuelo nos hizo salir, despacio y calmosamente y allí, en el exterior, a la sombra de unas encinas cuyo número, tamaño y localización no sabríamos marcar nunca en un mapa, allí el abuelo sacó del bolsillo de su abrigo verde de caza una pequeña botella de vino. Escanció un poco sobre la laja curva de piedra, otro poco junto a las cepas de las encinas protectoras y otro en el coleto de su garganta y tras ello, brindó con voz queda y entre lágrimas: “Por el héroe, por Anselmo, por los míos, por los amigos ausentes, por todos nosotros………”.

Volvimos a colocar la seca mata de chaparro ocultando la entrada y todos colaboramos en buscar más ramaje que pudiera ocultar las trazas de nuestras huellas. Hicimos el camino de retorno en busca del autocar del ¿rumano? con alegría pero en medio de una general circunspección que sólo ocultaba lo abrumados que nos sentíamos por convertirnos en los custodios de tan gran secreto. Ese secreto nunca hasta hoy ha sido revelado por ninguno de nosotros y sólo un consejo de familia ha permitido la difusión de su contenido.

Ernesto Sempere Villarrubia –poeta, escritor y compositor— falleció en Cardiel de los Montes (Toledo) el 13 de enero de 2005, rodeado de los suyos. Todos nosotros, y ante todo nuestra madre Otilia Luján Cuadrado, nos sentimos orgullosos de los protagonistas históricos o inventados de esta narración, quizás imaginada. El recuerdo vivo de nuestro padre y marido Ernesto es el vínculo que nos une al pasado sin rupturas y sin etapas, con plena conciencia de su imperecedera permanencia en el presente. Porque en él está vivo, ya que reside para siempre en nuestra memoria.

Post Scriptum: "La memoria es el único paraíso del que no podemos ser expulsados". Jean Paul Richter



Leer más...

miércoles, 23 de febrero de 2011

"LOS MOVIMIENTOS SOCIALES BUSCAN LOS DERECHOS DE LA POBLACIÓN DEL MUNDO ÁRABE". JAVIER AISA, DE IPES

"Los movimientos sociales buscan los derechos de la población del mundo árabe"
Javier Aísa, responsable del área internacional IPES, reflexiona sobre la crisis que vive el mundo árabe.
Javier Aísa. DN. Es


Miércoles, 23 de febrero de 2011 - 14:58 h.

1.-Qué está pasando en el mundo árabe

Para el experto internacional, Túnez, Egipto o Libia viven "situaciones particulares" que "responden a problemáticas diferentes" si bien todas ellas tienen "un mínimo común denominador": "Desde el punto de vida político, buena parte de la población no se siente reconocida en regímenes que equivalen a monopolio de poder por parte de un líder político o partido, o de su clan familiar o de su tribu, bien sea en forma de República, monarquía, régimen militar…", explica.

Además, Aísa añade como causa el hecho de que todos los regímenes "llevan una media de 35 años ejerciendo el poder de manera única" y que la población, sobre todo la más joven, "no ve que haya un relevo político que considera necesario".

Además, el escritor añade la "injusta distribución de la riqueza del país en el conjunto de la población" y la situación que vive la juventud, que supone el 60% de la población: "Los jóvenes no encuentran posibilidad de tener acceso a la política porque no hay libertad de expresión; tampoco a los recursos porque no disponen de trabajo; ni a los derechos sociales porque los estados han ido imponiendo medidas neoliberales y cerrando la puerta al estado del bienestar".


2.- Qué ha propiciado esta crisis

La búsqueda de un relevo político, de una justicia social y de, incluso, un relevo generacional en los liderazgos ha sido el detonante para Javier Aísa.



3.- Hasta dónde puede llegar esta crisis

El experto de IPES prefiere ser prudente a la hora de hacer un pronóstico, puesto que "no estamos ante una revolución general del mundo árabe sino ante movilizaciones sociales para exigir unos derechos políticos y económicos".

No obstante, plantea varios escenarios que pueden producirse: "Que los movimientos reformistas conduzcan a regímenes en los que se lleven a cabo elecciones libres o que los dirigentes actuales ejerzan su resistencia a base de una represión cada vez más sangrienta, como en el caso de Libia".

En cualquiera de los casos, Aísa subraya lo que para él es ya una realidad: "Las poblaciones árabes han perdido el miedo y han sido capaces de buscar los puntos fundamentales para llevar a cabo las protestas y hacer emerger un nuevo tejido social, encabezado sobre todo por gente joven que busca solución a sus problemas".


4.- Qué cree que debe hacer Occidente

Para Aísa, Occidente ha de hacer una autocrítica de "por qué ha estado apoyando a estos dictadores" y, a partir de ahora, apostar por los movimientos reformadores. En tercer lugar, el de Ipes reconoce que lo mejor que puede hacer Europa es "no intervenir" puesto que "cualquier injerencia en estos procesos va a ser vista como una imposición": "Hay que dejar que busquen su futuro, que encuentren sus espacios de expresión y, a partir de ahí, apoyar a los movimientos que están por el cambio y por la reforma política y económica", concluye.

Leer más...

EE. UU. AMENAZA A LIBIA, CONFIRMANDO ADVERTENCIA DE FIDEL CASTRO

Hillary confirma denuncia de Fidel


Artículos de Opinión | Manuel E. Yepe | 23-02-2011 |
Mientras la prensa corporativa desvía la atención de los actos de rebeldía y de represión que tienen lugar en Wisconsin y Puerto Rico, los propios medios estadounidenses y transnacionales magnifican los acontecimientos en Libia.

Con inusual urgencia, aunque con la prepotencia y la soberbia habituales, la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, hubo de confirmar virtualmente la denuncia formulada pocas horas antes por el líder de la revolución cubana y ex presidente de su país, Fidel Castro, de que la OTAN planea la ocupación de Libia.

“A Estados Unidos se le acaba la paciencia. Hay que detener inmediatamente este inaceptable derramamiento de sangre", afirmó amenazadoramente la jefa de la diplomacia estadounidense refiriéndose a las protestas sociales en Libia cual si se tratara de acontecimientos en su propio país, donde precisamente por estos días tienen lugar protestas obreras y estudiantiles que están siendo reprimidas severamente.

"El Gobierno de Libia tiene la responsabilidad de respetar los derechos universales del pueblo, incluidos los derechos de libertad de expresión y reunión. Estamos trabajando con urgencia con amigos y socios en todo el mundo para transmitir este mensaje al Gobierno libio", agregó la Clinton.

“Lo que para mí es absolutamente evidente es que al Gobierno de Estados Unidos no le preocupa en absoluto la paz en Libia, y no vacilará en dar a la OTAN la orden de invadir ese rico país, tal vez en cuestión de horas o muy breves días”, había advertido el líder revolucionario cubano poco antes de que la Clinton virtualmente confirmara las intenciones agresivas de Washington en la coyuntura actual de Libia.

“Una persona honesta estará siempre contra cualquier injusticia que se cometa con cualquier pueblo del mundo, y la peor de ellas, en este instante, sería guardar silencio ante el crimen que la OTAN se prepara a cometer contra el pueblo libio”, sentenció Fidel Castro.


Las noticias acerca de supuestas o reales masacres y otras cruentas acciones represivas del gobierno de Libia han invadido ya al mundo en las alas del gigantesco monopolio mediático que sirve habitualmente a las campañas de Estados Unidos. Nadie podría saber lo que hay de cierto en algunas informaciones o si todas son tan falsas como la de que el primer ministro Muammar al-Gaddafi había dejado el país para asilarse en Venezuela, falacia que fuera oportunamente desmentida, tanto por el gobierno de Libia como por Caracas.

La diplomacia estadounidense se ha estado moviendo con una inusitada vehemencia y gran agilidad promoviendo la condena del gobierno libio de una manera que no se hubo de manifestar ante los acontecimientos similares de levantamientos populares en Túnez, Egipto, Marruecos, Yemen, Jordania, Bahréin (donde está la base de la V Flota de la Armada estadounidense) y otras naciones del Medio Oriente… y mucho menos en los actuales casos de Wisconsin y Puerto Rico, por supuesto. El secretario general de la ONU, el secretario general de la OTAN, la Unión Europea (UE), el presidente de Francia, el primer ministro italiano y la ministra española de Exteriores han formulado públicas condenas por la represión de los manifestantes y exigido que Gadafi deje el poder.

Los acontecimientos en Libia, como todos los que tienen lugar hoy en el Medio Oriente, conforman un escenario de dramáticas situaciones que resultan de la conjunción de la fabulosa riqueza petrolera de su subsuelo con el afán del capitalismo internacional por controlar ese tesoro, impidiendo así que sirva al bienestar de sus pueblos y, por el contrario, ampare indignantes desigualdades y las más injustas exclusiones.

Con la misma presteza con que el gobierno de los Estados Unidos trató infructuosamente de defender la permanencia de Hosni Mubarack al frente de Egipto, justificando u ocultando el abultado expediente de delitos de corrupción y arbitrariedades de su principal aliado en el mundo árabe, la diplomacia estadounidense manipula la valoración acerca del acontecer en Libia para crear condiciones para una eventual o inmediata intervención militar en ese país.

Pero habrá que seguir al tanto de la situación en la región del Medio Oriente donde todavía quedan muchas fichas en juego, entre ellas las de Israel.

Se asegura que actualmente Hillary Clinton es la pieza principal de lobby sionista (también conocido como lobby de presión pro israelí) en la Casa Blanca, pese a que ciertos antecedentes indican que fue en un momento relativamente reciente de su carrera política que trocó inesperadamente su rumbo y asumió esta orientación.

De ahí que resulte importante vigilar las posiciones que asuma la jefa de la diplomacia estadounidense para vaticinar o descubrir las de Israel en el complicado tablero medio oriental.


Leer más...

SE AGUDIZAN LAS PROTESTAS EN MARRUECOS, LIBIA, YEMEN Y BAHRÉIN

Se agudizan las protestas en Marruecos, Libia, Yemen y Bahréin
La ola de cambios en el norte de África y en Oriente Próximo continúa extendiéndose sin freno



Internacional | Gonzalo Sánchez - Tercera Información | 22-02-2011 |

A principios del presente año, los ciudadanos de Túnez comenzaron una revolución que logró echar en primera instancia al dictador Ben Alí, después de mantenerse en el poder durante varias décadas, como el apoyo de las democracias occidentales. Aún hoy la oposición tunecina, organizada en el Frente 14 de Enero sigue en las calles exigiendo la caída de todo el aparato del estado que sustentó a Ben Alí.

En Egipto se ha producido una situación similar, el dictador Hosni Mubarak, se mantuvo en el poder durante varias décadas ganando elecciones en las que sólo se presentaba él. Contaba con el apoyo de las democracias occidentales y junto con su colega de Túnez militaban durante sus gestiones sangrientas en la Internacional Socialista, junto con el partido de gobierno en España, PSOE.

Ahora varios pueblos del norte de África y de Oriente próximo se han levantado contra los regímenes dictatoriales que les oprimen exigiendo más derechos sociales y laborales y la instalación de una democracia que surja de una amplia reforma o una nueva redacción de textos constitucionales, al igual que en Túnez y en Egipto.


En Marruecos, el Rey Mohamed VI ha visto como las protestas que anteriormente estaban protagonizadas por saharauis son llevadas a cabo por miles de ciudadanos marroquíes. Estas expresiones que exigen mayor democracia y el fin de la pobreza y miseria en el país se han extendido en las últimas horas por todo el país. La represión de la dictadura ha causado cinco muertes y varias decenas de heridos.

Marruecos, país que reprime con especial virulencia a los saharauis, tiene en sus cárceles presos políticos y la oposición es perseguida. Sin embargo, José Luis Rodríguez zapatero ha expresado hace unos momentos su apoyo al régimen de Mohamed VI.

Libia está viviendo una oleada de manifestaciones en contra y también favor del máximo dirigente del país, el dictador Muammar al Gaddafi, quien lleva más de 40 años en el poder. Las protestas contra su régimen han llegado hasta Trípoli, la capital del país y feudo de los afectos a al Gaddafi.

La represión en este país norteafricano se ha cobrado varios cientos de víctimas de la oposición, ya que para disolver las protestas se ha usado fuego real, incluso fuego de mortero, lo que ha conseguido posicionar a la Comunidad Internacional contra la represión ejercida por el ejecutivo libio, incluso el ministro de justicia de ese país, Mustafá Abdeljalil, ha dimitido por esta cruenta situación.

Sin embargo, los partidarios de Muammar al Gaddafi afirman que los manifestantes opositores son violentos, han quemado varios edificios públicos y han provocado varias muertes de personas que expresaban públicamente su apoyo al líder libio y de la policía que intentaba contener las protestas para evitar derramamiento de sangre.

Muammar al Gaddafi sigue en Libia, así lo han confirmado el Gobierno africano y el venezolano, para despejar las dudas sembradas desde el Reino Unido sobre una hipotética huida del máximo dirigente de Libia.

Mientras tanto en Yemen y en Bahréin las movilizaciones se incrementan, pero al igual que en Marruecos y en Libia, los dictadores se niegan a abandonar el poder y ofrecen tímidas reformas que no contentan a sus adversarios políticos, que siguen en las calles manteniendo las consignas de dimisión y cambios en favor de la democracia.


Leer más...

"SI ESPAÑA FUESE UNA AUTÉNTICA DEMOCRACIA SE INVESTIGARÍA EL PAPEL DEL REY EL 23-F"

Antonio Romero: "Si España fuese una auténtica democracia se investigaría el papel del rey el 23-F"





--------------------------------------------------------------------------------






--------------------------------------------------------------------------------

1

01:20h. del Miércoles, 23 de febrero
El 23 de febrero de 1981 el Congreso de los Diputados celebraba sesión de investidura de Leopoldo Calvo Sotelo en segunda votación. Tejero irrumpió en el Congreso al frente de 200 guardias civiles que habían llegado en autobuses a la Carrera de San Jerónimo.

España en aquellos días vivía una intensa campaña terrorista de secuestros y asesinatos a manos de ETA.

Andalucía estaba rompiendo el modelo de Estado diseñado por la UCD que garantizaba las autonomías políticas solo para la llamadas comunidades históricas.

La dimisión de Adolfo Suarez provocada por los sectores más reaccionarios de la derecha española y de la administración norteamericana que querían a toda costa el ingreso de España en la OTAN, a lo que Suarez se venía negando.

Las movilizaciones frente a la reconversión y al paro eran muy generalizadas. Existía una gran ebullición social y política. El modelo de transición se estaba cuestionando en la práctica. La monarquía estaba sujeta con alfileres. Carecía de legitimidad, dado que era una herencia del franquismo.

Las elecciones municipales tres años antes se habían saldado con una amplia derrota de la derecha en todas las grandes ciudades.

En el ejército, en las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y en los Servicios Secretos, en conexión con las tramas civiles (que aún no han salido a la luz 30 años después), se preparaban tres escenarios de Golpe:

Cruento y duro

Militar con participación de la derecha.

Blando, con gobierno de concentración nacional.

El rey estaba informado porque el objetivo del Golpe blando, apoyado en el secuestro del Congreso por Tejero, lugar donde el elefante blanco (autoridad militar, por supuesto), acudiría para anunciar el nuevo gobierno de concentración, suspender las garantías constitucionales y declarar el Estado de Sitio.

Se trataba de consolidar la Monarquía y de reconducir el rumbo de España hacia posiciones conservadores.

Ingresando inmediatamente en la OTAN

Recortando las autonomías (LOAPA)

Reprimiendo las movilizaciones obreras y sindicales.

Haciendo frente a ETA con el Ejército y con efectivos para iniciar la guerra sucia.

En los tres escenarios golpistas que se crearon, sólo al cruento sostenía que al rey se le habían ido las cosas de las manos aunque mantenía la monarquía como modelo de Estado.

La primera pregunta ante el mapa de ocupaciones de los golpistas en Madrid sigue siendo la siguiente: ¿Por qué no ocuparon la Zarzuela para neutralizar al rey? ¿Lo consideraban uno de los suyos? ¿Por qué tardó tantas horas en comparecer en televisión? Concretamente desde las 18:30 hasta la 1:20 de la madrugada.

Además, no utilizó la radio ni otros medios durante todo ese tiempo.

El General Armada estaba preparado para comparecer en el Congreso en nombre del rey, e imponer un Gobierno de concentración. Milan del Bosch sacó los tanques a la calle. En Sevilla calentaron motores los blindados en los cuarteles y en la Brunete se producían movimientos. Aquí es donde el rey y Sabino Fernández Campo emplearon estas horas para ver como evolucionaba la situación.

Se evitó que saliera el ejército a la calle porque de haber sido así se fortalecería la posición de Tejero, que se estaba negando a que el Elefante Blanco propusiera un Gobierno de concentración con presencia de ministros de la izquierda. Con el ejército en la calle nos habríamos acercado al Golpe Duro.

Estuvieron en contacto con EEUU. Hay cintas de cassete que grabaron las conversaciones entre Zarzuela y la Embajada que aún no están desclasificadas. El Secretario de Estado (Heighs) planteó que el golpe era un asunto interno de los españoles.

También valoraron el apoyo del hermano de la reina Sofia Constantino de Grecia al Golpe de Estado en aquel país que acabaría por llevarse por delante a la Monarquía.

En esas horas se jugó a todo. Se barajaron todas las posibilidades dado que ningún sector del golpismo cuestionaba la monarquía. Todos actuaban en nombre del rey.

Finalmente, ante la negativa de Tejero a la solución Armada el Golpe se quedó sin Elefante Blanco. El rey aparecería como salvador del Congreso de los Diputados y de la Constitución de 1978. Saldría reforzado, legitimado. Llamaría a los partidos para reconducir la situación al tiempo que ofrecía a su amigo Armada como cabeza del Golpe.

España entraría en la OTAN, el PSOE se derechizó, las autonomías se frenaron, el chantaje había funcionado. Los poderes tácticos habían reconducido la transición cuya hegemonía estaban perdiendo y la monarquía se legitimó ante la ciudadanía en gran medida, luego el Golpe había sido todo un éxito en lo político y un fracaso en su ejecución militar.

Antonio Romero Ruiz

Coordinador de la Red de Municipios por la III República.



--------------------------------------------------------------------------------

Leer más...

"LA VOZ DE LA CALLE", NUEVO PERIÓDICO DE IZQUIERDAS, SALDRÁ A LA CALLE EN ABRIL PRÓXIMO

Su primer número saldrá en abril próximo, impulsado por un grupo de periodistas y profesionales encabezados por Teodulfo Lagunero y su familia.

"La voz de la calle", un nuevo diario de difusión nacional





--------------------------------------------------------------------------------





--------------------------------------------------------------------------------

27

10:02h. del Martes, 22 de febrero
El próximo mes de abril saldrá a la calle un nuevo periódico diario en papel, de difusión nacional, “La Voz de la Calle”, impulsado por el empresario, abogado y catedrático de Derecho Mercantil Teodulfo Lagunero, una de las personalidades más emblemáticas de la izquierda en el proceso de la transición política. El periódico tendrá, asimismo, una versión digital, con el mismo nombre, sus mismas líneas editoriales y sus mismos objetivos.

El nuevo diario contará con un equipo directivo formado por periodistas de sólida formación y una larga experiencia y una Redacción integrada por jóvenes profesionales de la información.

“La Voz de la Calle” será un diario que planteará, clara y abiertamente, los objetivos de la izquierda transformadora y sus alternativas en cada uno de los sectores de la sociedad, la defensa de los derechos sociales y el fortalecimiento y potenciación de los sindicatos de clase en un marco, como el actual, hegemonizado ideológicamente por el pensamiento conservador, que controla la mayoría de los medios de información españoles.


“La Voz de la Calle” estará dirigido a un “público objetivo” formado por un amplio espectro de lectores compuesto por trabajadores con empleo, desempleados y pensionistas; autónomos, pequeños empresarios carentes de créditos, asociaciones de vecinos y ciudadanos, ateneos, foros, movimientos sociales de ecologistas, feministas, colectivos gays; funcionarios, profesores de universidad y estudiantes universitarios, inmigrantes de distintos países, culturas y etnias, científicos y profesores de Universidad y estudiantes universitarios.

El nuevo periódico abordará en sus páginas de manera muy preferente los problemas de este público lector pero, al mismo tiempo, el diario y sus equipos estarán presentes de forma regular y continuada en la sociedad, mediante la realización de actos y debates en torno a cuestiones y materias que afecten directamente a cada segmento de sus lectores como a otras de alcance político, económico y cultural más general.

En este marco, prestará una especial atención a la economía. Y, en este sentido, integrará las secciones de política internacional y española unidas a la de economía de cada uno de los espacios. Se trata con ello de eliminar la separación artificial entre política y economía, que la mayor parte de los periódicos han venido haciendo hasta ahora, y de plantear a sus lectores cómo la estructura económica condiciona e,incluso, determina en última instancia los planteamientos políticos. Es decir, situará los problemas económicos en el corazón mismo del debate político, como ocurre en la realidad, y propondrá alternativas económicas radicales al actual modelo de desarrollo económico, a través de campañas, entre ellas, la que propugna la creación de una Banca pública, a partir de la transformación de las Cajas de Ahorro.

Igualmente, dedicará una atención primordial a la investigación de la corrupción en la política, tanto en España como en otros países así como a los abusos de las empresas –cuando los haya- tanto privadas como públicas bien en relación con sus trabajadores como con el medio ambiente o con las localidades en que se encuentren ubicadas.

Asimismo, dedicará una atención especialmente acusada a la “Memoria histórica” y a los valores, conquistas y hechos sociales, económicos y culturales más importantes desarrollados durante la II República así como a una decidida apuesta por una forma de gobierno nacional y democrática; por el cambio de la Ley Electoral e impusar la modificación de la Constitución, planteandose una forma de estado –República o Monarquia- que deberá decidir el pueblo por una mayoría de los españoles que no votaron la actual constitución hace casi 33 años; y cuantas posibles reformas decida el pueblo en unas cortes constituyentes, si los actuales partidos políticos mayoritarios bloquean esta reforma, habría que ir a un proceso constituyente “político”.



--------------------------------------------------------------------------------


Leer más...

martes, 22 de febrero de 2011

EUSKADI: UNA AGENDA PARA LA PAZ

Euskadi: una agenda para la paz
Gerardo Pisarello · Jaume Asens · · · ·

18/02/11













Muchos miles de personas, como hacía tiempo que no se veia en la Comunidad Autónoma Vasca, salieron a la calle el 19 de febrero para pedir la legalización de Sortu, el nuevo partido de la izquierda abertzale. Este artículo que a continuación se reproduce fue escrito antes de esta impresionante movilización de la población vasca.


El rechazo explícito de la violencia, incluida la de ETA, por parte de la izquierda abertzale, ha abierto un escenario inédito en Euskadi y en el resto del Estado. La reacción del gobierno ha oscilado entre la satisfacción moderada y la parálisis. Siempre con el ojo puesto en una oposición más preocupada en mantener la baza electoral de la 'firmeza antiterrorista' que en allanar el camino a la paz. Lo cierto, en todo caso, es que la nueva toma de posición va mucho más allá de lo esperado. No sólo eso. Debería verse como un movimiento histórico, de mayor trascendencia que cualquier comunicado de ETA, que interpela al gobierno y a todos los que apuestan por asegurar el ejercicio democrático de los derechos de todos.


¿Se habría llegado antes a este punto de no existir la ley de partidos? ¿O sin la panoplia de instrumentos normativos y judiciales que, de manera más o menos arbitraria, han dejado fuera de juego a todo lo que se ha considerado "entorno de ETA"? Es difícil conjeturarlo. Pero hay algo seguro. Las políticas de excepción aplicadas contra la izquierda abertzale, sumadas a la errática deriva de la organización armada, habían generado una situación insoportable. Para sus bases, desde luego. Pero también para muchos actores externos crecientemente preocupados por el recorte de libertades emprendido en nombre de la lucha contra la violencia terrorista.

No se está, pues, ante un acceso súbito de virtuosismo político. El alto al fuego "permanente, general y verificable" anunciado por ETA no hubiera sido posible sin la Declaración de Bruselas impulsada por Brian Currin y por diferentes expertos internacionales en la resolución de conflictos. Tampoco la apuesta de la izquierda abertzale por vías exclusivamente políticas puede reducirse a un simple episodio coyuntural. Tiene su origen en Declaraciones y Acuerdos como los de Anoeta (2004), Alsasua (2009) o Guernica (2010). Y es el resultado de un proceso largo, que ha incluido un profundo debate interno así como la interacción con abanico amplio y plural de organizaciones vascas -de Eusko Alkartasuna a Lokarri, ELA o LAB- e incluso de territorios como Catalunya o Madrid.

Contemplados con esta perspectiva de mediano plazo, los estatutos de Sortu no deberían sorprender tanto. Reflejan, sí, una revisión importante de la propia cultura política. Pero se trata de una decisión meditada, hija también de la necesidad de dar a una política ad hoc, de excepción, una respuesta igualmente excepcional. Sólo así se explican algunos de los pasos dados. Desde el rechazo sin ambages de la violencia de ETA a la alusión al reconocimiento y reparación de todas las víctimas, en consonancia con los principios de Mitchell que inspiraron el proceso de paz irlandés, pasando por la incorporación de previsiones como la expulsión de los afiliados que incumplan la ley de partidos o participen en actos violentos.

Algunos, como el ex-fiscal José María Mena, han visto con claridad el salto adelante y han calificado los nuevos estatutos de más "impecables" que los de cualquier otro partido hoy legal. Otros, como el Partido Popular, han insistido mecánicamente en la falta de sinceridad y en la insuficiencia del gesto y han amenazado con romper el gobierno vasco si la nueva formación no se ilegaliza de manera fulminante. Esta actitud mueve a la perplejidad ¿Qué ocurriría, en efecto, si esta severa política de la sospecha se aplicara a su propio partido, que en un abrir y cerrar de ojos reconvirtió sin pudor a reputados miembros del aparato franquista en "demócratas de toda la vida"? ¿Cómo puede exigir condenas sin paliativos de todo tipo de violencia quien se niega a censurar al franquismo y a retirar sus símbolos, o quien la azuza sin miramientos contra la población inmigrante, como se vio en la reciente campaña catalana?

En su sentencia de 2007 sobre Abertzale Sozialisten Batasuna (ASB), el Tribunal Supremo estableció un criterio claro: para que un nuevo partido de la izquierda abertzale no fuera considerado "continuación de otros ilegales y disueltos" debía exhibir, a modo de contraindicio, "una actitud de condena o rechazo del terrorismo", y en concreto, "de una determinada manifestación de violencia, la llevada a cabo por la organización ETA". Jurídicamente, la exigencia es discutible. Lo que es innegable es que los estatutos de Sortu se ajustan escrupulosamente a ella. Desconocerlo, a estas alturas, supondría poner en entredicho el propio alcance que el marco constitucional español atribuye al principio democrático y al pluralismo político. Ciertamente, los promotores de la nueva organización podrían haber ido más allá en el reconocimiento específico de las víctimas de ETA. Pero el desarrollo de una política del perdón es una exigencia moral, no jurídica, cuya concreción también depende de la existencia de vías políticas que la faciliten.

En realidad, la iniciativa de la izquierda abertzale y de quienes la han acompañado en este proceso ha sido lo suficientemente valiente como para emplazar a los poderes públicos a dar sus propios pasos a favor de la paz. Estos pasos deberían apuntar en una dirección clara. En primer lugar, el reconocimiento de un papel específico a los veedores internacionales, permitiéndoles comprobar que efectivamente el alto el fuego es definitivo. En segundo lugar, el progresivo desmantelamiento de todo el entramado de medidas de excepcionalidad –muchas de ellas condenadas por la ONU y otras instancias internacionales- que han condicionado el ejercicio de los derechos civiles y políticos de miles de ciudadanas y ciudadanos vascos a lo largo de estos años.

Para ello sería imprescindible que se abandonaran interpretaciones judiciales alambicadas puestas al servicio de fines ajenos al paradigma garantista. Así, por ejemplo, la llamada 'doctrina Parot' del Tribunal Supremo, pergeñada con el propósito de evitar la resocialización de los presos y calificada como un "insólito e insostenible giro interpretativo de la ley" por un magistrado discrepante del propio Tribunal. O la aplicación extensiva de los conceptos de terrorismo o de apología del terrorismo, utilizados de manera retorcida en Sumario 18/98 o más recientemente, para impedir de manera arbitraria la libertad provisional de actores centrales en el nuevo proceso de paz como Arnaldo Otegi.

La apuesta por interpretaciones garantistas, ajustadas a derecho, no debería verse como ningún salto al vacío. Ya en procesos como los de Egunkaria o Uldalbitza, la Sección Primera de la Audiencia Nacional puso las cosas en su sitio absolviendo a los procesados y recordando, en un guiño volteriano, que en "un estado democrático deben quedar fuera del ámbito penal la acción política y las opiniones y manifestaciones ideológicas, gusten o no, sean compartidas o no […] incluso cuando repugnen a la inmensa mayoría, como ocurre con el silencio o la falta de condena de los atentados terroristas". También la reciente nulidad del juicio contra Otegi por falta de imparcialidad del Tribunal que lo condenó apunta en la misma dirección.

En el ámbito penitenciario, debería ponerse fin, asimismo, a una política de aislamiento y dispersión de presos que, además de ser discriminatoria, ha acabado por criminalizar a los propios familiares. Esto es especialmente relevante si se tiene en cuenta que el Relator Especial contra la Tortura de la ONU, Manfred Nowak, ha vuelto a insistir en su último informe que la actual legislación española en materia de lucha contra el terrorismo "vulnera las salvaguardas de un Estado de derecho contra los malos tratos y los actos de tortura". Otras medidas humanitarias, como la excarcelación de aquellos presos que sufren graves enfermedades o la concesión de la libertad provisional de los que han cumplido los requisitos legales para obtenerla, deberían asumirse como una exigencia garantista y no como un privilegio otorgado "a quienes no merecen nada". El objetivo final, en el fondo, debería ser la paulatina supresión del actual sistema dual de presos "políticos" y "comunes" y la articulación, sencillamente, de los mecanismos previstos en la ley para un trato más digno y sin agravios de todos.

En el ámbito legislativo, por fin, sería fundamental preparar una agenda para el diálogo que incluyera la recuperación de la legislación penal y administrativa ordinarias en materias como el derecho de asociación, la participación política o la libertad de expresión. Pero no solo eso. Deberían revisarse, como también exige la ONU, normas sustantivas y procesales que han generado una específico "derecho penal del enemigo" que ninguna sociedad pluralista debería admitir. Así, por ejemplo, las que contemplan delitos de contornos vaporosos, utilizados para cerrar periódicos o para dotar de relevancia penal a simples opiniones políticas. O las normas procesales que han prolongado el período de detención incomunicada o el límite máximo de cumplimiento de las penas de 30 a 40 años, lo que supone una encubierta introducción de la pena perpetua en el ordenamiento jurídico español.

Nada de esto, es verdad, puede conseguirse de la noche a la mañana. Sería imperdonable, empero, que los cálculos electorales de corto plazo o la falta de coraje político acabaran por frustrar la oportunidad de dejar atrás una situación de anomalía que se ha vuelto intolerable, no sólo para la izquierda abertzale, sino para muchos ciudadanos del resto del Estado. Y es que con ello no sólo se pondría en riesgo la consecución de una paz definitiva en Euskadi. También se daría carta de naturalidad a unas medidas de excepción que, a la larga, sólo pueden emponzoñar la vida política y social, socavando los fundamentos sobre los que asegura sostenerse el Estado de derecho.

Gerardo Pisarello es jurista y miembro del Consejo de Redacción de Sin Permiso. Jaume Asens es jurista y ambos forman parte del Observatorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Barcelona.



Leer más...